Pasa muy a menudo. Te enganchas al ciclismo, en cualquiera de sus disciplinas, te equipas de arriba a abajo, entrenas, mejoras y, de pronto, pasa el tiempo y descubres que ya no subes tu nivel como cuando empezaste. Toma nota de estos consejos para mejorar como ciclista y recuperar la intensidad y la pasión por la bicicleta.
- Establece un objetivo
Uno de los principales motivos por los que un ciclista detiene su progreso es porque su relación con el ciclismo ya sea de montaña, carretera, gravel… se vuelve monótona, rutinaria. Una de las mejores formas de recuperar la motivación es plantearte un objetivo deseado, que te obligue a dar ese paso al frente que necesitas.
Lo más habitual es un objetivo deportivo. Apuntarte a una carrera o una marcha cicloturista, pero no tienes por qué ceñirte a esto, puede ser también un reto de distancia, desnivel, ascender una cumbre en bici en un tiempo determinado o lograr esa bajada que hasta ahora ha sido imposible. Incluso bajar tu peso. Sea lo que sea, debe convertirse en tu gran objetivo y volcarte en ello, más allá de las rutas de siempre que hasta ahora venías haciendo.
- Prográmate
La mejor forma de optimizar tus salidas es establecer un plan de entrenamiento. Muchos ciclistas se han quedado estancados porque no siguen plan alguno, simplemente salen en bici según lo que apetezca hacer ese día. Seguir un plan específico es una de las claves para dar un gran salto cualitativo en el rendimiento deportivo de un ciclista. Verás que tu estado de forma cambia radicalmente como también lo hará el tipo de salidas y entrenamientos que se proponen.
Para ello, recomendamos enérgicamente que cuentes con el asesoramiento de un profesional en lugar de ir por libre. Un entrenador cualificado sabrá qué tipo de rutinas debes establecer y los límites que no debes cruzar para evitar errores. Si deseas empezar una programación propia, existen multitud de plataformas con las que guiarte, la mayor parte de ciclocomputadores incluyen esta opción, así como las aplicaciones de registro de entrenamientos.
- Registra tus progresos
Este es otro error muy común entre ciclistas amateurs. En ocasiones, necesitamos tener un control de nuestro rendimiento y saber, más allá de nuestras sensaciones (que pueden estar desvirtuadas por múltiples factores), cuál es realmente nuestro estado de forma. Lo más preciso es contar con un medidor de potencia, pero no todo el mundo está dispuesto a realizar el desembolso que requiere. Hay alternativas que pueden suponer un buen punto de partida, como someterte a una prueba de esfuerzo o un test de 20 minutos para establecer tus umbrales o un test de FTP. Además, puedes llevar un control de tu tiempo, velocidad media, pulsaciones, cadencia e incluso sensaciones en cada una de tus salidas y elaborar un calendario anual donde quede registrada toda esa información. Verás que será más fácil conocer tus fuerzas e incluso programarte picos de forma.
- Mejora tu alimentación
Obviamente hay una relación entre el peso y el rendimiento y todo ciclista profesional se somete a una dieta estricta. En nuestro caso no te vamos a recomendar una dieta concreta que te haga llegar a un peso puntual para después, quizá, volver a los malos hábitos. Si quieres mejorar como ciclista a largo plazo, lo ideal es adoptar un hábito alimenticio saludable durante todo el año. Evita el consumo abusivo de carne, azúcares, refrescos, alcohol, etc. e introduce en tu dieta más verduras, fruta y agua. En todo caso, de nuevo, recomendamos que acudas a los servicios de un profesional para establecer una pauta adecuada en base a tu físico y tus objetivos planteados.
- Aumenta y mejora el descanso
Tan importante como el entrenamiento y la alimentación lo es el descanso. El ritmo de vida frenético de la actualidad y la conciliación laboral y familiar deja poco margen para entrenar el tiempo suficiente, por lo que el sacrificado más habitual es el descanso y las horas de sueño. Sin embargo, hay unanimidad entre preparadores físicos y entrenadores en conceder una importancia capital a este aspecto y, por tanto, debemos aprender a optimizarlo. Recuerda, además, que si te excedes con tus entrenamientos y no alternas el descanso necesario, corres el riesgo de caer en sobreentrenamiento e incluso de lesionarte y echar por tierra todo el trabajo acumulado.
- Monta con ciclistas mejores que tú
Este es un consejo que suele darse a ciclistas principiantes, pero en realidad es válido para cualquiera que quiera mejorar su nivel. Contar con un compañero de entrenamiento o una grupeta de un nivel superior (aunque factible) te obligará a salir de la zona de confort y llevar a un nivel superior tus salidas. Además, podrás aprender algunos de sus ‘tips’ de técnica, estrategias acertadas que han ido adquiriendo con la experiencia y trucos para exprimir su estado de forma.
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- Monta por sitios diferentes
Otro clásico. Salir a montar por los mismos caminos, sendas o carreteras puede convertir cada ruta en una experiencia aburrida, poco estimulante. Recuerda que, más allá del esfuerzo, el entrenamiento y el estado de forma, el ciclismo es evasión, contacto con la naturaleza y un medio capaz de llevarte a lugares extraordinarios. Prueba salir a montar por nuevos escenarios, otros paisajes más sugerentes o nuevas superficies que desafíen tu técnica, verás cómo recuperas la ‘pasión’ por montar en bicicleta y cada ruta se convertirá en una experiencia mucho más inspiradora de lo que era hasta ahora.
- Mejora tu material
Sabemos que entramos en un terreno delicado. Somos conscientes de que el material de ciclismo, y más cuando hablamos de alta gama, es caro. Pero hay un motivo por el que unas zapatillas, un casco, unos frenos o una nueva bici tienen un precio tan elevado, y es que han sido desarrollados para mejorar el rendimiento. Hay algunos componentes o accesorios que pueden mejorar la comodidad y otros hacerte más rápido, pero el denominador común es que pueden hacerte mejor ciclista. Además, no hemos de olvidar el factor emocional. Estrenar una nueva bicicleta o ese accesorio que tenías tantas ganas puede darte un soplo de motivación para recuperar la intensidad y regularidad en tus entrenamientos.