JOSH BRYCELAND

J.B. – Hace tanto tiempo que no monto…, pero si me paro a pensar, no veo cómo se puede mejorar esta bici, cómo se puede hacer que sea más rápida. Desde mi punto de mi vista, trabaja condenadamente bien –utiliza una expresión que me ha gustado bastante, like a glove on a chickens back, algo así como que le va como anillo al dedo.

S.B. – ¿Cree el campeón de la Copa del Mundo que el DH pasa por un buen momento?

J.B. – Sí, en el plano deportivo se están consiguiendo grandes cosas y goza de buena salud. ¡Ojalá que siga así!

S.B. – Hay quien dice que el enduro está ganando terreno al descenso.

J.B. – No quiero comentar esta pregunta.

S.B. – Gran Bretaña siempre cuenta con grandes descenders, ¿por qué?

J.B. – No tenemos grandes montañas, así que intentamos sacar el máximo provecho de cada esquina.

S.B. – ¿Sigues haciendo cross country?

J.B. – Por supuesto. Lo hacía y lo sigo haciendo. Es la única manera de saber que estás entrenando duro y de aprender las lecciones.

S.B. – ¿Cuándo supo tu familia que  querías ser un profesional del DH?

J.B. – Desde que pude andar en bici. No sé, ¿a los cuatro o cinco años?

S.B. – ¿Qué consejo darías a un joven que te tuviera como ejemplo?

J.B. – Que sea rápido y esté sano, ya que tienes que llegar a las carreras para competir. Todo es cuestión de equilibrio.

S.B. – ¿Qué opinas de los pilotos españoles?

J.B. – Tengo sangre española… Me encanta todo lo que tenga que ver con España.

S.B. – Si te digo 26”, 27,5” o 29”, ¿qué respondes?

J.B. – Que con independencia del diámetro de rueda, son bicis y que me encantan las bicis.

S.B. – Con tanto viajar, ¿dónde comes mejor y cuántos platos serías capaz de comerte de tu comida favorita?

J.B. – Me gusta esta pregunta. La comida varía mucho donde vayamos, pero Kathy, nuestra directora del equipo, se las arregla para cocinar una comida deliciosa. Soy capaz de comerme dos o tres de sus platos.

S.B. – ¿Hay alguna razón por la que no vayas a la peluquería?

J.B. – El pelo es poder, amigo.

S.B. – Y ahora algo que nunca te han preguntado, ¿por qué Rat Boy?

J.B. – Un día, de repente, Sam Dale y Steve Peat decidieron que me parecía a una rata y ¡ya ves!, ¡ja, ja!

S.B. – Ya estamos, añade lo que quieras.

J.B. – Pues, gracias por la entrevista. Cuidaros y paz, amigos, paz.