¿Cómo va?
Disponible en el mercado desde el mes de junio, hemos tenido la oportunidad de exprimir a fondo el pulsómetro Polar V800, el dispositivo más avanzado que ha fabricado Polar hasta el momento. El reloj, más allá de cumplir con las funciones básicas que necesita un ciclista (velocidad, distancia recorrida, cronómetro, parciales, desnivel acumulado, inclinación del terreno, temperatura o el ritmo cardíaco por ejemplo), es un aparato multidisciplinar capaz de soportar diferentes perfiles deportivos totalmente personalizables para controlar los entrenamientos de forma exhaustiva.
Con un diseño elegante, urbano y original, se desmarca claramente del resto de los relojes que tienen una estética más deportiva. Las funciones y opciones de visualización son interminables, y es obligatorio registrarse como usuario en la web de Polar y perder horas para sacarle el máximo partido a un dispositivo realmente completo. Eso sí, estamos pendientes de una última actualización de firmware (prevista para septiembre), que permitirá aprovechar todo el potencial del dispositivo.
Con un sensor GPS muy eficiente (se consigue señal rápidamente y no la pierde incluso en senderos muy cerrados), además de proporcionarnos datos de velocidad y desnivel acumulado, será posible navegar sobre rutas previamente grabadas.
El protocolo de comunicación es el Smart Bluetooth de baja energía, que sirve para conectar con la cinta de frecuencia cardíaca, el sensor de cadencia o de velocidad (50 euros cada accesorio o 70 euros el pack) y permite comunicarse con una aplicación para iPhone y próximamente para Android (se está acabando de desarrollar la App), que nos ayudará a planificar y analizar el entrenamiento mediante el servicio gratuito de Polar Flow. Además, en la web, podrás ver los entrenamientos y rutas de otros usuarios, interactuando con ellos con la posibilidad de escribir comentarios o utilizar un servicio creado para que tu entrenador personal controle tus actividades y plantee nuevas sesiones que podrás descargar en el reloj.
¿Para quién?
Más que un dispositivo para utilizar únicamente cuando pedaleas, es un reloj para llevarlo puesto a todas horas (incluso mientras duermes), ya que, además de medir cada sesión de entrenamiento, gracias al sistema de detección continua de movimiento (sin necesidad de llevar la cinta de frecuencia cardíaca), otra de sus funciones es la de monitorizar la actividad diaria (como la pulsera Polar Loop), ayudándote a comprender y evaluar tu carga de entrenamiento y el tiempo que necesitas de recuperación (conociendo realmente lo que has hecho). Si eres un amante de los datos y te gusta dedicar horas analizando los valores y cada detalle de tus sesiones, éste es tu dispositivo.
¿Qué falta?
A pesar de que para el uso cotidiano sea un reloj cómodo, mientras pedaleas es totalmente recomendable utilizar el soporte de manillar (10 euros), ya que en salidas exigentes nos ha causado molestias en la muñeca y se han activado funciones por fricción de los botones laterales.
Por otro lado, echamos en falta un manual de instrucciones impreso o al menos una primera guía rápida que nos ahorre tener que meternos en una web un tanto complicada a las primeras de cambio.
No es compatible con los sensores W.I.N.D que utilizaba Polar hasta el día de hoy.
Características técnicas |
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Precio | 449,90 euros (con cinta de frecuencia cardíaca) |
Peso | 79 gramos |
Pantalla | Gorilla Glass 128×128 píxeles |
Material | Plástico, aluminio y acero inoxidable con correa de poliuretano |
Pila | Batería recargable de polímero de litio de 350 mAh |
Autonomía | 14 horas con GPS y frecuencia cardíaca (opción de alargarlo hasta las 50 horas en modo bajo consumo). 30 días en modo reloj |
Capacidad de memoria | 60 horas con datos de GPS y frecuencia cardíaca |
Tiempo de carga completa | 90 minutos aproximadamente |
Colores | Black o Brown/Tan |
Resistencia al agua | Sumergible hasta 30 metros (sin perder la posibilidad de medir la frecuencia cardíaca debajo del agua). |
Web | www.polar.com |
Pulsómetro Polar V800 HR disponible en retto.com.