El checo Josef Cerny se impuso en la antepenúltima etapa del Giro, aunque el resultado pasó a un segundo plano incluso antes de la salida. Y es que el pelotón se plantó en Morbegno, desde donde debía partir la jornada más larga de la carrera, con 258 kilómetros prácticamente planos hacia Asti. La excusa no se sostiene: la Asociación de Ciclistas Profesionales solicitó la reducción del recorrido para proteger del frío y la lluvia el debilitado sistema inmunológico de los corredores en estos tiempos de pandemia.
“No aceptamos la propuesta de los ciclistas, la hemos sufrido. Esto es lo que pasa cuando algunos no se presentan en la salida”, explicó un enfadado Mauro Vegni para los micrófonos de la RAI. El director del Giro desveló que el equipo Lotto Soudal no se bajó del autobús. Tras varios minutos de tensa discusión, la organización aceptó recortar la etapa hasta 125km, la mitad de los inicialmente previstos. “Esto no se ha terminado. Llegaremos a Milán y entonces alguien pagará por esto”, avisó Vegni.
Bruno Reverberi, mánager general del Bardiani-CSF, uno de los equipos invitados por el Giro, fue más allá con sus declaraciones, también para la RAI: “He visto muchas protestas estúpidas y siempre son por conveniencia. Un día se quejan porque hace frío, otro porque hace calor o porque el descenso es muy peligroso. Muchos ciclistas no sabían nada de la protesta y no estaban de acuerdo. Si hay tres o cuatro equipos que quieren correr, yo hubiera enviado al resto para casa. Estas cosas dañan al ciclismo”, zanjó.
Considering the weather situation the race has been neutralized at Km 8. Will follow updates on the restart.
La tappa, viste le condizioni atmosferiche, è stata neutralizzata al km 8. Seguiranno aggiornamenti per la precisa ripartenza della corsa.#Giro pic.twitter.com/jURSxSpey6
— Giro d'Italia (@giroditalia) October 23, 2020
Al término de la etapa, Vegni volvió a la carga: “Los 250km de hoy se hubieran quedado en las piernas y tendrían un impacto en la etapa de mañana. Esto es el ciclismo. Si no quieres correr porque una etapa es demasiado larga o porque hace frío, quédate en casa”. El líder Wilco Kelderman declaró que entendía el enfado de la organización, pero secundó la protesta: “El tiempo esta mañana era terrible, los corredores queríamos acortar la etapa y estamos agradecidos con RCS por tomar esta decisión”.
Se puede entender que los Sunweb aceptasen sin rechistar la reducción: menos kilómetros, menor fatiga para su líder. Se pueden dar como válidas las informaciones que sugieren el fuerte interés de dos equipos por mantener el recorrido original: Ineos-Grenadiers, que mañana intentará asaltar la maglia rosa en el triple ascenso a Sestriere, y BORA-hansgrohe, que ha perdido su última oportunidad de luchar con Sagan por la maglia ciclamino, a buen recaudo sobre los hombros del francés Démare.
No es el primer plante en la historia del ciclismo. Ni será el último en un deporte con muchas aristas y rencillas. La primera huelga del Giro fue en 1912: los ciclistas recorrieron 40km en la dirección equivocada por las carreteras de los Abruzzos. Se negaron a dar la vuelta y se montaron en un tren para llegar hasta Roma. La más sonada fue en el Tour del 98 por razones que todos conocemos. Lo de hoy fue una vergüenza y sienta un peligroso precedente. Pocos se acordarán de Cerny.
1ª: Ganna / 3ª: Caicedo / 5ª: Ganna / 7ª: Démare / 10ª: Sagan / 14ª: Ganna / 15ª: Geoghegan Hart / 17ª: O’Connor / 18ª: Hindley / Clasificaciones / Recorrido