“Después de la caída en la Vuelta a España, había pasado un período importante sin vivir un momento de felicidad como hoy, ese para el que uno se prepara e invierte tanto trabajo”. Dicen las malas lenguas que Nairo Quintana no se encontró bien en la Vuelta a San Luis, o al menos no donde quería estar; que por eso aprovechó la caída en el Campeonato de Colombia para saltarse la Ruta del Sol y entrenar tranquilo unas semanas más junto a su hermano Dáyer, con quien pedaleó desde Medellín (donde se disputaron los Nacionales de su país) hasta su Cómbita natal. Fueron varios días de trayecto en los cual aprovecharon para conocer el mítico Alto de Letras. A tenor de lo visto en Tirreno-Adriático, el ‘road trip’ le sentó bien. Como siempre, ha vuelto de Colombia en plena forma.
Nairo Quintana es un superdotado físico. Sin embargo, quienes le conocen destacan su cabeza por encima de las piernas. Hablan de un ciclista muy maduro para su edad, fortalecido por haberse hecho como persona en circunstancias hostiles, muy inteligente para gestionar situaciones difíciles como su enfermedad durante el pasado Giro d’Italia, frío y competitivo para aprovechar tesituras como la bandera roja del Stelvio. Buen ejemplo de este instinto fue el Terminillo: realizó su demarraje en un momento de despiste de Alberto Contador y, cuando se vio superior al pinteño, le dio vida para después rematarlo.
Los resultados y la forma de conseguirlos están convirtiendo a Nairo Quintana en un ciclista respetado. Dentro de Movistar Team tiene cada vez más peso, con una cohorte de gregarios como Jonathan Castroviejo (fantástico su nivel esta semana) o Fran Ventoso (pese a estar enfermo, no se retiró para continuar ayudando a su líder) que le guardan la máxima lealtad. En el pelotón, algunos directamente le temen por sus cualidades deportivas… y por su carácter.
Pese a los grandes superclases que tendrá enfrente, ya hay quien le considera candidato número uno para la victoria al próximo Tour de Francia. El otro líder de su equipo, Alejandro Valverde, declaró hace un mes: “Es de los mejores. Tiene opciones reales de ganar el próximo Tour”. De hecho, el murciano estará a su servicio en julio. Por otro lado Jonathan Vaughters, mánager de Cannondale-Garmin, lo considera “el máximo favorito. Y andará bien en el pavé, ya veréis”. Para mejorar su habilidad en los adoquines correrá la próxima semana A través de Flandes y E3 Harelbeke. Después, en la Vuelta al País Vasco, tratará de anotar su novena ronda por etapas con los colores de Movistar Team.
Cooperación y cohabitación
Tirreno-Adriático ha sido difícil para Tinkoff-Saxo. Acudían con casi toda su artillería: Basso, Kreuziger y Breschel como gregarios de lujo, Alberto Contador y Peter Sagan como rutilantes líderes. Y bien: el madrileño se vio superado por Nairo Quintana y acabó en un poco destacable quinto puesto la general final; mientras, el eslovaco remató al palo varias veces, una de ellas particularmente sangrante en Arezzo por cuanto la mala colocación le costó el triunfo. No obstante, el pasado lunes en Porto Sant’Elpidio se redimió: sus compañeros de equipo cribaron el pelotón en la única subida de entidad de la jornada para que él consumara con un grito cristianesco su primera victoria de la temporada. El detalle fue que Contador en primera persona tomó la cabeza del grupo en esa labor de brega. El madrileño sabe que necesitará la ayuda de Sagan, o al menos su connivencia, a lo largo de la temporada; particularmente, en el Tour de Francia. Esta cooperación es un primer paso para evitar malos rollos como los de Kristoff y Purito en el pasado Tour, o Cavendish y el resto de Sky en 2012.
Motivaciones de Cancellara
Hubo una época en que Fabian Cancellara fue considerado el mejor contrarrelojista del mundo. Pese a Tony Martin y Bradley Wiggins, a día de hoy aún sorprende sobremanera ver a ‘Espartaco’ batido en un esfuerzo individual. Y eso que en el prólogo de Lido di Camaiore fue otro especialista consumado, Adriano Malori (Movistar Team), quien se impuso por medio segundo. “Es que aquel día cometí muchos errores”, se excusó el suizo; “además, las contrarrelojes ya no me motivan como antes”. No obstante lo cual ayer se impuso en los diez kilómetros conclusivos de San Benedetto del Tronto. En el horizonte, Milán – San Remo.
Nibali y Damocles
Comentan los presentes en la carrera de los dos mares que a Vincenzo Nibali se le veía nervioso esta semana. Que al principio se mostraba cortante y, cuando le preguntaron por la debacle de Astana, se limitó a señalar que era “todo política”. Que después, cuando llegó la montaña y él no estuvo cerca de los mejores, directamente declinó atender a la prensa. ‘Lo Squalo’ está por debajo de sus pares en lo que a forma física se refiere, pero también sus resultados son más o menos consonantes con los obtenidos a estas alturas de la pasada temporada, que como sabemos terminó con él vestido de amarillo en París. La circunstancia complicada es la licencia de Astana, sujeto universal de discusión y de dudas. El director del Giro d’Italia declaró hoy que no admitirían a los kazajos en la ‘corsa rosa’ “si la Comisión de Licencias suspende al Astana por un motivo, digamos, negativo en la actualidad”. Tras cerrar esa puerta, abrió una ventana: “Si la suspensión viniera motivada por hechos ya superados no me sentiría capaz de penalizar a un equipo y a sus deportistas”. Sea como fuere, sobre los ciclistas celestes pende una espada de Damocles bajo la cual es difícil competir a gusto.
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