“Nunca subestimes el corazón de un campeón”. La frase es de Rudy Tomjanovich. Sus Houston Rockets lograron el anillo de la NBA en el 94 y, un año después, revalidaron el título cuando casi nadie contaba con ellos. Primoz Roglic también tiene corazón de campeón. Lo más fácil hubiese sido refugiarse en algún lugar perdido de Eslovenia tras la sonada derrota del Tour. No para él, lo suyo es competir. Solo una semana después de París fue sexto en el Mundial y al domingo siguiente conquistó la Lieja de Alaphilippe. En la Vuelta está para ganar.
Roglic estrenó el palmarés del Moncalvillo, puerto inédito para la Vuelta. Un tal José María Jiménez ya hacía de las suyas en la misma subida cuando los Rockets eran los mejores, aunque en la desaparecida Vuelta a la Rioja. El exsaltador de esquí protagonizó un bonito pulso con el líder Carapaz, el mismo que el domingo le quitó la Roja en Formigal. El ecuatoriano sigue primero, pero con solo 13 segundos sobre su rival.
El duelo dignifica la Vuelta, arrinconada en el otoño tardío del calendario pospandemia de la UCI, pero que está saliendo airosa de la comparación con las otras dos grandes. Hemos visto más cosas en ocho días de la carrera española que en todo el Tour, bloqueado por el tren del Jumbo hasta la explosión de Pogacar el extraterrestre, y en un Giro de serie B, el de los abandonos y el inesperado campeón Tao Geoghegan Hart.
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A rueda en el Tour y en busca de fugas en el Giro, la versión valiente y ambiciosa de Movistar Team en la Vuelta es de aplaudir. Tantas veces lo hemos criticado que, para ser justos, también hay que alabar su comportamiento ofensivo. En el puerto de la Rasa apartó a los INEOS-Grenadiers y aceleró la carrera condenando a la fuga. Mención especial para Erviti, Arcas, Rojas, Verona y Oliveira, un cuerpo de gregarios que ni la serie Antidisturbios.
El trabajo de los telefónicos es intachable, pero a la hora de la verdad falló su líder: Enric Mas. En los tres kilómetros finales, siempre por encima del 10%, el balear entró en crisis, se dejó casi un minuto con Roglic y en la general pierde 1:54 con Carapaz. Queda mucho –el sábado, la Farrapona, y el domingo, el Angliru, por ejemplo–, pero la batalla por la Roja se le pone difícil. Y en la lucha por el podio tiene dos rivales que suben como nunca.
En la década prodigiosa del ciclismo británico se asoma otro joven inglés. Se llama Hugh Carthy y corrió dos años en el Caja Rural (2015-16) antes de fichar por el Cannondale (el actual EF). En Moncalvillo fue el primero de la general que se movió, pero Kuss salió a por él y Carapaz no le dejó margen. Roglic se soldó al líder y esperó el momento justo. Atacó cuando ya se adivinaba la pancarta del último kilómetro, su sitio preferido. No suele fallar.
1ª: Roglic / 2ª: Soler / 3ª: Dan Martin / 4ª: Bennett / 5ª: Wellens / 6ª: Ion Izagirre / 7ª: Woods / Clasificaciones / Recorrido
Foto: Photogomez Sport
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