Juan Sin Miedo, pionero ártico.
Tras cruzar Groenlandia de costa a costa, el aventurero de Pravia (Asturias) Juan Menéndez Granados asumía el sueño de toda su vida: ser la primera persona en llegar al Polo Sur en bici y sin nadie que le ayudara. Y, como en sus otras expediciones, el éxito le acompañó. Ahora, ya piensa en aventuras más cálidas. Quiere dejar el frío en la nevera.
Conseguimos que nos hiciera un hueco en su apretada agenda. Tras ser la primera persona en llegar al Polo Sur en bici en solitario, la agenda de Juan Menéndez Granados contiene tantas o más citas que la del presidente del Gobierno. A este asturiano universal se le acumula el trabajo y lo despacha como puede. Sabe que es el precio que tiene que pagar por haber hecho historia. Se nota que no le gusta en exceso, pero está curtido en ésta y mil batallas y sabe cómo tiene que comportarse ante la prensa. Por ello, rápidamente deja volar la imaginación y no para de contarte todos los detalles de la expedición. La mente de Juan es como una cascada de ideas. De su boca brotan infinidad de palabras llenas de sentido y significado, y hago todo lo posible para que no se me escape ninguna. Para que una vez agrupadas, sirvan para explicar lo que sintió de verdad Juan Sin Miedo tras conquistar en 46 jornadas, doce más de lo previsto, el Polo Sur en bici tras 1.200 kilómetros.
Juan, ¿la conquista del Polo Sur fue como estaba prevista?
Más o menos sí. Había ciertas incógnitas. Por ejemplo, se cumplieron las peores previsiones que se podría esperar y hubo mucha nieve. Fue difícil. Las fat bikes están pensadas para nieve y arena, pero tienen sus imitaciones. La bici y la nieve todavía no son buenos amigos. Al principio tuve más dificultades de las previstas, pues hubo mucha nieve, y tuve dificultades al final. En lo alto del plató antártico la nieve no se transforma y hay mucha calma. Era de esperar que hubiera zonas complicadas, por eso llevé los esquís. Me defendí bien, y estoy contento de lo hecho y cómo lo he hecho, con total autonomía.
Para quien no lo sepa todavía, ¿qué significa con total autonomía?
Quiere decir que no utilizo ni depósitos de víveres en medio del recorrido, ni coches, ni cámaras de apoyo, que estás solo, y que con lo que sales tienes que llegar: más solo que la una. Esto exige tomar decisiones muy comprometidas. Hubo que salir en un estilo muy ligero. Tuve que quitar todos los envases de comida, ir ligero de comida. Llevaba comida para 40 días y dos de reserva. Al final la expedición duró 46 días.
Hubo cuatro días que por las condiciones de la nieve y meteorológicas me fui retrasando. Estos cuatro días de más bebía Cola Cao con aceite para que me diera calorías y unos frutos secos que me quedaban.
¿Perdiste muchos kilos?
Salí con 83 kilogramos, un poco pasado de kilos expresamente, y acabé con 72 kg.
La bicicleta, la fat bike, ¿fue la misma que la de la última expedición en Groenlandia?
Fue diferente. La bici fue pensada por y para mí. Cada pieza era de un fabricante y funcionó perfectamente. No tuvo ningún problema mecánico, y ahora estoy en un serio dilema. Para poder realizar esta expedición tuve que pedir un crédito y tuve serios problemas de financiación, y ahora estoy valorando la posibilidad de subastarla para reducir el crédito. Una expedición como la del Polo Sur es muy cara, porque la logística es prohibitiva. No es para mortales, o estás superpatrocinado o eres rico. Los mortales pagamos caro estos retos. Para que te hagas una idea, poner un pie en la Antártida son 60.000 euros, por la logísticade los vuelos y los seguros.