Iago Garay: "Sabía que en España no había futuro"

Iago Garay:

Como muchos otros chicos de su edad, Iago Garay (30/09/1991) aprendió a disfrutar del mountain bike en el bosque de La Pinilla.

Llegó un día que vio que si quería aspirar a vivir de la bici y progresar, tenía que salir de su zona de confort. Puso tierra de por medio y se fue a hacer las Américas.

Desde entonces, es uno de los riders fijos de las Enduro World Series, en las que lleva desde 2013. Analizamos la evolución de las EWS y descubrimos un poco más a este madrileño universal.

¿Qué haces en Hawai? Me ha costado dar contigo, primero estabas en Seattle y ahora en el paraíso del surf. Me das envidia.

Estoy a punto de irme a vivir a Seattle, estoy pendiente de un visado de atleta. Hace dos años conocí a mi novia en España, ella es de allí, y yo he ido muchas veces a su ciudad. Y la verdad es que para montar en bici es un sitio increíble, hay circuitos de muy buena calidad.

Has completado todas las temporadas de las Enduro World Series (EWS) desde 2014, ¿cómo te fue este pasado año?

Acabé el 22º del ranking y estoy muy contento. Es mi mejor resultado en la general de las EWS. He tenido buenas carreras y he conseguido mantenerme bien, sin problemas mecánicos.

Tu mejor resultado parcial es un 13º en Nueva Zelanda. Puede quien piense que todavía estás lejos de los mejores.

Ahora mismo el nivel en las EWS es brutal. Cualquiera del top 20 puede acabar de los cinco primeros en una carrera. Hay un grupo de tres o cuatro que se reparten el primer puesto toda la temporada, pero a partir de ahí son varios los candidatos para estar arriba. Lo que sucede en las EWS es que todo cambia de un año para otro, y la clave está en adaptarse al terreno mejor que tus rivales, pero el nivel es altísimo. Mira, cuando hice el 13º en Nueva Zelanda, lo hice justo por detrás de Sam Hill.

Llevas en las EWS desde que arrancaron, ¿cómo han cambiado?

Muchísimo, desde el estilo de las carreras hasta la preparación de los atletas. Hubo una época en la que los circuitos de las Enduro World Series eran muy duros, que pedían mucha preparación física y fondo, y ahora se acercan más a un tipo de carreras en las que prima más la técnica. No son pruebas ni días tremendamente largos en cuanto a recorrido y desnivel, lo que prima ahora es la bajada, y si tu preparación es buena, podrás ir a tope. Esta evolución es buena para el público, ya que es más espectacular y bajamos más rápido, arriesgamos más porque las subidas no son tan duras y estamos más frescos. Los circuitos son más fáciles y para los fotógrafos, por ejemplo, es más fácil también. Se está profesionalizando mucho, de hecho solo tiene seis años.

Hay quien dice que el enduro está perdiendo su esencia con tanta profesionalización.

No lo creo. Nosotros todos los años tenemos cuatro competiciones en las que no hemos estado nunca. Los circuitos no se repiten nunca, solo uno o dos, con lo que se mantiene todo más fresco. Como competidores, ir a un sitio nuevo te anima mucho. Vas ilusionado, ya que no sabes lo que te vas a encontrar, y esto a nivel de competición es muy bueno porque te mantiene vivo. Queremos descubrir sitios nuevos y no caer en la rutina. Hay gente que lleva veinte años yendo cada año a la prueba de la Copa del Mundo DH de Mont-Sainte Anne (Canadá) a competir. Saben cómo son las piedras, se quedan siempre en las mismas casas, lo que para mí es aburrido, pero en el enduro no hay dos carreras iguales ni similares, se construyen senderos nuevos para las pruebas.

¿Qué tipo de prueba de las EWS te gusta más?

No estoy seguro. Se me da todo bastante bien. Soy muy consistente, pero donde me siento muy a gusto es en el bosque. Crecí en la montaña, en el bosque de La Pinilla. Todo lo que sea rápido y técnico se me da bien.

¿Dónde has mejorado más tú y dónde tienes que seguir mejorando?

Cada año cambian los circuitos, y este año he hecho mucho más gimnasio y lo he notado, así puedo sacar más beneficio de tener una mayor resistencia en las bajadas. Años atrás me centraba más en el físico, que es necesario, pero dejaba de lado la preparación técnica. Aún puedo mejorar en muchos aspectos.

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Como decías, creciste haciendo descenso y llegaste al enduro del DH, ¿es una ventaja?

Tienes mucha ventaja porque en el descenso el objetivo es bajar rápido, pero si intentas competir en un enduro como en un descenso, probablemente no acabes. En el DH es todo o nada, vas a hacer la bajada lo más rápido. El ritmo de competición en el enduro es diferente, tienes que ser más consistente y arriesgar dentro de unos límites. No puedes ir al máximo todo el rato, es probable que físicamente no aguantes y te caigas o tengas un problema mecánico. En el enduro solo hay una bajada de reconocimiento y hay que ir con más cuidado.

Qué es más fácil o garantía de éxito, pasar del enduro al descenso o viceversa.

No sabría. No es fácil ninguna de las dos vías en la más alta competición, pero es posible que una persona que sea muy buena en enduro se adapte muy bien al descenso, ya que tiene un mayor entrenamiento que uno que hace DH. Si vienes del enduro, eres más agresivo.

¿Y las bicis?

Lo hemos hablado mucho este año. Si miras atrás, verás que había una o varias personas que lideraban la carrera, tenían problemas mecánicos y se iban para atrás, rompían el manillar o el cambio, y este año casi no ha habido situaciones en las que alguien haya roto en competición. Hoy el material y el producto que se utiliza es muy bueno: las ruedas no se rompen tan fácilmente, las cubiertas no pinchan y las suspensiones trabajan bien.

