Molestias y lesiones derivadas de un mal ajuste de las calas

Molestias y lesiones derivadas de un mal ajuste de las calas

La transmisión de la energía y potencia del ciclista a los pedales de la bicicleta pasa necesariamente por las calas, si usas pedales automáticos. Una pieza que tiene que estar correctamente alineada con pie y pedal para un correcto movimiento de las articulaciones y evitar así molestias. Te explicamos qué lesiones puede ocasionar un mal ajuste de las calas.

La colocación del pie sobre el pedal es fundamental para lograr una pedalada eficiente y cómoda. Si utilizas pedales automáticos, esto se puede conseguir de manera más fácil, evitando movimientos indeseados con el propio movimiento del pedaleo.

Pero la correcta posición del pie depende fundamentalmente de una colocación adecuada de las calas en la suela de la zapatilla. Ya sea en carretera o MTB, deberán estar los suficientemente alineadas entre pie y pedal para que el movimiento de músculos y articulaciones al imprimir la fuerza esté equilibrado y no genere más fatiga que la del propio ejercicio del pedaleo.

¿Cómo evitar molestias por un mal ajuste de las calas?

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La prevención de estas dolencias se puede remediar con un reajuste de la posición de las calas. Como norma general, y para todos los tipos de calas que existen actualmente (SPD, Time Crankbrothers, etc.) la cala debe hacer coincidir su centro con el centro de la línea imaginaria del primer metatarsiano del pie al quinto, lo que marcará su distancia. Una línea semicircular y ligeramente inclinada que estaría situada, aproximadamente, un centímetro por detrás de la base de los dedos.

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Puedes ayudarte de cinta americana o aislante para marcar esa línea imaginaria en la zapatilla y anclar la pieza de la cala. Asimismo, en multitud de modelos de zapatillas, el anclaje de los tornillos tiene sus propias líneas para facilitar el ajuste. Guíate con ellos para que ambas calas, la del pie izquierdo y derecho, se coloquen en línea, y no una más adelantada que la otra.

Otro aspecto por considerar a la hora de posicionar bien la cala, está en su margen de movimiento hacia la izquierda o derecha, marcado por la distancia de flotación. Se trata de la distancia que hay entre el centro del talón al borde exterior de la biela. Es decir, marca la separación del pie con respecto a la biela, y es muy importante para evitar la aparición de molestias en la rodilla.

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Cada modelo de cala tiene su rango de flotación, marcado en grados, que a su vez se corresponde con una distancia concreta. Por ejemplo, estas son las flotaciones de los pedales de carretera Shimano SPD-SL:

  • Calas SPD-SL 6º (color amarillo): permiten 3º de flotación a la izquierda y 3º a la derecha. La distancia talón-biela es de 42 mm.
  • SPD-SL 2º (color azul): 1º a la izquierda y 1º a la derecha. La distancia debe aumentar hasta 44 mm.
  • SPD-SL 0º (color rojo): No hay margen de movimiento del pie a un lado u otro. La distancia de flotación es de 47 mm.

Consulta previamente el grado y distancia de flotación de tu modelo de calas, para reajustar lateralmente ésta en la suela de la zapatilla.

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El tercer aspecto a tener en cuenta para el ajuste de las calas está en la angulación del pie, en posición natural cuando estamos de pie o caminamos. Por lo general, se tiende a pisar con la punta de pie abierta hacia afuera y el talón hacia adentro. Es un factor que influye también en el pedaleo, en la que se tiende a adoptar una postura similar al pedalear.

De esta forma, deberás colocar las calas en un ángulo que permita una posición similar de tus pies con respecto al eje vertical de la zapatilla (siempre respetando la distancia de flotación de la cala). No obstante, buena parte de los biomecánicos aconsejan contrarrestar esta angulación natural de la punta del pie hacia afuera, colocando la cala 1 o 2º hacia las bielas, para evitar chocar el talón con éstas.

