Comparativo Trek Domane y Trek Checkpoint SL 7

Comparativo Trek Domane y Trek Checkpoint SL 7

Esta prueba, o mejor dicho, este comparativo que justo ahora comienzas a leer enfrenta a dos de las bicis más polivalentes dentro de la extensa gama de Trek. Nos referimos a la Trek Domane y la Trek Checkpoint. Ambas en sus respectivas versiones SL 7 (una de las opciones con equipamiento más equilibrado de Trek en cuanto a modelos con cuadro de carbono se refiere).

Estas son dos bicis que, por sus características, están dirigidas a un amplio espectro de usuarios. Tanto una como otra, están llamadas a ser la bici ideal para una cantidad enorme de ciclistas que se mueven entre el ciclismo endurance o granfondo y el gravel o de aventura. Dos modelos diferentes, pero que sin embargo, pueden llegar a tener muchos puntos en común. Tanto es así, que muchos usuarios potenciales de la Domane también lo podrían ser de la Checkpoint y viceversa.

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Para saber exactamente cómo de similares y peculiares son, dónde acaba una y dónde comienza la otra, hemos planteado compararlas y analizarlas con detenimiento. Para que cuando hayas leído este artículo, tengas claro cuál de ellas puede ajustarse mejor a tu perfil.

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Granfondo y gravel, vasos comunicantes

Primero fueron las bicicletas de granfondo o de endurance, las que a finales de la década de los 2000 aparecieron en el mercado. Lo hicieron como una alternativa lógica a las exigencias de la clásica bicicleta de carretera que por aquel entonces, era una bici estrictamente de competición. Con unos niveles muy elevados de rigidez y medidas agresivas. Las bicis granfondo por tanto, se postularon como unas bicis definitivamente más cómodas. Con una geometría y una posición de conducción más relajada, que permitían al ciclista aficionado hacer largas distancias con más confort y menos fatiga.

Así es como apareció la primera versión de la Domane, en 2012. Una bici con más altura de pipa de dirección que las bicis escaladoras y ya con la tecnología IsoSpeed exclusiva de la compañía de Winconsin, entre otras peculiaridades que hacían de la Domane la bici perfecta, dentro del catálogo Trek, para devorar kilómetros sobre el asfalto con un plus de comodidad.

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La evolución de las geometrías, la incorporación de los frenos de disco o de los grupos electrónicos, por ejemplo, ha hecho evolucionar de manera decisiva estas bicis granfondo hasta lo que hoy es, por ejemplo, la Domane SL 7 que hemos probado.

La historia del gravel, tal y como lo conocemos hoy en día, es algo más corta. Fue apenas hace 5 años cuando comenzaron a concebirse de manera decidida bicis ideadas para traspasar los límites del asfalto y con una filosofía probablemente similar a las de granfondo, bicis estables y confortables, poder hacer grandes rutas, travesías e incluso viajes, por pista de tierra y zonas offroad. En cierta medida, fueron como el paso más allá de las granfondo

Para adecuarlas al uso offroad, las bicis de gravel tienen algunas particularidades. Más allá de una geometría relajada, del mismo modo que las endurance, poseen un mayor paso de rueda para albergar neumáticos de gran balón, poseen en los modelos más avanzados de tecnologías que dotan de cierta capacidad de absorción, admiten en algunos modelos montar neumáticos con diámetro 650b, ofrecen puntos de anclaje para instalar portabultos o incluso incorporan manillares específicos con "flare" o curvatura hacia el exterior para un mayor control.

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La Checkpoint que probamos en este artículo, la versión SL 7, es un buen ejemplo de ello. Uno de los modelos tope de gama al que Trek, eso sí, ha dotado de un cierto carácter racing, luego veremos porqué.

Trek Domane SL 7

La versión actual de la Domane fue presentada en sociedad ahora hace justo un año. En este artículo explicábamos entonces aquel lanzamiento. Esta bici granfondo aumentaba en esa nueva versión, entre otras cosas, su capacidad de confort respecto a la Domane anterior, potenciando el uso del IsoSpeed y con ello la capacidad de absorción del cuadro y mejorando los pasos de rueda de manera que la Domane pudiera equipar gomas de hasta 38 mm.

