El Giro de la pandemia y los abandonos no pasará al recuerdo como un gran espectáculo, pero cuando se encadenan varias etapas con 200 kilómetros, miles de metros de desnivel positivo y seis horas de esfuerzo suelen pasar cosas. Al tercer día de gran fondo y verdadera montaña, la carrera saltó al fin por los aires en el majestuoso Stelvio. El equipo Sunweb sale en todas las fotos, Jai Hindley ganó la etapa y Wilco Kelderman se vistió la maglia rosa, pero el Giro está más vivo que nunca.
En las famosas 48 herraduras del puerto que el Imperio austrohúngaro ordenó levantar en el siglo XIX para conectar sus dominios con Lombardía, resurgió otro Imperio, el británico antes conocido como Sky, ahora Ineos-Grenadiers. Por momentos recordó al poderoso bloque que tiranizó el Tour en la década que ya termina, aunque esta vez con distinta ejecución y sin un líder rematador: Tao Geoghegan Hart no es Froome, claro.
Hasta las primeras rampas del Stelvio todo eran risas. Nibali se permitió un ataque cuando el portugués Almeida, todavía líder, se paró a mear. El Tiburón paró y sonrió junto a los lobos del Deceuninck-Quick Step. Bajo una aparente relajación, pero a toda velocidad, la carrera llegó a las faldas del coloso en el mejor de los horarios previstos y con la fuga controlada. Hoy era un día para la general. Enseguida lo demostró el Sunweb, que no bromeó con su cambio de ritmo al empezar la subida.
Quemó las naves el equipo de licencia alemana y alma neerlandesa hasta sacar de punto al joven Almeida. Faltaban 12 kilómetros para coronar, 50 para la llegada, un mundo. El portugués de 22 años se defendió como pudo, cayó de la primera a la quinta posición en la general, pero se puede ir tranquilo: debuta en una grande y ha vestido la maglia rosa 15 días. Su actitud es irreprochable. No así la imagen de Masnada. Merece una explicación.
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Cuando cedió el líder metieron una marcha más los granaderos de Ineos. Rohan Dennis, que ya estuvo en las fugas camino de Piancavallo y Madonna di Campiglio, protagonizó una auténtica exhibición. Tipo peculiar, el doble campeón del mundo contrarreloj ofreció su mejor versión escaladora de siempre. Solo le siguieron Geoghegan Hart y Hindley, los dos más fuertes en la tercera semana del Giro. Nadie lo hubiese adivinado al inicio de la carrera.
Conviene estudiar el caso del Sunweb con los chubasqueros. Las imágenes de sus dos líderes intentando vestir y abrocharse la prenda no son la mejor promoción para los patrocinadores. A lo suyo, Dennis no paró hasta la última subida: Torri di Fraele. Allí se apartó con el trabajo hecho. Era el turno de Tao. Y de Hindley, que ganó la etapa, pero no remató a su rival. Es difícil imaginar una situación igual de favorable para sentenciar una grande.
Kelderman sufrió como un perro y es el nuevo líder, pero con solo 12 segundos de ventaja sobre su compañero y 15 más que Geoghegan Hart. Cuarto es Pello Bilbao, que fue de menos a más, como gran fondista, y está a solo 1:19 del primero. El Giro de las sorpresas parece reducido al duelo Sunweb contra Ineos, pero sería muy atrevido vaticinar que pasará el sábado en el triple ascenso a Sestriere o el domingo en la contrarreloj final de Milán.
1ª: Ganna / 3ª: Caicedo / 5ª: Ganna / 7ª: Démare / 10ª: Sagan / 14ª: Ganna / 15ª: Geoghegan Hart / 17ª: O'Connor / Clasificaciones / Recorrido
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