Terminó el Tour, y como cada carrera grande deja certezas, incertidumbres, decepciones y nuevas realidades. Como siempre que acaba una carrera de tres semanas, en Arueda.com publicamos nuestros ‘nueve magníficos’. Una alineación de corredores que ha destacado en esta carrera. No tienen por qué ser los primeros de la general, sino aquellos que más han aportado a la prueba. Vamos allá:
Chris Froome (Team Sky). El patrón, y ya van tres. Sin mostrar una superioridad brutal como en sus dos victorias anteriores, ha sido el mejor con diferencia. Nadie le ha podido cuestionar su carrera y ha logrado sacar tiempo en situaciones donde otros años habría pasado problemas como los descensos, por ejemplo. Ya está entre los más grandes de la historia del Tour, en el segundo nivel y sólo por detrás del ‘Club de los Cinco’.
Mark Cavendish (Dimension Data). Poca gente esperaba que el paso a Dimension Data fuese así de fructífero, y más cuando su rendimiento en los últimos meses hacía presagiar que los mejores tiempos de ‘Cav’ habían pasado. Pero aquí está de nuevo, y ha vuelto a ser el velocista que deslumbró a finales de la pasada década. Cuatro etapas y la sensación de haber vuelto al mejor nivel, con un Mundial de Qatar muy propio a sus condiciones en el horizonte. Pero antes, los JJOO en Pista.
Tom Dumoulin (Giant-Alpecin). Está llamado a ser uno de los grandes. De esos ciclistas que dejan huella. Este deporte fue cruel con él el año pasado en Cercedilla, pero tanto el medio Giro que hizo como este Tour le han servido para demostrar que está entre los tocados por la varita. Se anotó dos etapas –una en su gran especialidad, la contrarreloj- que le hacen sumar cinco en las últimas tres Grandes que ha corrido.
Peter Sagan (Team Tinkoff). El campeón del mundo eslovaco es lo mejor que le ha pasado al ciclismo en los últimos cinco años. Lo tiene todo: carisma, personalidad, instinto ganador y una clase que no hay quien le discuta. A los 26 años se ha puesto su quinto maillot verde en París –con dos etapas ganadas- y ya le falta un poquito menos para llegar hasta los seis logrados por Erik Zabel. Sagan es de esos corredores que, sin opciones de ganar una Grande, marcan una época.
Romain Bardet (AG2R – La Mondiale). Si en 2014 le sobró la última semana para conseguir un podio que ambicionaba y tuvo muy cerca, esta vez fue al contrario. Dada la igualdad imperante entre los que estaban por detrás de Froome, su ataque camino de Saint Gervais Mont Blanc no sólo le dio una victoria de etapa sino también el segundo puesto en la general. Y eso, para un francés, es casi tanto como salvar la temporada y el honor del país en su carrera.
Jarlinson Pantano (IAM Cycling). Precisamente el año que IAM se marcha del ciclismo, uno de sus ciclistas le ha dado la primera victoria en el Tour. Ha sido Jarlinson Pantano, que ganó a Rafal Majka tras sufrir en el ascenso de las Lacettes de Grand Colombier y enganchar bajando a Culoz. Luego remató al polaco en el sprint final. En sólo un mes ha pasado de ser un buen corredor poco rematador a tener dos triunfos de gran nivel. Una etapa aquí y otra en Suiza.
Wout Poels (Team Sky). Es El Gregario, con mayúsculas. Sus prestaciones al servicio de Froome han sido sencillamente inmejorables. Sobre todo en la etapa del Chalet Reynard, cuando llegó desde atrás para colocarse delante de su líder y engancharlo a la rueda de Richie Porte, soltando a Nairo Quintana. A este nivel, Poels podría liderar casi todos los demás equipos de este Tour salvo los tres o cuatro punteros. Corredorazo.
Adam Yates (Orica – BikeExchange). Le sobró un día para entrar en el podio, pero ha sido la gran sensación de la carrera. El joven británico estuvo segundo durante gran parte del Tour, y sólo un mal día en Saint Gervais Mont Blanc lo bajó del ‘cajón’. Se llevó, sin embargo, el premio del maillot blanco en París. Todo esto con 23 años, evidentes problemas de colocación –casi siempre iba el último del grupo de los favoritos- y siendo la primera gran vuelta de su vida. No está nada mal.
Ion Izagirre (Movistar). El descenso del Jeux Plane que se marcó fue de lo mejor que se ha visto en este Tour. Primero, por su vertiginosidad. Y segundo pero no menos importante, porque fue capaz de ‘tumbar’ a dos halcones como Nibali y Pantano, éste último a punto de descarrilar incluso. Como consecuencia, su primera etapa en un Tour de Francia para poner la guinda a un año en el que suma ya cinco victorias, tres de ellas contra el reloj.
Como siempre pasa, el hecho de incluir sólo nueve nombres implica dejar fuera muchos que, por méritos, merecen estar aquí. De Gendt, Van Avermaet, el buen trabajo de Valverde en favor de Nairo Quintana y un largo etcétera de corredores que han cuajado un Tour que los convierte en ciclistas mejores de lo que eran antes de empezarlo.