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La versión que hemos decidido probar es la SL 7. La tope de gama dentro de la familia SL, que no es más que la línea Domane equipada con el cuadro de carbono de segundo nivel de Trek, con carbono tratado mediante el proceso OCLV 500 y no el 800, reservada para las Domane SLR (con precios entre los 6.300 y los 11.400 euros)

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De los dos montajes que se comercializan de la SL 7, nosotros hemos probado la equipada con el grupo SRAM eTap Force AXS de 12 velocidades, con un precio recomendado de 5.799 euros. La otra versión tiene un precio algo inferior, 5.599 euros y se equipa con un Shimano Ultegra Di2.

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La bici en talla 56 ha registrado en nuestra báscula prácticamente 9 kg, 8,980 kg exactamente sin pedales. Incorpora el sistema de almacenaje de equipaje que Trek lanzó junto a esta Domane, consistente en un discreto compartimento estando en el tubo diagonal que permite transportar de manera cómoda herramientas, kit antipinchazos, etc.

Ficha técnica Trek Domane SL 7

8,9 Kg talla 56 sin pedales.

5.799 euros

Cuadro / OCLV 500 IsoSpeed delantero y trasero. Compartimento para equipaje integrado en tubo diagonal, compatible con guardabarros. Tallas 47, 50, 52, 56'' / Grupo / SRAM eTap Force AXS 12 velocidades, bielas 172,5 mm y platos 44/33 dientes, casete Force Eagle 10-33 / Frenos / Discos hidráulicos SRAM Force eTap AXS 160 mm / 160 mm / Ruedas / Bontrager Aeolus Pro 3V Carbono OCLV, anchura interna 25 mm tubeless ready, 100x12mm /

Componentes / Manillar Bontrager Pro IsoZore VR-SF 31,8 mm, 420 mm / Potencia Bontrager Pro 100 mm. Sillín Bontrager Arvada ELite, raíles de acero, 138 mm anchura / Tija de sillín Integrada de carbono Bontrager, retroceso 20 mm / Cubiertas  Bontrager R2 Had-Case Lite 60 tpi 700x32.

En marcha con la Domane SL 7

Rodar con esta Domane SL 7 es hacerlo sobre una de las máquinas más robustas y a la vez dulces y confortables del mercado. Es evidente que una bici con su musculosa estructura, no puede transferir más que una extraordinaria sensación de rigidez y esta Domane, en ese sentido, no defrauda.

El cuadro no insinúa el menor atisbo de flexión lateral cuando lo exprimimos pedaleando de pie. Se siente preciso y con un aplomo demoledor sobre el asfalto. Con un peso próximo a lo 9 kg y una geometría más bien relajada es cierto que la Domane no es el paradigma de la aceleración si lo comparamos con sus hermanas pequeñas Emonda o incluso Madone. En Trek no lo pretenden, no es la filosofía de esta bici. Pero una vez lanzada, la bici mantiene muy bien una determinada velocidad de crucero. No se siente ni mucho menos torpe, así que dentro de su categoría, la Domane se siente como una bici dinámica con la que los kilómetros pasan rápido.

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Sobre el filtrado de las vibraciones, esta Domane y su doble sistema IsoSpeed, tanto en la pipa de dirección como en la rótula del tubo del sillín, esa última regulable, es excelente. Esta versión además, incorpora un manillar Bontrager que también incorpora unos paneles denominados IsoZone, que proporcionan absorción extra justo en el punto de apoyo de las manos.

Las carreteras bacheadas lo son menos con la Domane, menos incluso que con otras granfondo del mercado gracias a una utilización masiva de tecnología y soluciones absorbentes en el cuadro y manillar. Una bici que se mueve con soltura a altas velocidades y cuyo punto más débil, por sus datos en la báscula, son las rampas más duras. Definitivamente, no es una escaladora, ni tampoco tiene el cometido de serlo.

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Trek Chekpoint SL 7

La Checkpoint es la apuesta de Trek por el gravel o ciclismo de aventura, que ha venido para quedarse. La opción de bicicleta que Trek pone a disposición des usuario que, practicando un ciclismo lejos de la competitividad del cronómetro y de los vatios, prefiere perderse por carreteras, pistas y caminos recónditos.

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Viajar y explorar en una bici fiable, de calidad y que no por ello, renuncie a la eficiencia a la hora de desplazarse y avanzar. Nada más lejos de la realidad. La Checkpoint SL 7 que hemos probado brilla especialmente por su dinamismo, como comentaremos más adelante.

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Esta bici, del mismo modo que ocurre con la Domane SL 7, es la versión montada con el cuadro de carbono OCLV500 aunque en este modelo, no existen versiones superiores. La SL 7 es actualmente la versión más alta de gama de la familia Chekpoint y monta un grupo SRAM eTap Force AXS de 12 velocidades. 

