Cuadro de carbono, ¿cómo cuidarlo para prevenir roturas?

Cuadro de carbono, ¿cómo cuidarlo para prevenir roturas?

Tener una bicicleta con cuadro de fibra de carbono implica una serie de ventajas para el rendimiento, pero también unos cuidados específicos para prolongar su vida útil y evitar daños o roturas. Te los detallamos todos.

Los cuadros de carbono se han convertido en mayoría en las bicicletas nuevo modelo, así como de segunda mano. Es el material que más ventajas proporciona al ciclista en cuanto a rendimiento: menos peso, mayor grado de rigidez, mejor integración de componentes, etc.

Pero también es un material un poco especial en cuanto a su mantenimiento y cuidados. Esto no quiere decir que sea más frágil o que el cuadro de carbono requiera de unos cuidados más complejos. Se puede decir que una bicicleta de carbono es para toda la vida. Aunque hay que realizar siempre unos cuidados sencillos. Pero también algo diferentes con respecto a materiales como el aluminio, acero o titanio.

Teniendo en cuenta los consejos de este listado podrás tener un cuadro de carbono en perfectas condiciones por muchos años.

Cuidados básicos de un cuadro de carbono

  • Limpia tu cuadro: agua y jabón

Si seguimos un orden cronológico, lo primero que debes hacer para cuidar tu cuadro de carbono es limpiarlo, tras cada salida. No hace falta que compres productos específicos para la limpieza de un cuadro de carbono. Bastará con los mismos útiles que para uno de aluminio: agua y jabón neutro. Para aplicarlos, usa una esponja suave que no arañe o una manguera sin presión para el agua.

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Para secar, trapo de microfibra que esté limpio, para evitar dañar la pintura, los adhesivos de la marca, etc. Tras esta limpieza, sí que puedes usar algún producto especifico (existen numerosas opciones en el mercado) para proteger el acabado del cuadro. Un protector, un repelente del polvo, etc.

  • Revisa su estado periódicamente

Una vez limpio, te recomendamos hacer un examen visual de todas sus partes, y de forma periódica. Como norma general, debe hacerse cada mes. Pero si practicas MTB y haces rutas muy intensas, con bajadas y obstáculos, habrá que revisarlo después de cada salida, limpiándolo previamente.

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Fíjate bien en las uniones de los tubos, en el tubo del sillín, pedalier y dirección, sobre todo. También rueda con la bici unos minutos y verifica que no hay crujidos o ruidos extraños en estas partes. Asimismo, comprueba que no haya rasguños, o incluso se hayan formado grietas en la matriz del carbono. En este último caso, deberás llevar tu cuadro a reparar de urgencia a un taller especializado.

  • Mantén tu bici lejos de fuentes de calor

Como pueden ser radiadores o estufas. Si puedes, guarda tu bicicleta en el interior de un garaje, alejado de la acción del sol o la lluvia. Si no, tapa tu bici con un plástico o una funda específica para bicicletas. Mantenerla alejada del calor conservará la pintura y el acabado en buenas condiciones durante más tiempo.

  • Evita el roce con los cables

Una vez hemos lavado, revisado y colocado la bici en un lugar adecuado, llega el momento de proteger aún más el cuadro. Nos fijaremos en el contacto de los cables guiados por el exterior y que rozan con los Tubos. Te aconsejamos interponer, entre el cable y el cuadro, un protector adhesivo. Ya sea cinta aislante o parches especiales, que puedes encontrar en cualquier tienda.

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Procura que sean los suficientemente grandes para proteger esta superficie de contacto. Y, al mismo tiempo, discretos para salvaguardar una buena estética.

  • Usa pasta de montaje

Si vas a instalar una tija, o un manillar de carbono sobre una potencia de aluminio, tienes que usar siempre pasta específica de montaje para superficies de carbono. Posee una composición que previene el degradado de su superficie por el roce y es también antideslizante. Además, evita la aparición de ruidos, holguras y arañazos o fisuras.

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No obstante, debes usarla sólo para partes fijas. No la utilices para el montaje de bielas, ruedas o un juego de dirección. Asimismo, es conveniente limpiar bien las superficies tanto del componente como del cuadro, antes de aplicar la pasta y proceder a la instalación.

  • No te pases del par de apriete recomendado

Es uno de los consejos más importantes de esta lista. A la hora de instalar componentes fijos sobre el cuadro, o los tornillos adheridos, respeta siempre el par de apriete recomendado. Está expresado en Nm y aparece indicado, por lo general, en todos los componentes.

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Para garantizar que no te pases apretando, te recomendados hacerte con una llave dinamométrica, ya sea Torx o Allen. Son bastante económicas (a partir de 10 euros puedes tener una). Con una dinamométrica la llave hace tope en cuanto llega al par deseado, evitando apretar más de la cuenta y evitando así dañar la superficie o estructura del carbono.

  • Instala protectores en sus zonas expuestas

Puedes aplicar más cuidados en tu cuadro de carbono en lo referente a la protección ante agentes externos. Los protectores de tubos diagonales y vainas, muy extendidos en la actualidad (especialmente en el MTB) sirven para aislar estas zonas sensibles a la acción del agua, el barro, la grasa de la cadena o impactos de piedras.

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Muchas bicicletas los incluyen de serie y están cada vez más integrados para no romper la estética. Asimismo, también los puedes comprar por separado. Están hechos con materiales de goma que respetan la pintura, o de plástico duro.

  • Protégelo durante el transporte

No sólo tienes que cuidar tu cuadro en casa. También cuando llevas tu bici de ruta o a una carrera. Y sobre todo, al transportarla en el coche. Si usas portabicis, no aprietes demasiado las abrazaderas o correas para mantener firme la bici. Si decides meterla dentro con los asientos abatidos, pon encima y debajo una manta o plástico para protegerlo completamente de golpes o roces con otros componentes, como la rueda delantera.

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  • Revisión tras una caída o golpe

Si te has caído y ya has comprobado que no tienes daños físicos, puedes pasar a revisar el estado de tu cuadro de fibra tras el golpe. Realiza primero una inspección visual, seguida de una comprobación aplicando fuerza sobre la dirección, o girando el manillar y la tija. Con esto podrás descartar alguna deformación o fisura en los tubos.

En caso de que alguno de estos defectos aparezca, sería conveniente dejar de pedalear, si es posible. O bien tomar el camino más sencillo y rápido de vuelta y llevar la bici al taller para una revisión más completa.

  • Repara el cuadro en un taller especializado

Las reparaciones de urgencia o caseras de los cuadros de carbono no son recomendables. El arreglo de fisuras, deformaciones (muy poco probables) o roturas necesita de operaciones con productos de ensamblado específicos, parches de carbono especiales, etc, y son bastante costosas para realizarlas sin una formación específica en estos temas. En este punto la intención de ahorrarse unos euros por repararlo en casa puede acabar saliendo más caro si se comete un error.

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