¿Realizas muchos cambios en tu bici a lo largo de la temporada?

No hacemos muchos cambios. Buscamos unos settings a principio de temporada. Este año, por ejemplo, hemos jugado con la altura del manillar, con una arandela o dos de diferencia en función de si el circuito es más o menos empinado. Y las suspensiones tampoco las cambiamos mucho. Cada circuito es diferente y en una carrera puedes tener cuatro senderos distintos, por lo que hay que llevar una bici que funcione en todos los terrenos, ajustando las suspensiones, la horquilla y de frenos siempre llevamos los más potentes, con discos de 200 mm.

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Quizá el hándicap de las EWS sea la difusión de las pruebas, no hay por ejemplo una plataforma como Red Bull que las retransmita.

Las competiciones de las Enduro World Series son competiciones muy interesantes, pero son difíciles de seguir para el público. Necesitamos una mejor retransmisión para la gente que no está en la carrera. Conseguir una retransmisión como la de Red Bull TV es muy complicado, ya que en el enduro son hasta seis circuitos en un solo día. Pero confío en la evolución de la tecnología y que dentro de muy poco sea más barato, por ejemplo con cámaras GoPro retransmitiendo en directo. En el momento en que logremos una retransmisión que muestre bien la competición, el salto de calidad será tremendo, y las marcas se implicarán más.

Lo que no cambia es el dominio de Sam Hill.

Yo desde pequeño siempre he sido un superfan de Sam Hill. Tuve la suerte de ser su compañero de equipo cuando llegó a las EWS y pude conocerlo más personalmente. Es un tío 10 y muy humilde. Nunca habla de sí mismo y lo primero que te pregunta es cómo te ha ido la bajada, sea quien seas. Y si te conoce, se interesará por ti. Es un ejemplo de competitividad y de sacrificio. Supo ver sus flaquezas cuando se pasó al enduro y trabajó duro. Técnicamente no tiene comparación. No hay nadie que pueda tomar una curva como Sam Hill.

En cambio, Richie Dude bajó su rendimiento.

Es difícil estar en lo más alto muchos años seguidos. El cuerpo de un atleta se mantiene unos dos años al máximo rendimiento y siempre hay un pequeño bajón. Fue una mezcla de eso y de falta de motivación, pero sigue ahí y el año que viene estará arriba del todo.

Poco a poco el enduro va subiendo en España, que haya pruebas de las EWS es básico, ¿no?

En España tenemos un problema con el enduro, tal como pasa con el descenso, porque no hay muchas pruebas de nivel que se puedan comparar a la Copa del Mundo y hay muy pocas ayudas de la federación. ¿Cómo puede ser que la federación ponga una carrera del Open de España de Enduro el mismo día que el Trofeo de las Naciones de las EWS? La única manera de mejorar como piloto es salir de tu zona de confort, y para ello hay que salir fuera. La federación no se involucra y el enduro no le interesa. Se subió al carro del Open de España para sacar pasta, pero más allá del dinero le importa un pepino. Yo le he pedido ayuda y ha pasado de mí. Necesitamos más ayudas e implicación de la federación. No puede ser que el Open de España se haga en un mes y medio.

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En el fondo se puede decir que has tenido suerte y vives de la bici.

Me dedico solo a la bici y, gracias a mis patrocinadores, me lo puedo permitir. Hice INEF, Ciencias del Deporte y de la Actividad Física, y en mi quinto año empecé a competir en las EWS. Tengo mi título y espero que cuando deje de competir me gane la vida con algún trabajo.

Pero tuviste que tomar una decisión difícil si querías seguir persiguiendo tu sueño biker.

Lo tenía muy claro. Sabía que en España no había futuro. Si te dedicas a correr solo en España, el nivel es muy bajo. Hay que salir de la zona de confort para mejorar. Sabía que las ayudas y el nivel estaban fuera, y decidí, a través de la universidad, pedir una beca en Estados Unidos e irme un año a vivir. Conocí marcas, pude competir, fui al Sea Other. Sé que no todo el mundo se puede permitir lo que yo hice, pero tienes que luchar por ello. Todo el dinero que conseguía era para competir y viajar. Mira, hay mucha gente que hace las EWS que tienen dos trabajos en invierno para poder competir en verano. Se buscan una furgoneta y se dedican a viajar y a dormir en ella. Pienso que a los españoles nos falta un poco de determinación, es como si no quisiéramos disfrutar.

¿Hablabas de dejar de competir?

Tengo 28 años y no tengo ninguna idea de dejar de competir. Lo seguiré haciendo hasta que el cuerpo ya no pueda. Espero que me queden otros ocho años de competición y poder seguir viajando y descubriendo mundo.

Esto es lo bueno de la bici, de competir en las EWS, que descubres sitios fantásticos.

Uno de mis sitios favoritos es Bariloche, en Argentina. Es una cordillera increíble y todo volcánico. Hay un terreno, una tierra, que es como polvo, pero pesado. Es lo más parecido a esquiar en nieve polvo, pero con tu bici, y vas flotando sobre medio metro de polvo. Por debajo del casco te entraba polvo y salía por las gafas. Es precioso. Lo bonito de viajar es que descubres la diferencia entre las culturas.

Pero a veces en la comida...

No solemos ir a sitios muy raros. Una de mis peores experiencias fue en China. La barrera del lenguaje te perjudica, pero puedo decirte que se come muy bien en todo el mundo.

Y ¿con qué comida te quedas?

Soy muy fan de la comida mexicana, de los burritos y los tacos.

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