BH Lynx 4.8 29er 9.7 Carbon

De todas las características que un diseñador busca en una bicicleta, siempre tiene que hacer concesiones en alguna de ellas para potenciar otras, aunque BH ha encontrado en la nueva LYNX y su sistema Split Pivot la fórmula para no renunciar a todo lo que quería conseguir en una buena suspensión.

BH Lynx 4.8 29er  9.7 Carbon

De todas las características que un diseñador busca en una bicicleta, siempre tiene que hacer concesiones en alguna de ellas para potenciar otras, aunque BH ha encontrado en la nueva LYNX y su sistema Split Pivot la fórmula para no renunciar a todo lo que quería conseguir en una buena suspensión.

El cuadro de la Lynx 4.8 29er es musculoso. Musculoso por la cantidad de curvas, refuerzos y el gran trabajo del carbono. Impresionante la zona del pedalier, donde, a la anchura del Pressfit 92, se le une un precioso diseño del carbono, con formas prácticamente esculturales. La pipa de dirección resulta especialmente reforzada, con profusión de curvas, y características como la dirección integrada cónica en carbono o el cableado interior (para tija telescópica incluido). Otros detalles interesantes del cuadro incluyen el eje de 142x12, el desviador Direct Mount o los rodamientos Enduro.

BH ha encontrado en Dave Weagle su mejor aliado para potenciar su gama de dobles

Pero la verdadera belleza de la Lynx reside en el sistema de suspensión Split Pivot y del que BH posee la licencia en exclusiva para Europa. Según nos cuenta el propio Dave Weagle, la clave de este sistema radica en que permite separar las fuerzas de aceleración de las de frenado y la suspensión. En realidad, el Split Pivot es un eje trasero concéntrico que realiza la función de regular de forma independiente estas tres variables que afectan al comportamiento de una bicicleta.

La idea principal es poder usar el amortiguador para lo que ha sido diseñado: para amortiguar, y no tener que usar una compresión excesiva para compensar los movimientos de la suspensión del pedaleo. Al independizar pedaleo, frenada y suspensión, se puede ajustar cada uno de esos parámetros sin que afecte negativamente al otro. Todo esto dentro de un fiable y sencillo sistema monopivote (aunque dispone de 4 puntos de giro), mejorado además con el montaje del amortiguador FOX en una posición flotante, que permite conseguir un sistema muy ligero de peso y tunear la progresividad de la curva.

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El montaje de la unidad de prueba presenta una selección impecable, aunque tenemos algunas dudas respecto a algunas piezas: la transmisión Shimano funciona con la suavidad habitual, aunque echamos de menos la versión del desviador trasero con la palanquita dorada (sistema de embrague Plus), que evita las salidas de cadena y los molestos golpeteos de ésta.

Igualmente la ausencia de tija telescópica en una bici con esta absorción y posibilidades nos parece cortarle las alas...

Los componentes Titan en versión Evo cumplen su función perfectamente, aunque nadie te va a preguntar por ellos en una salida...

Mención aparte merecen los frenos Magura MT8. Su modulación es buena, pero hay que hacer mucha fuerza para frenar, la maneta es excesivamente grande y dan problemas de mantenimiento (sangrados frecuentes). Perfecta elección de suspensiones, con las últimas versiones de FOX con todos los lujos posibles (CTD + Factory + Kashima), tanto en la horquilla como en el amortiguador, todo ello con mando remoto al manillar que controla las posiciones Climb, Trail y Descend de las dos suspensiones a la vez. Por buscarle algún defecto, no nos apasiona el emplazamiento del amortiguador, expuesto a la suciedad que le propulsa la rueda trasera.

La BH Lynx 4.8 29er tiene un problema de doble personalidad: te sientas y es un sofá. Pedaleas y es un cohete...

Tal y como BH posiciona la Lynx 4.8 29er, la encuadraríamos en el sector maratón o incluso all mountain, con un montaje en este caso superligero, pero que nos ha dejado la duda sobre la posibilidad de montar la bici con manillar más ancho, potencia supercorta, neumáticos de 2,40 y convertirla en una bici de enduro. La absorción y rigidez de bici lo permite, y creemos que daría la talla sin ningún problema.

Basta de teoría

Todo esto suena muy bonito y podría estar sacado de un aburrido libro de cinemática, pero aquí lo que nos interesa es cómo funcionan las bicis en la vida real.

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Pues bien, salimos a montar la BH sin haber leído nada sobre su diseño, abiertos a sentir las sensaciones que nos da la bici sin estar influenciados por una lectura previa que podría sugestionar nuestras impresiones en marcha.

Lo que sí que conocíamos eran los datos de la geometría que arrojaban números muy interesantes, como las vainas ¡de 430 mm! (de las más cortas de su categoría) u otros como un ángulo de dirección de 68°, un pedalier bajo de 320 mm o un gran sloping en el tubo superior que nos permite manejar una 29 de este calibre y recorrido sin miedo a tener la sensación de estar montados en un caballo.

Atrás quedan los tiempos en que las 29” eran sólo geometrías adecuadas para tipos altos, las marcas has ido puliendo medidas, ángulos y curvas y han llegado a una madurez en cuanto a las proporciones de las bicis de ruedas gordas. Subimos a la Lynx y la primera sensación es que la bici se hunde mucho al sentarse. Aunque esto suele ser señal de que la bici se va a mover mucho al pedalear en otros sistemas de suspensión, las primeras pedaladas ya nos confirman que el Split Pivot está diseñado con otros parámetros.

Una vez en marcha, ofrece una exquisita sensibilidad, con la rueda pegada al suelo y dibujando el terreno perfectamente, pero en cuanto pedaleas fuerte, la Lynx ofrece una eficacia de pedaleo impresionante. Además, lo que más nos ha gustado es que cuanto más fuerte y rápido pedaleas, mejor responde la bici. Por otro lado, cuando llega la hora de descender rápido, la Lynx se convierte en una bici de 150 mm. Y no nos referimos a que posea un sistema oculto de cambio de recorrido o un amortiguador de doble cámara... sino a que la sensación bajando es la de llevar 20 ó 30 mm más de los que anuncia la marca. Al trabajar el amortiguador sin tener que ocuparse de controlar los movimientos de la pedalada o del frenado, la sensación de amortiguación es brutal, de recorrido sin fin. Por otro lado, esa sensación de ir pegado al suelo puede no ser del agrado de los bikers que gustan de mover mucho la bici en los descensos, bailando con ella para entrarla en las curvas y saltando de lado a lado del camino. La Lynx absorbe y no se despega del suelo.

Equipamiento de máximo nivel y peso reducido en esta bici tan polivalente como difícil de categorizar

En resumen, una grata sorpresa esta Lynx 4.8 29er de BH, que consigue compaginar parámetros de suspensión que durante años han sido incompatibles y opuestos, y que, junto a un ligero y bien diseñado cuadro de carbono, ofrece una opción muy interesante para aquellos que buscan una bici cómoda, absorbente al máximo, pero que no penalice para nada la eficacia del pedaleo. Parece que BH ha conseguido con el Split Pivot aunar lo mejor de cada sistema de suspensión y ponerlo al servicio de la eficacia y la diversión. Suena a tópico, pero la Lynx lo consigue y nos ha dejado con ganas de explorar más a fondo sus posibilidades...

Texto: Marc Gasch

Fotos: Looker-Photography

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