Cubiertas de bici de carretera: Cómo elegir el ancho correcto

Cubiertas de bici de carretera: Cómo elegir el ancho correcto

Uno de los factores más importantes a la hora de comprar unos neumáticos de carretera nuevos, o escoger una bicicleta, es prestar atención al ancho de las cubiertas. A través de esta práctica guía podrás dar con el adecuado para ti.

Fotos: Aurelien Vialatte y James Mitchell Jacvan (ASO)

A la hora de tomar parte en algún carrera o marcha cicloturista, como por ejemplo la próxima L'Étape Madrid by Tour de France presented by Lapierre, tener instaladas unas cubiertas adecuadas a tu estilo de conducción o al recorrido puede marcar la diferencia. Prestar atención al tipo (con cámara, tubular), compuesto o TPI es importante, pero sobre todo hay que centrarse en una medida: el ancho de cubierta.

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De la anchura, también llamada sección, depende el grado de resistencia a la rodadura de la cubierta, el comportamiento en los giros y la capacidad de absorción de las irregularidades del terreno, ya sean baches, asfalto rugoso o incluso carretera adoquinada. A continuación te explicamos cuáles son los anchos estandarizados del mercado actual en cuanto a cubiertas de carretera.

Tipos de cubiertas de carretera según el ancho

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Tradicionalmente, las bicicletas de carretera montaban neumáticos con un ancho o sección muy estrecho, de 19 a 23 mm, con el fin de proporcionar menos resistencia a la rodadura y añadir menos peso a la bicicleta. Del control en las curvas se encargaba el ciclista, que tenía que mantenerse estable gracias a una gran pericia técnica.

Pero el desarrollo de compuestos más eficaces, de mayor agarre manteniendo el peso, ha permitido incrementar el ancho de la cubierta de carretera estándar varios milímetros más, de 25 a 28 mm. Siguen usándose bastante las de 23, pero las anteriores parecen erigirse como las más usadas, tanto en el campo profesional y en el aficionado (sobre todo en este último).

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Además, diversos estudios e informes de marcas, expertos biomecánicos, preparadores etc, han acabado enterrando la idea de que a menor ancho del neumático hay menos fricción con el asfalto. Un mayor ancho implica una diferente adaptación del neumático a la llanta, que reduce la superficie de contacto con el asfalto (su huella) y, por tanto, reduce la fricción sobre éste.

Por ello, una cubierta de carretera más ancha acaba teniendo menos resistencia a la rodadura y, por tanto, su desgaste es menor y permite rodar con mayor comodidad. sin gastar tanta energía. Además, necesitan menos presión de inflado.

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Aclarados estos puntos, es momento de relacionar cada ancho de neumático estandarizado a un tipo de ciclismo o recorridos determinados:

23 mm: asfalto liso y seco y recorridos cortos o explosivos, con subidas cortas y duras. Sección apta para ciclistas experimentados o corredores.

25 mm: asfalto liso y seco, pero también rugoso o irregular. Rutas cortas o de fondo. Sección apta para ciclistas experimentados o corredores.

28 mm: asfalto rugoso y seco o liso y mojado. Rutas de fondo, con subidas más largas y tendidas. Sección apta para ciclistas experimentados o principiantes.

30 mm: asfalto liso y mojado, rugoso y mojado y grava. Rutas de gran fondo o recorridos mixtos (asfalto, adoquines, grava, tierra compactada, etc.). Sección apta para condiciones especiales del terreno, en todos los niveles.

32 mm o superior: asfalto rugoso, roto y mojado y grava. Rutas de gran fondo con firme muy irregular y en malas condiciones. Sección apta para ciclistas de gravel o de carretera de todos los niveles para condiciones especiales.

Inconvenientes de aumentar el ancho

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Ya hemos visto que el incremento de la anchura de los neumáticos aporta importantes beneficios para el comportamiento de la bicicleta e incluso para el rendimiento del ciclista para determinadas situaciones. Pero también tiene contrapartidas que debes valorar a la hora de escoger entre un ancho u otro, especialmente si compites (aunque sea ocasionalmente) o te tomas muy en serio tus entrenamientos.

La primera es el inevitable aumento del peso de la cubierta. A más material, más peso añadimos al total de la bicicleta. El aumento, en líneas generales, es a razón de 15 gramos por cada 2 milímetros. No es una cifra para nada exagerada, pero en contextos como el de la competición o entrenamientos de alto rendimiento sí es un valor a tener en cuenta.

La segunda es el peor comportamiento aerodinámico. Las cubiertas de gran anchura ofrecen una mayor resistencia al viento y en competición este factor es clave y puede afectar negativamente a los datos de potencia o de velocidad.

Inconvenientes de reducir el ancho

Optar por cubiertas estrechas implica contar con un mejor control y manejo de la bicicleta. Las ruedas verán reducida su capacidad para absorber las vibraciones del terreno, además de ser más inestables en las curvas.

Una cubierta estrecha también acabará teniendo un mayor superficie de contacto sobre el asfalto, lo que implica un punto más de desgaste del ciclista, mayor incomodidad, así como desgaste de la propia cubierta, por la mayor superficie de fricción con el asfalto.

¿Dudas e indecisión? Opta por el término medio

Si aún con toda esta información tienes dudas sobre qué anchura de neumáticos te conviene, o no te encuentras identificado con las ventajas de cada medida, es mejor no darle más vueltas de lo necesario y optar por un ancho equilibrado. En este sentido, las de 28 mm irían perfectas para todo tipo de condiciones y rutas, aportando un extra de confort y seguridad que siempre es bienvenido, y es mucho más importante que otros factores como la ligereza o la aerodinámica.

Recuerda que, como en otros muchos componentes de la bici, importa más conocer tu nivel, uso que haces de tu bicicleta y limitaciones, para comprar las cubiertas más adecuadas y calibrar al máximo la balanza entre coste y rendimiento.

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