Las 5 cosas que debes saber de una prueba de esfuerzo

Las 5 cosas que debes saber de una prueba de esfuerzo

Si vas a afrontar una prueba de esfuerzo sobre tu mountain bike, conviene tener en cuenta una serie de consejos importantes para poder competir en las mejores condiciones.

Salud

Aunque algunos bikers acudan a hacerse una prueba más interesados por sus umbrales o consumo de oxígeno, lo cierto es que el mayor valor que nos debe aportar una prueba de esfuerzo es la certificación de que nos encontramos en perfectas condiciones para seguir haciendo deporte. A través del electrocardiograma y el registro de parámetros ventilatorios, un médico puede detectar posibles patologías potencialmente peligrosas para nuestra salud. Se sabe que algunos casos de muerte súbita podrían haberse evitado con una prueba de esfuerzo, así que fijaos la importancia que tienen en este aspecto.

Rendimiento

La medición de nuestro consumo de oxígeno es uno de los factores claves con fines de conocer nuestro rendimiento. Este parámetro es predictor de nuestro nivel deportivo, con lo que es crucial, por ejemplo, en la labor de detección de talentos deportivos. Por otro lado, aspectos como la determinación de umbrales metabólicos pueden darnos una lectura e interpretación de cómo está funcionando el tipo de entrenamiento que estemos realizando. Estas cuestiones, consumo de oxígeno y umbrales son, por tanto, los más importantes a la hora de conocer tu rendimiento a través de una prueba de este tipo.

Cómo

Para un ciclista, la mejor manera de hacer una prueba de esfuerzo es realizando la actividad física específica de su deporte. En nuestro caso, sobre un cicloergómetro o bici estática de laboratorio. De esta forma, la medición de nuestros parámetros fisiológicos serán más coherentes con la realidad. Un analizador de gases, un instrumento que mide el volumen de aire que inhalamos y espiramos mientras hacemos el esfuerzo, debería ser otro de los requisitos de una prueba de esfuerzo de calidad, pues aporta precisión en los resultados y más información de lo que ocurre en tu organismo mientras lo ejercitas.

Cuándo

Si tu objetivo es principalmente asegurarte de que estás apto para la práctica deportiva, una finalidad de salud, no es necesario que hagas más de una prueba al año. Con hacer una cada invierno es mucho más que suficiente. Si tu intención es programar tus entrenamientos y tener un feedback sobre la evolución de tu rendimiento, deberías hacer una tras la finalización de cada ciclo de entrenamiento que tengas contemplado en tu planificación anual. Esto podría suponer una media de 2 a 4 pruebas al año, aunque entendemos que este volumen de test solo puede justificarse en deportistas de alto nivel.

Quién

Los bikers que deberían hacerse una prueba de esfuerzo son inicialmente todos, especialmente por motivos de salud. Sin embargo, a partir de los 40 años, el interés en pasar una prueba de este tipo es mayor por el incremento de cardiopatías a partir de esa edad, así que se recomienda que a partir de esa edad las pruebas de esfuerzo se realicen con una cierta periodicidad. En los más jóvenes no es necesario hacerlas regularmente, pero sí llevar a cabo una para certificar que se tiene la condición física adecuada y la salud suficiente como para realizar ejercicio.

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