Barcelona ha puesto recientemente en marcha la prueba piloto del Bicing eléctrico que se alargará hasta 2017. La iniciativa nace como complemento al Bicing convencional y busca mejorar la eficiencia de su servicio en los viajes largos y ascendentes. Hasta el momento los desplazamientos de los barrios más elevados hasta el centro o el frente marítimo son mayoritariamente de bajada, lo que supone un desequilibrio de bicicletas en las estaciones dependiendo de la zona. Desequilibrio que se tiene que subsanar con el uso de camionetas especiales para reasignar una distribución eficiente.
{mosimage}Las bicicletas eléctricas, valoradas en más de mil euros, disponen de una autonomía de 40 kilómetros y pueden alcanzar los 20km/h gracias a su motor eléctrico trasero, que tarda cuatro horas en cargarse. Tiene tres niveles de asistencia al pedaleo y asistencia de arranque, a la vez que dispone de un cambio de dos velocidades. Su peso de 23 kilos, cuatro menos que la bicicleta a pedales del mismo Bicing, la convierte en una de las más ligeras de Europa. Características, todas ellas, pensadas para que la bici facilite a sus usuarios los desplazamientos largos o ascendentes. Los datos recogidos durante la primera etapa de la prueba muestran una media de 115 usos diarios y un recorrido medio de 2,7 kilómetros, superior a los 1,9 registrados en el Bicing mecánico. Se calcula medio por viaje eléctrico es de 20 minutos, frente a los 13 minutos del Bicing mecánico.
Los usuarios que deseen usar el servicio pagarán un suplemento de 14 euros en su cuota anual de Bicing y tarifas variables según la duración del trayecto –45 céntimos durante la primera hora y 80 por cada 30 minutos de más–.
Más información:
www.bicing.cat