Julio Jiménez, apodado el 'Relojero de Ávila' ha fallecido esta madrugada como consecuencia de las heridas sufridas por una accidente de coche en el día de ayer. Gran escalador, el exciclista llegó a ser segundo en un Tour de Francia y ganó 23 victorias como profesional, la mayoría etapas de montaña.
El ciclismo español está de luto por la desgraciada muerte esta madrugada de Julio Jiménez, el 'Relojero de Ávila'. El exciclista, de 87 años, murió en su ciudad natal debido a las graves heridas que le causó un accidente de tráfico ocurrido al mediodía de ayer martes en la capital abulense.
Aún se desconocen las causas del accidente. Al parecer, el coche en el que viajaba Jiménez como pasajero impactó contra una pared tras salir de un lavadero de coches en la calle Pintor Caprotti, según informa el Diario de Ávila. Otros dos ocupantes, de 87 y 80 años, iban con Jiménez en el vehículo. Todos ellos fueron trasladados de urgencia al hospital Nuestra Señora de Sonsoles.
Con el paso de las horas, el estado de Julio Jiménez fue empeorando. Hasta que hoy, a las 3 de la madrugada, se confirmaba su fallecimiento.
Jiménez, un gran escalador con un nutrido palmarés
El Relojero de Ávila es considerado, por unanimidad, uno de los mejores ciclistas españoles de la historia y uno de los mejores escaladores de los años sesenta. Su carrera deportiva vivió su máximo apogeo en esta década, especialmente en el Tour de 1967. En él consiguió acabar segundo de la general, erigiéndose como el principal rival del ganador final, el francés Roger Pingeon.
Un año antes, en 1966, quedó cuarto en el Giro, ganó dos etapas y vistió la maglia rosa de líder durante 11 días, para perderla en la contrarreloj larga de la 13ª jornada. En sus más de 12 años como ciclista profesional, consiguió 23 victorias, 12 de ellas en grandes vueltas. Algunas de estas últimas fueron triunfos de mucho calado en etapas de montaña, como las dos que consiguió en el Tour de 1964 en Andorra y el Puy de Dôme, con grandes exhibiciones en solitario.
Así, consiguió ganar tres veces, y de forma consecutiva, la clasificación de la Montaña del Tour (1965, 1966 y 1967). También tres veces también la de la Vuelta a España (1963, 1964, 1965) y fue campeón de España de Montaña en 1964.
Además de su palmarés, Jiménez fue uno de los ciclistas más famosos y codiciados de los años sesenta, década de gran crecimiento y esplendor del ciclismo profesional. Corrió en los mejores equipos del momento, como el Faema, Kas, Ford o Bic. Y llegó a ser uno de los mejores gregarios de la gran estrella Jacques Anquetil, heptacampeón francés del Tour.
En España, muchos lo recuerdan como sucesor de Federico Bahamontes, con el que rivalizó en las principales carreras del calendario en los últimos años de profesional del toledano. Hace unos años, Televisión Española emitió un documental sobre su figura en el programa Conexión Vintage de Teledeporte.