A todos nos ha pasado unas cuantas veces salir a la montaña y tener que pararnos porque las ruedas deciden deshincharse.
Este fenómeno se llama pinchazo, y tiene solución. Convirtiendo las ruedas en tubeless, se puede limitar mucho el riesgo de pinchazo. Hoy vamos a ver cómo. Convertir en tubeless una rueda quiere decir que vamos a quitar la cámara de aire, sellar todo el interior y crear una cámara estaca entre el neumático y la llanta. Esto necesita una válvula adicional, una cinta que tape todos los agujeros de los radios y líquido que selle las probables fugas de aire.
Llevar tubeless no quiere decir que no habrá pinchazos, pero se reduce mucho la probabilidad. Pudes Usar un líquido que se pone dentro del neumático que, en contacto con el aire, reacciona solidificándolo. Esta reacción va reconstruyendo los agujeros que se forman en la cubierta.
A continuación os enseñamos los pasos para convertir una rueda en Tubeless: hay dos pasos en cada página.
- SACAR LA RUEDA. Ya que vamos a trabajar con las ruedas, lo mejor es levantar la bici y poder trabajar sin tener que llamar a un amigo para que nos la aguante todo el tiempo. De paso, desenroscamos el tampón de la válvula y quitamos el aire.
- CON LAS RUEDAS FUERA, podemos armarnos de un par de palancas para poder sacar el neumático de su sitio. Recordamos que es muy importante que las ruedas vayan deshinchadas por completo. Un truco es colocar la parte de contacto del neumático con la llanta lo más en medio del aro. Se quita primero un lado de la cubierta, se extrae la cámara y luego se quita por completo el neumático.
- CON EL NEUMÁTICO FUERA DE SITIO, nos ayudamos de un destornillador plano pequeño e insertándolo por el agujero de la válvula, procedemos a extraer el fondo de llanta. Muchas veces es adhesivo, así que lo mas fácil es cortarlo con un cúter, siempre teniendo mucho cuidado de no marcar la llanta, sobre todo cuando es de carbono.
- ES MUY IMPORTANTE LIMPIAR BIEN LA LLANTA. La cinta tiene que pegarse de la mejor forma posible, así que cogemos alcohol y nos preparamos para limpiar la llanta interior. Hay que quitar todos los restos de pegamento o de impurezas presentes en la llanta.
- SELLAR LA LLANTA. El punto más importante del trabajo. Con toda la llanta limpia, vamos a colocar la cinta adhesiva. Es muy importante que la cinta sea del mismo ancho de la llanta, y que no se creen burbujas de aire entre capas y capas. Según la cinta se pueden dar más o menos vueltas. Cuando lo tengamos todo hecho, pinchamos con una aguja donde se encuentra el agujero de la válvula y procedemos a colocarla, apretando muy bien la rosca que la sujeta.
- EL NEUMÁTICO TUBELESS ES UNA CUBIERTA MÁS DENSA, MÁS RESISTENTE. Tiene un refuerzo lateral que evita las rajadas cuando se impacta contra una piedra y el flameo se reduce al mínimo. En este caso, después de haberlo sacado de la caja, procedemos a colocarlo en la llanta. Es importante colocar sólo un lado, para poder poner el líquido después.
- ECHAMOS EL LÍQUIDO TUBELESS EN EL INTERIOR LA CUBIERTA. En este caso, pondremos unos 50 ml más o menos. En seguida, teniendo mucho cuidado de que no salga por los lados, colocaremos bien el neumático en la llanta.
- LO SIGUIENTE ES LO MÁS IMPORTANTE, O SEA, HINCHAR LA RUEDA. Hay que ayudarse de un compresor de aire para poder talonar los dos lados sin que el aire se escape. En seguida rematamos con una bomba de aire y lo dejamos a presión. Una de las muchas ventajas del tubeless es que se pueden llevar las ruedas con mucha menos presión. En el caso de que llevemos ruedas de carbono, cuidado con la presión, no hinchar más de 3,1 bares.
