COMPARATIVO: Specialized Roubaix vs. Trek Domane

Ponemos frente a frente los dos modelos más deseados para los que busquen rendimiento y confort. Dos bicis de filosofía similar, pero diferente concepción.

COMPARATIVO: Specialized Roubaix vs. Trek Domane

Hoy toca poner frente a frente a la Trek Domane y la Specialized Roubaix, los dos modelos más deseados del momento para los que busquen rendimiento y confort. Dos bicis de filosofía similar, pero muy diferentes en su concepción.

Si alguien piensa en las clásicas del norte de Europa, es fácil que le vengan a la cabeza las imágenes de Boonen, Cancellera, el barro, los adoquines y las banderas flamencas. Símbolos representativos de algunas de las carreras más prestigiosas del calendario ciclista internacional. Pero si hay dos bicis que han desempañado también un papel importante en estas pruebas y que han marcado tendencia en pruebas de larga distancia, estas son las singulares Specialized Roubaix y la Trek Domane, que hemos tenido la oportunidad de comparar.

Las pruebas del norte no son competiciones al uso. En ellas se corre sobre durísimos tramos de pavé, donde se ponen a prueba tanto a ciclistas como al material de las bicicletas. Un reto para los fabricantes que deben procurar facilitar lo máximo posible la labor de los ciclistas para poder aparentemente volar sobre los temidos adoquines. Pero como en todo reto verdadero, no hay una solución clara y única para ello. Solo los fabricantes de identidad son capaces de aportar sus propias tecnologías para superar al rival antes de que se dé el pistoletazo de salida.

El comparativo que estás leyendo ahora mismo es un buen ejemplo de todo lo que estamos contando, ya  que tanto la Trek Domane como la Specialized Roubaix usan tecnologías de vanguardia, pero bien distintas entre ellas, para lograr una misma finalidad: el mejor ratio posible entre rendimiento y confort. Si la Domane apuesta por sus rótulas móviles IsoSpeed para absorber las vibraciones y baches en el adoquín, la Roubaix se decanta directamente por un sistema de microsuspensión delantera denominada Future Shock. Ambas son para competir o, por lo menos, para ir rápido, pero, al mismo tiempo, deben permitir cierta absorción de su material y unas geometrías quizás no tan agresivas como sus hermanas Tarmac (en el caso de Specialized) o Madone (en el caso de Trek), más explosivas. Este equilibrio entre rendimiento y confort es especialmente interesante para el cicloturista que busque una bici rápida y competitiva, pero que a su vez sigue exigiendo una geometría más relajada y unos estándares de comodidad más elevados para sus salidas maratonianas. Por ese motivo, estas bicis son sin duda las más interesantes, estamos convencidos, para la mayoría de los usuarios que salen con frecuencia a rodar por la carretera.

SPECIALIZED ROUBAIX PRO UDi2

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En nuestra opinión, Specialized ha sido capaz de dar una vuelta de tuerca más al concepto de bici endurance o de gran fondo con su exitoso y pionero modelo Roubaix. Destacado en anteriores generaciones por el uso del titanio en la fabricación de sus cuadros, así como el uso de los elastómeros Zertz para la filtración de vibraciones. Pues bien, este paso adelante lo ha conseguido gracias al Future Shock, su sistema de microsuspensión situado en el tubo de dirección. Tampoco es que sea la primera vez que se recurre a una solución similar en bicis de carretera; recordemos casos como el de las suspensiones HeadShok de algunas Cannondale de ruta, por ejemplo, Pero en este caso se trata de un muelle que actúa como amortiguación y que ofrece hasta tres durezas distintas para adaptarse tanto el peso del ciclista como a las características del terreno, y con un funcionamiento muy notable.

El Future Shock trabaja a la perfección a la hora de absorber las irregularidades del terreno. Evidentemente, sus apenas 20 mm de recorrido no evitan el traqueteo de la bicicleta cuando nos comemos un bache con virulencia, pero sí que es cierto que las pequeñas irregularidades que encontramos en el asfalto se dulcifican con este nuevo sistema. Del mismo modo y, aunque cueste de imaginar, apenas se percibe la actividad del muelle cuando hundimos el manillar al ejercer fuerza sobre este al pedalear de pie. Hay que reconocer que se puede ver cómo trabaja la goma que ejerce de guardapolvo del muelle al pedalear de pie –por lo que podemos considerar que está activa–, pero nuestra experiencia ha demostrado que es prácticamente imperceptible en estas circunstancias.

