“Guau, ha sido duro. Quería un buen desafío para empezar la temporada y ciertamente lo he tenido”, tuiteó Chris Froome. “Un poco demasiado para febrero”, musitaba un ciclista neerlandés nada más cruzar la línea de meta. El final en alto de Haza Llanas era mucho, muchísimo desafío: 719 metros de desnivel superados en 7,4 kilómetros, gran parte de ellos con pendientes de doble dígito, precedidos por un terreno pestoso que incluía el intrincado Puerto de la Cabra. No solían afrontarse recorridos así en el inicio de año, pero los tiempos han cambiado: ahora la temporada inicia antes y cada carrera se compite, no existen prácticamente la figura del líder que viene simplemente a rodar ni aquellos especialistas en llegar al debut como tiros para recolectar resultados en los primeros eventos y posteriormente adoptar un rol secundario. Las estrellas de febrero son las mismas que brillarán en julio. Eso el público lo agradece; y los organizadores, también.
La carrera ayer tuvo verdadera calidad. La resolución fue grande por los protagonistas, por su desempeño y por su resolución. El momento clave fue la salida de Güéjar Sierra, el pueblo en el cual inicia la subida definitiva. Era un descenso y en sus curvas los Tinkoff-Saxo, que lideraban el pelotón, tomaron riesgos. Los Sky, por su parte, viajaban un poco retrasados. El grupo se cortó; los amarillos por delante, los negros por detrás. Se abrió una brecha que amplió un Ivan Basso magnífico en su labor de gregario de lujo para Contador. Mientras tanto, Froome trató de rehacerse con apoyo de Nieve o Kennaugh. La escuadra británica tenía las piernas; de hecho, cuatro de sus hombres están entre los siete primeros de la general. Sólo les falló la astucia.
A partir del lanzamiento de Basso, Contador sólo tuvo que hacer “un entrenamiento”, a ritmo, pero con la adrenalina de derrotar a su máximo rival en el primer mano a mano de 2015. No pudo sentenciar la Ruta del Sol, aunque sí cuenta con medio minuto de confortable ventaja para conservar el maillot rojo de aquí al fin de fiesta de Alhaurín. El resto de oponentes no lo pusieron difícil durante la jornada. Todas las escuadras salieron a la expectativa. “No sabemos cómo están Contador y Froome, pero sí que Intxausti está muy bien”, reflexionaba en la salida José Luis Laguía, director de Movistar Team. Su pupilo rayó a un excelente nivel, lejos de los dos grandes pero a sólo 20 segundos de Romain Bardet, su gran rival en la lucha por el podio. Por lo pronto, conserva 14 de ventaja respecto al galo en la general.
Segundo asalto
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