El Giro llega por vez primera en otoño, justo después del Tour, qué cosas. Coincide con las grandes clásicas antes reservadas para la primavera: Lieja, Flandes y Roubaix. Aún hay más: la última semana de carrera se solapa con la primera de la Vuelta. La culpa es del bicho, ya saben. La lista de favoritos a la maglia rosa se resiente, claro. Haberlos, haylos, como las brujas, y aquí los presentamos.
Vincenzo Nibali (Trek-Segafredo). El Giro es el caladero favorito del Tiburón. Se siente como en casa. Más que nunca con la salida desde Sicilia, su isla. Seis podios en las seis últimas participaciones le avalan: 1º en 2013 y 2016, 2º en 2011 y 2019 y 3º en 2010 y 2017. No habla tan bien su aproximación, pero en el Mundial de Alaphilippe ya se dejó ver. Fondista, todoterreno e ídolo local, es una apuesta segura.
Steven Kruijswijk (Jumbo-Visma). La Percha se dio a conocer en Italia. Allí hizo sus primeros pinitos como vueltómano y en 2016 rozó la victoria. En los Dolomitas se le puso cara de campeón, pero una tremenda caída bajando el Agnello le dejó sin podio. Si la nieve lo permite, este año volverá al lugar de los hechos. Su estado de forma es una incógnita: no se ha puesto un dorsal desde que abandonó el Dauphiné.
Simon Yates (Mitchelton-Scott). El Giro le debe una desde 2018: ganó tres etapas y vistió la maglia rosa durante 13 etapas hasta su hundimiento en la Finestre, el gran día de Froome. Ese mismo año se resarció con su victoria final en la Vuelta y demostró que puede con las tres semanas. Explosivo y atacante, llega en forma tras conquistar la Tirreno-Adriático y con un poderoso equipo a su servicio.
Jakob Fuglsang (Astana). Solo corrió la corsa rosa en 2016. Entonces era gregario de Nibali y acabó 12º. Su mejor resultado en tres semanas se remonta a un 7º en el Tour de 2013. No lo tengan en cuenta, este es otro Fuglsang, el ganador de dos Monumentos: Lieja y Lombardía. Le falta el podio de una grande y esta es una oportunidad inmejorable. Sus peores enemigos están en casa (lean más abajo).
Geraint Thomas (INEOS Grenadiers). Despechado por su equipo para el Tour, en el Giro espera recuperar su estatus perdido. Segundo en la reciente Tirreno y cuarto en el Mundial contrarreloj, el galés también tiene cuentas pendientes en Italia –¿quién no?–. En 2017 partía como favorito y se pegó un tortazo el primer gran día de montaña que le mandó para casa. Un año después ganó el Tour, poca broma.
Otros nombres
No es muy atrevido decir que uno de los arriba citados vestirá la maglia rosa el 25 de octubre en Milán, pero en la salida estarán 176 ciclistas y hay unos cuantos que merecen cierta atención. Es el caso de los escaladores Miguel Ángel López (Astana), Rafal Majka (BORA-hansgrohe), Ilnur Zakarin (CCC), Domenico Pozzovivo (NTT), Wilco Kelderman, Sam Oomen (Sunweb) o Giulio Ciccone (Trek-Segafredo).
En el Giro no estará el prodigio belga Remco Evenepoel, pero hay otros jóvenes talentos con muy buena pinta. Apunten los nombres de Tobias Foss (Jumbo-Visma), Joao Almeida, James Knox (Deceuninck-Quick Step), Brandon McNulty (UAE-Emirates) o Aleksandr Vlasov (Astana), por ejemplo No sería una sorpresa ver al ruso y a Supermán López haciendo la guerra por su cuenta (lo de Fuglsang).
En las llegadas masivas hay un claro favorito: el pichichi Arnaud Démare (Groupama-FDJ). Sus principales rivales al esprint son Elia Viviani (Cofidis), Fernando Gaviria (UAE-Emirates), Álvaro Hodeg (Deceuninck-Quick Step) y Davide Cimolai (Israel Start-Up Nation), sin olvidar a Peter Sagan (BORA-hansgrohe) y a Michael Matthews (Sunweb), los dos pendientes de Diego Ulissi (UAE-Emirates) en las llegadas más explosivas.
Los españoles
No será el Giro del ciclismo español, con solo nueve participantes y sin aspirantes a la general. Óscar Rodríguez (Astana), Pello Bilbao (Bahrain-McLaren), Víctor de la Parte (CCC), Dani Navarro (Israel Start-Up Nation), Héctor Carretero, Antonio Pedrero, Sergio Samitier, Albert Torres (Movistar) y Jonathan Castroviejo (Ineos Grenadiers) completan la nómina.
Análisis del recorrido / Dorsales