¿Por qué federarse si ya puedo practicar mi deporte con total garantía y ya dispongo de mis propios seguros? En este artículo vamos a intentar responder a esta pregunta, exponiendo las ventajas de estar federado, ya sea a nivel competitivo o de cicloturista.
A diario los caminos y sendas de nuestras montañas son transitadas por infinidad de bikers, un número que a tenor de las últimas estadísticas no deja de crecer –de hecho se calcula que España cuenta con más de un millón de practicantes de ciclismo–. Ahora bien, si detuviéramos a cualquier grupo de bikers en cualquier lugar de nuestra geografía, probablemente nos sorprendería ver que la mayoría de ellos no dispone de ningún tipo de licencia o seguro. Una tendencia que difícilmente se levantará, ya que el precio de las mismas se ha disparado en algunas comunidades autónomas, que desde este año tienen la competencia total en este tema.
Puede que precisamente por esta razón la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) haya lanzado una campaña para intentar que el máximo número de ciclistas se federen, apoyada por las principales estrellas de cada una de las modalidades. Con el lema “Si eres ciclista, eres uno de los nuestros. #Fedérate” se explican las ventajas de un ciclista para unirse a la mayor comunidad ciclista de España, con más de 80.000 miembros. En la misma se recuerda: “Tu seguridad es nuestra máxima preocupación. Con la licencia tienes un seguro que cubre los riesgos de la práctica del ciclismo, compitiendo en pruebas federadas o entrenando. Además, estarás cubierto con un seguro de responsabilidad civil” y se destaca los beneficios que se obtienen al disfrutar de un descuento que va del 5 al 40 % en más de 300 marcas y en más de 14.000 puntos de venta, los sorteos a los que se tiene acceso y la opción de participar en más de mil pruebas, marcas y competiciones, entre otros argumentos.
Una licencia cuya obtención cuesta más o menos en función de donde viva el ciclista, con grandes diferencias, por ejemplo, entre Extremadura o Catalunya, donde la licencia cicloturista cuesta 63 y 70 euros, las más baratas, y Madrid, La Rioja o País Vasco, 140 euros.
La pregunta es obvia, ¿por qué existen estas diferencias? Para obtener una respuesta oficial hemos hablado con Diego Guerrero, director general de la RFEC, quien nos comenta que la diferencia de precio obedece a la “siniestralidad de cada comunidad. Si en una comunidad la siniestralidad ha sido baja, si se ha dado un buen año y no habido muchos accidentes, esto permite renovar las licencias a buen precio, pero, si no, pasa al revés.
Por ejemplo, en Madrid ha habido muchísima siniestralidad y de ahí el precio”, destacando que “no es un problema de precio, ya que la mitad de las federaciones no han tenido ofertas para renovar el seguro. Madrid y otras ocho o nueve federaciones solo han tenido una propuesta, y alguna del doble de lo que ya están pagando”. Diego anima a los ciclistas federados para que “utilicen el seguro de forma correcta. Hay muchos ciclistas que dan parte cuando igual no es necesario. El ciclismo es un deporte de riesgo. Es verdad que el seguro se utiliza mucho, pero muchos de los partes no son verdaderos accidentes, sino que se simulan lesiones”.
Nos consta que desde la propia RFEC –que por cada licencia, ya sea competitiva o cicloturista, se lleva seis euros– han intentado hasta la saciedad, por ejemplo, lanzar un seguro conjunto para todos los profesionales, pero no ha habido ninguna compañía que se haya interesado. “Esta temporada lo hemos vuelto a intentar y no es que nos hayan dado un precio alto, es que no nos han dado ni precio”.
Para intentar mejorar esta situación, parece ser que la RFEC está estudiando lanzar de cara a 2017 el “Carnet de Ciclista”, que ya aplica la Federación Madrileña de Ciclismo, que “daría responsabilidad civil, beneficios en forma de descuento, en forma de convenios comerciales y, en el caso de sufrir un accidente, te cubriría la Seguridad Social, ya que la licencia carece de seguro de accidentes”.
Habrá que estar atento al lanzamiento de este carnet y ver cuál es la evolución este 2016 de la expedición de licencias que, para un buen número de ciclistas, es del todo necesaria y obligatoria.
