En la Alta Via Stage se lleva todo al extremo. El recorrido, el terreno, el físico y la mente. Nos adentramos en una de las prueba de MTB por etapas más duras de Europa, con una acumulación de desnivel sólo apta para los bikers más valientes y resistentes.
Por Jorge Padrones / Fotos: Alta Via Stage
La Alta Via Stage toma el nombre y el formato de la prueba del camino, creado originalmente por alpinistas y senderistas, que une la cordillera de los Apeninos con los Alpes, a través de región de Ligura, en el noroeste de Italia. Se trata de una ruta de 500 km fundamentalmente montañosa, cuyo punto más alto se encuentra a 2.200 metros de altitud.
No es de extrañar que con esta carta de presentación la prueba por etapas de MTB que se celebra anualmente por este recorrido sea una de las de mayor desnivel positivo de todo el continente e incluso del mundo entero. En la Alta Via Stage las cifras del trazado asustan: 590 km, divididos en un prólogo y ocho etapas, 19.160 m de desnivel positivo y una altitud máxima de 2.045 m (Passo Tanarello).
En la edición 2021, celebrada del 11 al 19 de junio, se participó por parejas o en solitario. Yo lo hice bajo la segunda opción. Una carrera donde no se encuentra ni un minuto de descanso, ya sea en subida o bajada. El llano directamente no existe en esta carrera.
Alta Via Stage: MTB de la vieja escuela

La Alta Via Stage es una carrera al más puro estilo MTB ‘Old School’. La dureza está presente en cada una de sus etapas y el recorrido es muy variado, primando las sendas técnicas. Muchas de esos senderos no desentonarían en una prueba de la Enduro World Series, por ejemplo. En otros de los tramos, sencillamente, tuvimos que cargar con la bicicleta y caminar durante largos periodos de tiempo.
Son situaciones que en muchas carreras actuales ya no se dan. Por eso esta carrera tiene mucho del MTB más purista, donde si hay que cargar la bici para llegar al punto más alto se hace.
Mar a un lado, alta montaña al otro
Los senderos de Liguria son de una belleza increíble. O vemos al mar a un lado, o al otro una maravillosa panorámica de los Apeninos o los Alpes nevados. Todos ellos son naturales, no hay nada artificial en la Alta Via Stage. Tampoco señalización. Hay que seguir el recorrido mediante los tracks en GPX que proporciona la organización, añadiendo el factor de la orientación a la propia dureza intrínseca de la prueba.
Esa dureza intrínseca no sólo está en los números, con etapas que acumulan en poco más de 60 km casi 3.000 metros de desnivel. También en el tipo de terreno. Irregular, con piedras y raíces y algún que otro aderezo en forma de cortados o grietas. El firme obliga a rodar concentrado en todo momento, lo que añade un desgaste mental que puede ser incluso peor que el puramente físico.
Finale Liguria, tierra de MTB

La mayor parte de la carrera transcurre por la región de Liguria y atraviesa la localidad de Finale Liguria. Una zona muy conocida por bikers de todo el mundo, especialmente los riders de la Enduro World Series, por ser sede durante muchas ediciones de la ronda final. Asimismo, también acoge parte del trazado del Campeonato del Mundo de resistencia MTB 24 horas.
La guinda de este extenuante recorrido son las etapas finales en la zona alpina limítrofe con Francia. En ella ya podemos observar las grandes cimas cubiertas de nieve, con vistas son realmente impresionantes sobre grandes montañas, que apenas se pueden disfrutar porque las fuerzas a esas alturas de carrera son ya muy justas.
Campamento u hoteles: dos formas de vivir la carrera
La organización y los voluntarios de las zonas por donde discurre la prueba se vuelcan con los bikers en la zona de avituallamiento y en los finales de etapa. De hecho, en cada una de las localidades de paso la comida tiene un toque o plato especial de la gastronomía local.
Además, la carrera ofrece dos opciones de alojamiento. Una en la que se descansa en un campamento, conviviendo con otros bikers, o la opción convencional de hoteles o alojamientos rurales.
Joan Pons, podio español en la edición 2021

En lo deportivo, este año en la categoría masculina dominó el holandés Gosse Van der Mer. El biker tulipán completó los 590 km de la prueba en 28:54:06, sacando más de una hora de diferencia al también holandés Juul Van Loon. El podio lo completó el español Joan Pons, aunque muy alejado en tiempo de los dos holandeses.
En lo que respecta a la categoría femenina individual, fue la biker local Gaia Ravioli quien se hizo con la victoria. La especialista en ultra fondo MTB paró el crono en 34:10:12.
Belleza brutal
Esas dos palabras definen a la perfección la carrera, muy bonita pero especialmente dura. La Alta Via Stage no es una prueba de masas. Se ha creado como un evento selecto para el que hay que tener un gran nivel de entrenamiento y unas buenas habilidades técnicas, si se quiere acabar con garantías. El concepto está, por lo tanto, muy alejado de las carreras por etapas UCI, por ejemplo, y acabarla supone doctorarse con honores en el Mountain Bike.