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En su equipamiento destacan especialmente las ruedas, unas Bontrager Aeolus Pro 3V de carbono con anchura interna de 25mm y con sistema tubeless. Las mismas que monta la Domane SL 7 de este comparativo pero que en el caso de la Checkpoint y su uso objetivo, nos parecen todavía más interesantes.

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Ficha técnica Trek Checkpoint SL 7

8,7 Kg talla 56 sin pedales.

5.799 euros

Cuadro / OCLV 500 IsoSpeed con anclaje para portabultos, tallas 49, 52, 54, 56, 58, 61 / Grupo / SRAM eTap Force AXS 12 velocidades con cambio XX! AXS, plato 40 dientes, bielas 172,5 mm, casete XG Eagle 10-50 / Frenos / Discos hidráulicos SRAM Force eTap AXS 160 mm / 160 mm / Ruedas / Bontrager Aeolus Pro 3V Carbono OCLV, anchura interna 25 mm tubeless ready, 100x12mm /

Componentes / Manillar Bontrager Pro IsoCore carbono 31,8 mm, 420 mm / Potencia Bontrager Pro 100 mm. Sillín Bontrager Arvada ELite, raíles de acero, 138 mm anchura / Tija de sillín Integrada de carbono Bontrager, retroceso 20 mm / Cubiertas  Bontrager GR1 Team Issue 120 tpi, 700x40.

En marcha con la Trek Checkpoint SL 7

Tras probarla varios cientos de kilómetros, tenemos que reconocer el excelente trabajo realizado por Trek con esta bici que, a la postre, es una de sus primeras bicis gravel. La Chekpoint tiene la virtud de sentirse una bici rápida, ágil de comportamiento y ligera, transfiriendo ciertas sensaciones racing. Siendo una bici que, al mismo tiempo, resulta fácil de llevar, dócil, sólida y confortable.

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Con 8,7 kg sin pedales, la bici muestra una rigidez sensacional a la hora de pedalear. Su reacción es inmediata y no adolece, o no hemos percibido, pérdida de energía cuando le exigimos aceleraciones o respuestas a nuestro golpe de pedal.

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El sistema de rótula IsoSpeed ubicado en el cruce entre el tubo de sillín y el tubo horizontal cumple su cometido y del mismo modo que ocurre con todas las Trek que lo utilizan, hace que la bici, en su parte trasera, muestre una notable filtración de las vibraciones del terreno y suavidad que en marcha, se nota. Una filtración que sin duda, viene como anillo al dedo a esta bici orientada al uso offroad.

Sus ruedas, las Bontrager Aeolus Pro 3V nos han parecido fantásticas, especialmente en esta bicicleta. Su anchura interna de 25 mm permite montar neumáticos de gran balón. De serie esta Checkpoint monta unos neumáticos Bontrager GR1 Team Issue de 40 mm que se asientan de maravilla sobre una llanta de esta anchura. Facilita llevar presiones más bajas, rodar con más comodidad y afrontar curvas y zonas complicadas con más confianza. Una llanta que junto al paso de rueda de la Checkpoint admite neumáticos de hasta 45 mm.

La Checkpoint en definitiva nos ha parecido una gravel muy a tener en cuenta. Algo más directa y nerviosa de la parte delantera respecto a otros modelos de la competencia con sistemas de absorción o amortiguación en el tren delantero. Pero nada que, en todo caso, no pueda compensarse en cierto modo con presiones bajas de neumático, con el beneficio además de poder mantener un peso liviano, importante en cualquier tipo de bici, también en las de gravel.

La bici se siente suficientemente confortable gracias al sistema IsoSpeed y al conjunto ruedas-neumáticos de 40 mm, mientras que su ligereza, rigidez y geometría permiten moverla con una agilidad sorprendente por pistas y como no, por todo tipo de carreteras. Justo esa ligereza la hace también muy apta para subidas exigentes.

Domane vs Checkpoint, granfondo vs gravel

Comparando estas dos bicis uno se da cuenta de lo cerca que pueden estar las expectativas y preferencias de los usuarios de bicis granfondo y de las bicis de gravel. Es decir, lo que esperan y realmente aprecian estos dos tipos de usuarios.

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Ambas bicis ofrecen cosas similares. Geometrías cómodas, reacciones predecibles, confort en marcha y todo ello y en especialmente el caso de estas dos Trek, sin renunciar a la eficiencia mediante un cuadro rígido, relativamente reactivo y un con buen nivel de dinamismo. Ambas bicis además, pueden ser usadas en el terreno, supuestamente, propio de la otra. La Domane en pistas de gravel y la Checkpoint por asfalto. Pero entonces ¿Dónde están las diferencias? 

