Navaja multiusos alemana
Aunque las navajas multiusos son originarias de Suiza, el símil se nos antoja idóneo para describir el comportamiento superpolivalente de la nueva ‘arma’ con ruedas de 27,5” recién llegada (vía Internet) desde Koblenz.
Texto: Marc Gasch
Fotos: Jesús Andrés Fernández
Atrás quedan los días en que, cuando un amigo (novato) te pedía consejo a la hora de comprar su primera bici de doble suspensión, le contestabas: “Si no te vas a gastar al menos 2.000 euros, es mejor que te quedes con una buena hardtail, que no comprar una doble barata, que no te va a funcionar bien…”. Pues han pasado los años, y Canyon demuestra con esta bicicleta que incluso con menos de 1.500 euros, se puede acceder a una muy buena bicicleta de doble suspensión de lo más polivalente, apta para carreras, rutas largas o lo que el grupo de amigos demande.
Multiusos
Y es que lo primero que nos llamó la atención de la Canyon Nerve AL (aparte de su increíble precio) fue su polivalencia. Una vez en marcha, su comportamiento dinámico y su postura de conducción la convierten en apta inmediatamente para cualquier tipo de uso que quieras darle.
Ello, evidentemente, la hace menos especializada en cada segmento, pero encaja con el enfoque y usuario final al que va destinada. Con un recorrido de 120 mm y ruedas de 27,5”, se coloca en un punto intermedio, que, apoyada por un sistema de suspensión con un comportamiento muy correcto, provoca que no le tenga miedo a ningún terreno ni distancia. Evidentemente su enfoque, con un peso sobre los 12,5 kg, no es racing, pero hay que decir que es una de esas bicis que se notan ligeras. Magia negra o buena combinación de medidas y geometrías, pero la bici se mueve como si fuera más ligera, que es lo que al final importa. Hemos probado bicis mucho más ligeras que se movían como tanques… Además de su acertada geometría, de acuerdo con las tendencias y medidas actuales, y de carácter bastante neutro en general, las suspensiones de la Nerve AL también ayudan a dar esa sensación de ligereza y efectividad.