No  alinear bien las calas, teniendo en cuenta los aspectos que hemos explicado, implicará arriesgarse a tener las siguientes molestias musculares y lesiones:

  • Adormecimiento del pie

Es una dolencia muy común, que puede aparecer si no has colocado bien las calas en tu zapatilla. Aunque también es posible sufrir cuando no has ajustado el calzado con la tensión adecuada.

Si se localiza en la planta, es muy probable que sea porque has colocado la cala muy adelantada, a la altura de los dedos, cuando debe estar ligeramente retrasada con respecto a éstos.

El adormecimiento u hormigueo del pie también se puede producir por tener la cala muy retrasada, que irá acompañada generalmente por dolor en la parte posterior del muslo (isquiotibiales).

  • Sobrecarga de gemelos

Los gemelos son parte importante dentro del movimiento del pedaleo, concretamente en la parte final de la fase extensora, donde aparecen los famosos puntos muertos de la pedalada. La posición de las calas también influye en su trabajo y, si las llevamos más adelantadas de lo normal, pueden sobrecargarse. Especialmente si pasas muchas horas sobre la bici.

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  • Tendinitis aquílea

Un dolor muy molesto ocasionado también por unas calas muy adelantadas. Surge de la inestabilidad de la zona posterior del pie y del talón, al no contar con un apoyo estable. Retrasar las calas hasta alinearlas con la línea del metatarso, o un poco más (sin pasarse), puede prevenir esta lesión.

  • Dolores de rodilla

La rodilla es una articulación muy sensible a descompensaciones del pedaleo. Y cuesta mucho recuperarse de ellas. Por eso te recomendamos una angulación correcta de las calas. No tener los pies paralelos a la línea de las bielas hará rotar la rótula hacia el interior o exterior, dependiendo de la angulación, sobrecargando la articulación por un mal reparto del peso y de la fuerza imprimida en el pedaleo.

  • Sobrecarga del cuádriceps

El cuádriceps es el conjunto de músculos encargados de dar el impulso más fuerte a la pedalada. Y por eso debe contar con un apoyo equilibrado en los pies definido por la posición de la cala. Se puede sobrecargar si colocamos la cala más retrasada de lo normal. Algo que restringirá el movimiento de la articulación del tobillo y obligará a los músculos motores, como el propio cuádriceps, a realizar un sobreesfuerzo para mover las bielas.

  • Tendinitis de la fascia lata

Una lesión asociada inevitablemente a una incorrecta posición de las calas. El tendón de la fascia lata, que recorre el lateral de la pierna desde la cadera a la parte lateral de la rodilla, puede inflamarse por colocar las calas torcidas o con angulación excesiva. En otras palabras, aparece una tendinitis en el lateral de la rodilla, provocada por la excesiva fricción durante los movimientos de flexión y extensión de ésta. Si has sufrido estas molestias alguna vez, te recomendamos cambiar tus calas por unas de mayor rango de flotación, que permitan adoptar, con más libertad de movimientos, una posición natural con alineación de pierna, pie y pedal.

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Además de realizar los ajustes necesarios de posición, las calas también deberán estar en perfecto estado. Si los bordes están desgastados o muy redondeados deberás sustituirlas por unas nuevas, para conseguir un anclaje firme que no genera movimientos que hagan forzar demasiado músculos y articulaciones.

También el apriete de éstas es fundamental, así cómo el estado del anclaje del pedal, sus muelles o también el desgaste de la suela de la zapatilla.

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Asimismo, a nivel físico, no olvides ejercitar y estirar, fuera de la bici, grupos musculares del tren inferior como los glúteos, cuádriceps o gemelos. Algo que retrasará o evitará la aparición de sobrecargas o molestias. En nuestra sección de Preparación Física, en esta web, te presentamos varios ejercicios o rutinas para fortalecer estos músculos, implicados directamente en el pedaleo.

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