Emonda gravelizada

Puestos a pensar en la Domane como una bici para hacer gravel, hay que tener en cuenta que posee, por ejemplo, con el sistema de portaequipaje integrado en el tubo diagonal. Que no puede comprarse con los portabultos que pueden instalarse en una gravel convencional, lo sabemos, pero que en todo caso, no deja de aumentar la practicidad de este cuadro en ese sentido y más para uso de largas travesías.

La geometría y sobretodo, el doble sistema IsoSpeed, hacen que el cuadro de la Domane resulte incluso más confortable que el de la Checkpoint (qué tiene sólo IsoSpeed en la parte trasera del cuadro). Esto hace que con la presión adecuada en los neumáticos, la Domane se convierta en una montura con un filtrado de vibraciones más que notable y con la que pueden devorarse kilómetros por pistas sin problema.

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En pistas de tierra por tanto la Domane se comporta incluso de manera más neutra y suave que la Checkpoint si jugamos con las presiones. Con el doble IsoSpeed las irregularidades se sienten menos que con su hermana específica para gravel, aunque nunca podremos instalar neumáticos de 45 mm com con la Checkpoint (máximo 38).

Chekpoint sobre el asfalto

Del mismo modo, es evidente que a la Checkpoint le podemos instalar unos neumáticos específicos para asfalto. En ese caso, obtenemos una bici sorprendentemente rápida. Más incluso que su hermana, Domane. No en vano, la Checkpoint es incluso algo más ligera, con un cuadro menos absorbente y por tanto más directo y reactivo y aunque es algo más larga entre ejes, posee una pipa de dirección más baja que la Domane lo que hace que adoptemos una posición de conducción algo más agresiva, ideal para correr sobre la carretera.

Sus cualidades son excepcionales para el asfalto, tanto es así que a no ser de las roscas que posee en el cuadro para fijar portabultos, por estética, pasaría perfectamente por una bici de carretera.

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El hecho de montar una transmisión monoplato puede hacer que en determinadas situaciones, la bici no sean tan efectiva en todos los terrenos como lo es la opción de doble plato que evidentemente, monta la Domane, pero si no buscas una bici de carretera al uso, en donde es más lógico montar un doble plato, la Checkpoint puede ser excepcional como bici divertida y polivalente.

Misma esencia, diferente carácter

Probando las dos bicis sacamos la conclusión que tanto la Checkpoint, siendo una excelente bici de gravel, puede serlo también de carretera granfondo, como que la Domane, siendo una sobresaliente bici de granfondo puede ser también una buena opción para gravel. Sin embargo, no son exactamente iguales en esas competencias "compartidas" que tienen.

Si nos referimos a la Domane como bici de gravel, hay que ser consciente que su cuadro no posee roscas para instalar portabultos. Con lo cual, tiene más sentido si la usas para un gravel más deportivo, de travesías y rutas del día a día, pero no tanto para viajes, una de las opciones que a día de hoy, permite el gravel. La Domane además posee la mayor polivalencia del doble plato y lo que ello conlleva en cuanto a subir por cualquier tipo de terreno, aún con un casete menor que el 10-50 que el de la Checkpoint.

Eso sí, sus neumáticos, admite un máximo de 38mm, te marcarán el límite en cuanto al tipo de terreno por que que quieras discurrir, siendo un tanto condicionante si lo que quieres es hacer rutas con bastante componente técnico.

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La Checkpoint, con sus puntos de anclaje, permite hacer un gravel más viajero y con mayor capacidad de transporte. Una bici perfecta para gravel, sin duda. Si la pasamos al asfalto, parece incluso más rápida que la Domane escalando, aunque es menos aerodinámica y rueda un poco peor que su hermana rutera.

Si tuviéramos que elegir una de las dos, nos quedaríamos con la Domane si queremos hacer carretera y pistas de tierra de componente técnico moderado y no tenemos interés en hacer viajes.

Nos quedaríamos en cambio con la Checkpoint si por el contrario, buscamos una bici perfecta para gravel con buen comportamiento en carretera, aunque nunca mejor que la excelencia rodadora y de versatilidad del doble plato que ofrece la Domane. Así que para gustos, la Trek que más se adecúe a tus preferencias.

Más información en la web oficial de Trek España

Fotos: Jesús Andrés Fernandez

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