No todo es el Future Shock en la Roubaix y, de hecho, el nuevo modelo de Specialized incorpora otros elementos igual o más importantes que el mismo. Para empezar, es el cuadro más ligero jamás creado por la marca de la ese rasgada, y también ha experimentado un cambio en la geometría de la bici, que ahora es más manejable y rápida de reacciones. Ajustada a nuestras medidas, reacciona de manera ágil y entra muy bien en las curvas. Si analizamos su geometría, la nueva Roubaix es, por ejemplo, casi igual de larga entre ejes que el modelo Tarmac y tiene unos ángulos de dirección y tubo de sillín mucho más cerrados que en su modelo anterior, más próximos de nuevo a los de la Tarmac. Otro elemento destacado es la unión de las vainas con el tubo de sillín, mucho más abajo del tubo horizontal, para dar así más comodidad y absorción a la zona de la tija gracias a una mayor capacidad de flexión.

Por último, hay que señalar que este nuevo modelo ya ha sido expresamente diseñado para montarse con grupos electrónicos y frenos de disco, como es el caso de la unidad de pruebas que hemos tenido el gusto de probar. La gran elección de las robustas ruedas de perfil Roval CL 32 Disc, así como la incorporación del sistema de transporte SWAT, redondean esta maravilla de bici avanzada a su tiempo. Y es que elementos como el mismo SWAT ofrecen un valor añadido real y singular para este modelo que lo pone al frente de otros modelos del mercado en lo que al transporte de herramientas y recambios se refiere.

TREK DOMANE SLR 8

Una bici excelente tanto para el público cicloturista como para los ciclistas profesionales que compiten en pruebas con un terreno irregular, como los famosos tramos de pavé. La nueva Domane sorprende a propios y extraños por su increíble capacidad de leer las irregularidades del asfalto, una ventaja que se traduce en unos elevadísimos niveles de confort y tracción, así como de absorción de impactos. Una cualidad que, más allá de proporcionarnos una mayor comodidad conforme pasen las horas, también nos permitirá avanzar sobre los terrenos más comprometidos sin perder velocidad. Su secreto radica principalmente en las dos rótulas IsoSpeed que monta tanto en el tubo de dirección como en el tubo de sillín. Estas son las encargadas de absorber baches y filtrar vibraciones en el interior del cuadro de la bici, y además lo hacen de una forma supereficaz y sin comprometer ni la estética, ni prácticamente el peso de la bici. Porque la Domane SLR 8 equipada con grupo Dura-Ace mecánico (y frenos Bontrager) arroja un peso realmente ligero de tan solo 6,90 kg en talla 52. Un peso realmente reducido gracias al carbono de alto módulo OCLV 600 que emplea Trek en la fabricación de los cuadros de gama alta. Por encima de este solo encontramos el OCLV 700 de los modelos Premium –réplicas de los que emplean sus equipos profesionales.

Trek lleva años desarrollando su famosa tecnología IsoSpeed, que en el caso de la nueva Domane SLR da un nuevo paso hacia delante, incorpora por primera vez una rótula delantera alojada en el tubo de dirección y mejora el sistema de la rótula trasera (en el tubo del sillín), que ahora pasa a ser ajustable. En el caso de la rótula delantera percibimos una mayor sensación de absorción de vibraciones e impactos verticales que en otros modelos de la competencia, y en este sentido hay que añadir que en ningún caso esto compromete el fantástico comportamiento de la bici, así como la rigidez lateral en la zona delantera, que es de nuevo muy notable. Por otro lado, la nueva rótula IsoSpeed ajustable que encontramos en la parte trasera de la bici nos proporciona ese plus de eficacia de pedalada y confort sobre las carreteras más rotas y quebradas. Además, en este nuevo caso, tendremos la opción de regular fácilmente el nivel de absorción vertical de la bici mediante un deslizador, dependiendo de nuestro peso o del tipo de ruta al que nos enfrentaremos. La diferencia entre la posición más abierta y cerrada, además, es realmente palpable desde las primeras pedaladas.

CONCLUSIÓN FINAL

Ambas bicis son una verdadera obra de ingeniería y aúnan como pocas la efectividad de las bicis de competición, junto con la comodidad de las bicis gran fondo. Porque, aun con tecnologías y conceptos muy distintos, las dos comparten más de lo que en un principio nos podría parecer.

