El misil Fernando Gaviria (UAE-Emirates) está de vuelta. El colombiano se impuso en la segunda etapa de la Vuelta a Burgos al resolver un atípico esprint meses después de contraer la COVID-19 durante el UAE Tour. Su triunfo contrasta con el abandono de tres compañeros que mantuvieron contacto con un positivo. Gaviria, coronavirus y victoria, las vueltas que da la vida.
El día empezó con el anuncio menos deseado: “Sebastián Molano, Cristian Muñoz y Camilo Ardila no empezarán la segunda etapa de la Vuelta a Burgos. Los tres ciclistas colombianos estuvieron en contacto el sábado con una persona que dio positivo por COVID-19. Los tres están aislados y serán enviados a casa, aunque en los dos tests previos a la carrera dieron negativo”, informó UAE-Emirates en un comunicado.
Los fantasmas de una cancelación sobrevolaron al ciclismo casi cinco meses después del obligado parón por la pandemia, pero la segunda jornada transcurrió con aparente normalidad y sin más sobresaltos que una caída en la última curva. Allí arrancó Gaviria y nadie le pudo hacer sombra en los metros finales.
“Después de haber pasado el virus, después del parón y de no saber si volvería a competir este año… es una de las victorias que sabe mejor”, declaró el colombiano para los micrófonos de la Vuelta a Burgos. “No se nos vio delante, pero fue un trabajo de todo el equipo. Tener a tres corredores menos y no tener Molano, que es uno de mis lanzadores, fue un golpe para nosotros, pero contamos con la suerte y con las piernas”, añadió.
Cuestionado por las medidas de seguridad y la nueva normalidad en el ciclismo, reconoció que “la forma de competir es la misma”, aunque destacó el “nerviosismo” de “muchos corredores que acaban contrato y quieren expresarse, de ahí los riesgos”. El colombiano, que tiene asegurada su continuidad en UAE-Emirates hasta 2021, se expuso igualmente en la última curva y salió de ella como un cohete para volver a ganar. Gaviria, coronavirus y victoria.