Si el dominio de tu bici en tramos técnicos, pasos estrechos u obstáculos aún no es tu fuerte, te damos una serie de consejos y trucos que mejorarán tu equilibrio sobre ellos, y te permitirán superarlos sin problemas.
Mantener el equilibrio sobre tu bici en las zonas más técnicas es un paso fundamental en tu mejora como ciclista. Además de preservar tu integridad evitando caídas, ganarás en confianza y te permitirá marcar la diferencia en estos tramos.
Con la siguiente serie de trucos que te explicamos a continuación podrás mejorar en este aspecto, que es quizás uno de los más olvidados a la hora de mejorar la técnica, especialmente en el Mountain Bike. Pero algunos de estos consejos también los puedes aplicar con tu bici de carretera, gravel o eléctrica. Toma nota y conviértete en un equilibrista de la bicicleta de una vez por todas.
Equilibra la frenada
Gestionar adecuadamente el uso de ambos frenos es una técnica más compleja de lo que puede parecer inicialmente. Es muy habitual ver ciclistas que abusan del freno trasero provocando continuos derrapes innecesarios. Otros, en cambio, recurren en exceso al delantero obteniendo frenadas bruscas poco moduladas.
Trabaja la técnica de frenada para optimizar sus funciones y aprende a prescindir de ellos siempre que sea posible. Recuerda que soltar los frenos es un recurso muy útil para ganar velocidad, estabilidad y confianza, especialmente en tramos técnicos. Deja que la rueda delantera corra.
Pulsa la maneta con un único dedo
A muchos bikers les cuesta aún desprenderse de los dos dedos para frenar. Usando sólo uno, tendremos más para agarrar con firmeza el manillar y controlar la trazada, tanto en descensos como en curvas.
El golpe de pedal de 10º
Este es un recurso técnico muy útil para mantenerse en equilibrio y seguir avanzando seguro por pasos estrechos y subidas técnicas. Empieza por escoger un desarrollo corto y ágil que te permita ir dando pequeñas pedaladas (10º sobre una completa de 360º). Con estos pequeños impulsos y ayudándote de ligeras variaciones de la postura, podrás ir sorteando obstáculos y avanzar al mismo tiempo.
Usa los hombros para guiarte
Junto con la frenada, la postura corporal son los dos ejes del equilibrio óptimo sobre la bici. Para adoptar la adecuada al sendero u obstáculo, utiliza los hombros como guía de la bicicleta. De esta forma, liberas brazos y piernas para la absorción de impactos, dar los pequeños golpes de pedal mencionados anteriormente y agarrar con firmeza el manillar.
Abraza la tija
Si tienes tija de sillín convencional, este es un truco muy efectivo para bajadas estrechas y pronunciadas, o singletracks llanos. Consiste en agarrar o aproximar las piernas a la tija, retrasando la postura corporal para aportar peso y mitigar la pérdida de tracción del eje trasero. En esta posición, controla la dirección e inclinación de la bici. Y no olvides regular la velocidad con el freno trasero, nunca con el delantero.
Practica el caballito
Uno de los recursos clásicos de todo ciclista. No sólo sirve para impresionar al personal. Puede ser muy útil para mejorar tu equilibrio como ejercicio de entrenamiento. Siempre que puedas, practícalo en una zona segura, aguantando la rueda delantera en el aire el mayor tiempo que puedas, sin ejercer mucha fuerza hacia atrás para no caerte de espaldas.
Para poder levantar alto la rueda y evitar que se caiga, recuerda escoger siempre un desarrollo corto y ágil. Una vez levantada, válete del freno trasero y la flexión de las rodillas para mantener el equilibrio sobre la rueda trasera. Dominando el caballito optimizarás al máximo el control de tu bici.
Entrena el tren superior
También tienes que entrenar tu equilibrio fuera de la bici. Los ejercicios de core (abdominales, planchas, hiperextensiones) vienen muy bien para fortalecer los músculos de tu tren superior, directamente involucrados en el equilibrio. Así como los clásicos, con o sin peso, de hombros y espalda.
Usa manillar corto (con matices)
Somos conscientes de que estamos en una época de manillares muy anchos, especialmente en el MTB, debido al aumento del diámetro de ruedas, que requieren de una mayor palanca para controlarse. Pero esto puede resultar contraproducente en las situaciones que hemos descrito anteriormente: senderos estrechos, pasos entre árboles y matorrales o paredes de rocas... Con un manillar ancho no es difícil que choques con uno de estos objetos y pierdas completamente el equilibrio.
Además, te puede sugestionar a aminorar la velocidad para no chocar y pierdas soltura en estos tramos. Si te sucede esto, te recomendamos que cambies tu manillar por uno más corto. Incluso puedes cortar el que ya tienes. Hay muchos modelos de serie que vienen con sus propias marcas grabadas en los extremos para cortarse y reducir unos centímetros su anchura. Puedes pedir a tu mecánico de confianza que te lo corte. Con ello ganarás espacio y movilidad en espacios angostos.