En primavera de 2018 apareció en escena la Canyon Grail Carbon, junto con su hermana pequeña de aluminio. Una bici que, en aquel momento, suponía la primera bicicleta de la compañía germana específica de Gravel, una modalidad inédita hasta entonces su catálogo.
Fue un lanzamiento del que, obviamente, también nos hicimos eco en Solo Bici y que en su momento generó una gran expectación. El motivo no fue otro que la excepcional interpretación que Canyon llevó a cabo de este concepto de ciclismo off-road en su primer modelo específico. Lo hizo, además, con interesantes propuestas tecnológicas en su cuadro y cómo no, con un peculiar e innovador manillar de doble altura, denominado Hove Bar, que desde luego no dejó indiferente a nadie.

Más recientemente, a inicios de este mismo 2020, Canyon actualizó su modelo Grail CF (el modelo de carbono). Dos años habían pasado desde el lanzamiento de la primera versión y en ese tiempo, no sólo la industria del ciclismo en general, sino el desarrollo de componentes específicos para gravel han sufrido una notable evolución.

Esta actualización por tanto, más que una remodelación por completo de la Grail, ha consistido en una adecuación de este ya exitoso modelo a los nuevos requerimientos de una modalidad en intenso e incesante crecimiento como es el gravel.

Las principales mejoras de este modelo se han orientado en dos direcciones. La primera hacia una mayor posibilidad de elección. Ahora el usuario tiene más elecciones entre las que elegir su Grail. Versiones de aluminio, carbono e incluso con cuadros de carbono SL o SLX (este último mucho más ligero).

La segunda, en mejorar el rendimiento y capacidad de la bicicleta. Gracias a algunas modificaciones geométricas, estructurales y la elección de nuevas tecnologías que a la postre hacen de la Grail, ahora, una bici de gravel todavía más capaz. Un ejemplo es la inclusión, del grupo Shimano GRX, específico para gravel.
Gravel Pro, una geometría más estable
Las Canyon Grail 2020 ahora disponen de una distancia entre ejes mayor que la versión anterior. Ahora, en talla M, por ejemplo, la bici tiene 1029 mm entre ejes, lo que supone una mejor estabilidad y confianza en la conducción. Especialmente rodando a altas velocidades y en rodajes por pistas rápidas. Sin duda alguna, uno de los hábitats naturales de esta bici.
El rediseño geométrico permite también a la Grail albergar neumáticos más anchos. De mayor balón. Revisando sus especificaciones, las Grail 2020 vienen equipadas con ruedas DT Swiss o Reynolds, dependiendo de la versión, llantas que tienen un ancho interno de entre 22 y 23 mm, montando así en todos los casos neumáticos de 40 mm. Esto hace que las Grail aporten mayor estabilidad, control, calidad de rodaje y absorción.
Canyon Grail y su exclusivo Hove Bar
Si hay un aspecto que estéticamente destacó desde la presentación en sociedad de esta bici, es su manillar Hove Bar, exclusivo de la marca alemana. Sin embargo, la estética sólo es una consecuencia del motivo real del porqué esa solución estructural.
El Hove Bar nace de cómo interpretan los ingenieros de Canyon la necesidad que tienen las bicis de gravel de ofrecer a sus usuarios un manillar que permita el mayor confort por un lado y control en la conducción.

El manillar dispone de dos pisos o aparentemente, dos manillares a diferente altura. La estructura o barra inferior es la que aporta la rigidez y solidez al conjunto y la que permite un apoyo en el manillar (cuando nos agarramos en la curva inferior) más aerodinámico y deportivo. Ideal para adoptar a grandes velocidades y terrenos muy favorables.
La estructura o barra superior es la que en Canyon denominan «Flex Area» y como por su nombre se puede intuir, la orientada a proporcionar la mayor absorción posible y confort al usuario. Se trata de un manillar de fibra de carbono con una estructura en forma de lámina en el centro que permite absorber y filtrar muchas más vibraciones que un manillar de estructura convencional.
Esta zona de flexión es, según Canyon, el sistema de micro suspensión alternativo más ligero del mercado. Sólo supone 120 g de peso añadidos respecto a un manillar convencional. Es evidente que dotar a una bici de gravel de un sistema de micro suspensión no resulta, hoy en día, nada original.

De hecho, otras marcas ya usan otros sistemas alternativos como elastómeros en el tubo de dirección, inserciones de elastómero o goma en el cuadro, suspensiones con corto recorrido, etc. Sin embargo, lo innovador y diferencial es hacerlo como lo ha llevado Canyon. Resultando un sistema que aporta además de absorción, ligereza y mayor control de la bicicleta, al permitir al mismo tiempo diferentes puntos de apoyo.
Más almacenamiento y equipaje que nunca
Las nuevas Canyon Grail de 2020 han sido actualizadas también con más opciones portaequipajes. Esto ha sido posible en gran medida gracias al acuerdo alcanzado entre la compañía de Koblentz y Topeak, quien ha diseñado toda una línea específica de bolsas y soportes para esta bici.

Con ello, las Grail cuentan con un mayor carácter rutero, aventurero y preparada para viajar, gracias a su mayor capacidad de transportar contigo, todo lo que necesites durante la ruta. Para demostrarlo, Canyon elaboró un vídeo que puedes ver a continuación y en el que se muestra cómo se protege una Grail para montar equipaje y cómo se ubican en sus cuadros las bolsas Topeak.
Tanta es la importancia que da Canyon a esta mayor filosofía de su bici de gravel que con la compra de la nueva Grail se adjuntan unos protectores del cuadro adhesivos, de manera que cargues lo que cargues en él, mantengas siempre intacta la pintura y el aspecto de tu Canyon.
Para obtener más información sobre la gama de las Grail, puedes consultar la web oficial de Canyon en versión española.
Hola!
Actualmente dispongo de una Canyon Aeroad pero es demasiado aero para mi.
Estoy pensando en algo hibrido…donde el 80% sea carretera y 20% camino pista.
Y me preguntaba si adquiriendo una grail y un par de ruedas de carretera podria usar una unica bicicleta para ambos terrenos.
Por espacio y dinero no puedo tener ambas.
Gracias!