En el apartado de las geometrías, comprobamos que son prácticamente calcadas. La Trek es un poco más larga que la Specialized, gracias a una mayor distancia entre ejes y unos ángulos de dirección y tubo de sillín algo más abiertos. Pero de todos modos; el reach de las dos bicis es muy parecido, con 380 mm y 375 mm para Specialized y Trek, respectivamente, en una talla 54. Incluso la pipa de dirección, la zona que quizás podría presentar más diferencias entre las dos bicis debido a la ubicación de la suspensión Future Shock en el caso de la Specialized, tienen una altura total muy similar, debido al trabajo de la marca de Morgan Hill para integrar este sistema en esa zona del cuadro. En este sentido, si la Roubaix ofrece una posición algo más elevada de conducción, obedece al manillar sobrealzado, respecto al Bontrager convencional de la Trek.

Analizando con detenimiento los sistemas de absorción empleados por estas dos bicis, reparamos en que ambos consiguen sensaciones parecidas, pero por vías o sistemas realmente diferentes.

La Domane y su IsoSpeed es una bici muy especial, y solo si nos fijamos en la pequeña pieza de ajuste trasero del sistema, situada en el tubo de sillín, nos daremos cuenta de que efectivamente no es una bici al uso. Trek integra perfectamente la tecnología de absorción de baches y vibraciones en el interior de su cuadro, a la vez que permite un ajuste de sensibilidad del mismo muy simple y rápido en su IsoSpeed trasero. Por otro lado, Specialized logra integrar perfectamente el sistema Future Shock y, como decíamos anteriormente, este no hace para nada variar la geometría del cuadro. Ahora bien, en cuanto al ajuste, si queremos cambiar el muelle por otro de una dureza mayor o inferior, nos veremos obligados a extraer la potencia y realizar una operación un poco más engorrosa que cuando simplemente movemos el deslizador de la Trek.

Aunque Domane y Roubaix tienen un objetivo común, ofrecer más confort sin comprometer el rendimiento, los sistemas se comportan de manera diferente en marcha y tienen aspectos diferenciales entre ellos, lo que probablemente haga que cada bici sea más o menos adecuada según el tipo de usuario que seas. El sistema Future Shock de Specialized tiene una absorción superior, solo hay que ver (visualmente) cómo se activa cada vez que sobrepasamos un bache y si tenemos en cuenta sus 20 mm de recorrido vertical. Del mismo modo, aunque no lo apreciemos en marcha, podemos notar (también visualmente) cómo se activa cuando pedaleamos con fuerza y de pie sobre la Roubaix. La Trek, en cambio, absorbe un poco menos. Aquí no hablamos de un muelle, sino de un sistema que se mueve gracias a la flexión del material. Es cierto que sobrepasamos con mayor facilidad las irregularidades de la carretera que con otra bici, sobre todo cuando llevamos el IsoSpeed trasero abierto al máximo, pero su nivel de absorción –sobre todo de baches– es algo menor que la Roubaix. Sin embargo, el nivel de rigidez de la bici es sencillamente brutal. Con el IsoSpeed cerrado al tope, es una auténtica roca. Y esta quizás sea la principal cualidad de la Domane. Si quieres, puedes tener una bici superrígida y ligera, y con un simple ajuste obtienes también una bici moderadamente absorbente y cómoda, con una capacidad de tracción sobresaliente sobre terreno irregular. La Roubaix permite más control, comodidad y rendimiento, en definitiva, en asfaltos más rotos, pues el Future Shock nos facilita mucho las cosas en baches de cierto calibre, pavés o asfalto con socavones. Si no circulas por zonas con estas características, probablemente, no necesites tanta absorción, aunque, por otro lado, una de las virtudes del Future Shock es que si no lo necesitas, tampoco interfiere ni molesta en el rendimiento de la bici. Estéticamente, como aspecto importante, entendemos, quizás penalice un poco el muelle ubicado bajo la potencia en la Roubaix, mientras que la Domane consigue una integración de su sistema espectacular y con un aspecto de bici totalmente convencional. Domane hace gala de una absorción moderada, estética más racing y facilidad de ajustes. Roubaix, de una absorción superior, más versatilidad de uso y una estética algo más particular. Estas son para nosotros las cuestiones claves y diferenciadoras entre estas dos bicis espectaculares. Analiza tus necesidades y decide cuál se ajusta mejor a lo que buscas.

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