UN SUEÑO HECHO REALIDAD
Álex Marín hizo historia el 8 de junio en Fort William al convertirse en el primer rider español en subir al podio de una Copa del Mundo DH en categoría júnior. Tiene 17 años, las cosas muy claras y un futuro enorme.
Se abre una puerta para la esperanza. En una disciplina tan complicada en nuestro país como el DH, donde no abundan ni las carreras ni las facilidades para que salgan buenos pilotos, el tercer lugar en la Copa del Mundo de Fort William de Àlex Marín puede tener un significado enorme. Natural de Santa Maria de Palautordera (Barcelona), Àlex empezó con el dirt y un día se enamoró del DH. Se fajó en un equipo satélite, hasta que tuvo la oportunidad en el Giant Factory Off-Road. Tiene todo lo que tiene que tener un piloto para ser rápido y bueno, técnica, clase y ganas de trabajar. Sólo necesita paciencia para desarrollar su físico y pulir su técnica, de lo que se encarga
Óscar Sáiz, su entrenador, su mentor. Oyes hablar a Óscar y después a Àlex y parecen la misma persona. Serenos. Obsesivos. Meticulosos. Saben lo que quieren y no dejarán de trabajar hasta conseguirlo.
Empezaste con el dirt, ¿por qué te pasaste al DH?
Cierto. Comencé con los amigos del pueblo. Tenemos un campillo e íbamos a saltar, hasta que un día fui con mi tío Albert a probar el descenso. Lo hice primero con una rígida y después con una doble. Durante un par de años alterné el campillo con el DH.
¿Qué te aporta el descenso?
Libertad, la velocidad que no tienes cuando haces dirt, cuando te salen las líneas… esto me encantó del descenso. Y me gusta que en las carreras de DH no haya unos jueces que puntúen tu actuación, sino que o haces primero en el crono o no ganas.
¿Recuerdas tu primera carrera?
Fue hace seis años, en Vacarisses. Todo era nuevo. Me llevó mi madre y la recuerdo subiendo la bici por el circuito porque yo era tan pequeño –tenía once años– que no podía. Hice la primera carrera y me la pegué a los diez metros de salir. Lo recordaré toda la vida.
¿Qué es lo que más te gusta del DH?
Cuando visualizas el circuito en tu cabeza unas cuantas veces, bajas y todo te sale como estaba planificado. Me gusta estudiar los circuitos y mejorar a base de estudiar y hacer las bajadas. Esto también te puede servir en la vida.
¿Qué clase de rider es Àlex Marín?
… No soy agresivo. Me gusta ser un piloto fino e ir suelto sobre la bici. Relajado. Hacer las líneas que tocan. Y me gusta que me digan los errores que comento para poder mejorar.
¿Tus virtudes y defectos?
En competiciones grandes, como una Copa del Mundo, me pone nervioso la gente que hay, las personas que se pasean por el paddock, las que entran y salen de la carpa y te comentan cosas… Todo esto me es nuevo y me pongo nervioso. ¿Virtudes?En la salida de una carrera estoy 100 % concentrado. Técnicamente todavía tengo cosas por corregir. Nunca acabas siendo perfecto y siempre puedes mejorar. Trabajando, consigues tu primer podio como júnior en la Copa del Mundo DH, y en una plaza como Fort William. Nadie lo esperaba. Ni yo, ni nadie. Poder estar en el podio, en una Copa del Mundo, y en Fort William fue muy especial. Fue un sueño hecho realidad desde pequeño, desde que empiezas a ir en bici. Impresionante. Es como ser protagonista del vídeo que has visto una y mil veces.