Mejora tu técnica MTB sobre piedras: trucos y consejos

Mejora tu técnica MTB sobre piedras: trucos y consejos

Las piedras son parte indisociable de un deporte como el Mountain Bike. Pequeños tramos o auténticos rock gardens aparecen en casi cualquier salida con la bici de montaña. Especialmente si nos adentramos en el corazón de la montaña. Si no te sientes aún cómodo en estos obstáculos y quieres mejorar tu técnica MTB sobre las piedras, toma nota de estos consejos. 

No contar con una técnica adecuada para superar terreno de piedras puede hacernos perder unos segundos muy valiosos si está compitiendo. Pero lo más importante es que el riesgo de caída y lesiones aumenta exponencialmente en estos tramos.

En este sentido, la primera recomendación y la más general es perder el miedo y afrontar el tramo con confianza, sin pensar en que vas a pararte o caer.

Trucos para manejar tu MTB sobre piedras

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Atravesar tramos de piedras pone a prueba la solidez y resistencia de ruedas, suspensiones y cuadro de la bici. Y el manillar es la guía o timón más importante en estas situaciones. Por ello, debes agarrarlo con firmeza, dejando margen para la flexión de los brazos como una prolongación de la bici para amortiguar impactos y controlar las fuertes inercias que se van a generar.

Un truco muy sencillo y práctico para evitar bloqueos en medio del tramo de piedras y rocas y no jugarse el tipo en una caída. En pasos de pequeñas piedras en llano apenas hay que tocarlo. Bastará con adecuar la velocidad con el trasero si llegas rápido al sector. En caso de que sea en bajada o con piedras más grandes y dispersas, podrás usarlo de forma muy progresiva para adecuar la velocidad de entrada. Pero, una vez encima de las rocas, sólo hay que maniobrar, corregir ligeramente con el trasero y agarrar firmemente el manillar.

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En el momento donde llega una bajada o trialera con piedras es cuando se pone a prueba tu verdadera técnica MTB sobre terreno pedregoso. Lo que nunca debe pasar cuando te adentres en ella es que cunda el pánico. O que bajes nervioso y agarrotado. Ármate de valor y déjate llevar. Confía en tu bici para que haga parte del trabajo. Visualiza, si se puede, la entrada y salida del tramo, o adelanta lo máximo que puedas la vista para estudiar la trazada o línea. Seguidamente, entra con velocidad controlada en las piedras y usa no sólo los frenos y el manillar como guía. También usa las rodillas para corregir los desequilibrios.

Con el tronco echado hacia atrás, tus piernas deberán flexionarse para ayudar a absorber los botes generados por las piedras, y mantenerse así, en todo momento, 'pegado' al terreno y dentro de la trazada.

Puede que sea una recomendación para muy principiantes, pero aún hay bikers que cometen este error a pasar por tramos de piedras, por muy sencillos que sean. Yendo sentado los impactos de las piedras entorpecen mucho más el manejo que si te levantas ligeramente del sillín y flexionas las rodillas, orientando caderas y glúteos un poco hacia atrás. Con esto conseguirás mayor agilidad a la hora de atravesar o sortear piedras, sin perder mucha tracción. Y, si tienes tija telescópica, bajarla te ayudará aún más a ganar estabilidad y manejo sobre el terreno.

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Si sabes de antemano que la ruta o carrera tendrá mucha piedra suelta y alguna bajada con rocas, no olvides hacer las modificaciones pertinentes para hacer más cómoda la gestión de estos tramos. Baja ligeramente la presión de tus neumáticos, así como la presión de tus suspensiones, además de optar por un rebote más rápido. Y si las piedras van a ser una constante en tus salidas, un cambio que te aportará más comodidad y menos fatiga será optar por unos puños de silicona, con mejor capacidad antivibraciones que los de goma.

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Por último, un consejo extra en tramos de piedras o rocas más largos, en llano o subida, donde no haya más opción que seguir pedaleando. Habrá que adecuar, inevitablemente, la cadencia de pedaleo. La norma general aquí es subir piñones y pedalear con una cadencia más alta, para evitar bloqueos al chocar con una piedra más alta o de mayor tamaño.

Ayúdate también de tu cuerpo para seguir avanzando y mantener la cadencia, adelantando el tronco sobre el manillar y jugando ligeramente con la flexión de las rodillas para mantenerse en la trazada. Asimismo, no olvides cuidar el material y arriesgar lo mínimo en un paso por piedras. Opta siempre por la trazada más sencilla para cuidar llantas y neumáticos y continuar con la ruta sin contratiempos.

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