Viene para 2020 una reforma del ciclismo mundial por parte de la UCI y muchos equipos se están poniendo las pilas desde que saben por dónde van los tiros. A partir de ese año, las grandes vueltas tendrán como hasta ahora cuatro equipos invitados: dos designados por el ranking de equipos Profesional Continental -es decir, los dos mejores- y otros dos que eligen los organizadores.
Esto tiene algunos matices, pero los dos mejores de la división Pro Conti van a poder correr todas las carreras WorldTour… que quieran. Si por razones de calendario o plantilla deciden renunciar a una de ellas, esa invitación pasará a estar en poder del organizador. Pero en este contexto se entienden mejor algunas decisiones de los equipos en este mercado de verano.
Entre ellas, las de los equipos españoles. Caja Rural-Seguros RGA y Euskadi-Murias ya tienen configurada su plantilla para el año que viene. Ambos la dan por cerrada y ya empiezan a trabajar en el año que viene. Pero entre los dos hay apuestas diferentes para crecer y lograr un puesto alto en ese ranking de equipos que les pueda dar acceso a las mejores carreras del mundo. Abrirles puertas, en definitiva.
Los navarros han hecho una verdadera revolución en la plantilla. Diez bajas, ocho fichajes y, sobre todo, mucha velocidad. Mantienen a Nelson Soto como sprinter en crecimiento y han fichado a un hombre experimentado como Jon Aberasturi -precisamente desde Euskadi-Murias-, y otros más jóvenes como Matteo Malucelli (Androni) o el polaco Banaszek (CCC). Por si con esto no valiera, el resto de sus incorporaciones las han orientado a fabricar un buen tren de lanzamiento: David González y Xavi Cañellas pasan del equipo sub23, y Sebastián Mora llega desde la pista para hacer esa tarea tan complicada y necesaria. Sergei Chernetski será un verso suelto en la montaña. Pero la transformación es clara: de equipo combativo que busque escapadas y presencia a luchar por victorias y puntos UCI.
Y mientras, Euskadi-Murias tratará de repetir la fórmula que los ha llevado al éxito en este 2018. Mantienen a todo el bloque joven con gente de muy buen nivel: Fernando Barceló, Óscar Rodríguez o Cyril Barthe son algunos ejemplos. También se queda Enrique Sanz, que hará de hombre rápido casi de forma única. Y lo que ha venido es, sobre todo, juventud. Salvo Beñat Intxausti, que veremos si recupera el nivel. José Daniel Viejo llega del Caja Rural sub23 para aportar velocidad, veremos si la suficiente como para disputar carreras. Mario González es un ciclista más todoterreno. Juan Antonio López-Cózar y Urko Berrade aseguran trabajo y crecimiento a futuro. Será difícil cubrir las bajas de Edu Prades -rumbo a Movistar- y de Aberasturi, pero queda un bloque muy compensado para los de Odriozola.
En definitiva, son dos modelos diferentes con un mismo objetivo. Crecer e ir dando pasos adelante para ser lo más fijos posible en las quinielas de los organizadores. Las puertas del WorldTour se abren al mérito exclusivamente deportivo y eso es una oportunidad demasiado tentadora como para dejarla pasar.