Susana Sánchez es una de las muchas intensivistas que ha estado dedicándose en cuerpo y alma a cuidar de los enfermos por coronavirus en la UCI del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Su oficio lo compagina con su pasión por el ciclismo, que ha tenido que aparcar temporalmente como todos, y es que forma parte del Club Triatlón Las Rozas.
A sus 52 años tiene previsto volver a participar en la Non Stop Madrid-Tajo Internacional-Lisboa del próximo 25 de septiembre por tercer año consecutivo, en un equipo de tres, con sus dos amigas Lola Melle y Marta Godé, que también repiten.
Pero su entrenamiento ha tenido que pasar a un segundo plano, y es que no solo ha tenido que estar cuidando de los afectados por el COVID-19, sino que además estuvo afectada directamente por el virus, por lo que ha tenido que estar en cuarentena durante un tiempo.
Susana se ha tenido que enfrentar a todo tipo de situaciones como médica intensivista, pero admite que «en 30 años de profesión nunca había visto nada así«. Una crisis mundial que está poniendo a muchos países contra las cuerdas.
Pero ya pasado su periodo de confinamiento, está con fuerzas para volver a primera línea de combate, aunque también de retomar su actividad física con el rodillo y de proseguir con las videollamadas junto a Lola y Marta, en las que hacen ejercicios de fuerza.
Y es que la Non Stop les trae muy buenos recuerdos, entre ellos el momento en que decidieron aventurarse a esta durísima prueba. Después de estar siguiendo la edición 2017 de cerca y haber «bebido alguna cerveza de más», se lanzaron al reto. Y pese a pensar que «no seríamos capaces de acabarla», al final sobraron 10 minutos de las 55 horas que hay como máximo para terminar la prueba.
Otra de las cosas que más destaca de esta prueba es la solidaridad de los equipos, sobre todo «entre las chicas», y es que es uno de los factores clave para poder disfrutar al completo de la experiencia que ofrece la Non Stop. Una solidaridad que también están demostrando los españoles en estos tiempo difíciles, y en particular los sanitarios como Susana, que se exponen para tratar de salvar tantas vidas como pueden.
Susana y sus amigas tienen previsto entrenar más el desnivel y por las montañas este verano, si se lo permite el virus. Además, una semana antes de la Non Stop, se enfrentarán a la Quebrantahuesos, que ha adelantado su fecha, como muchas otras pruebas, por el coronavirus.
Pero pase lo que pase, esperemos que por entonces hayamos superado esta crisis mundial y que gente tan admirada como Susana pueda disfrutar de su pasión después de toda la dedicación y sufrimiento que les ha causado el virus estos meses.