Mediante el sello ‘Ride to Cut’, los maillots de Gobik estarán confeccionados con un 60% de materiales reciclados. Además, se reducirá el etiquetaje de la prenda y se optará por un paquete o embalaje más respetuoso con el medio ambiente.
Muchos fabricantes de la industria ciclistas están cambiando sus modelos de producción por procesos y materiales más respetuosos con el medio ambiente. Está el caso de Trek, una de las marcas que más ha apostado por reducir su huella de carbono en la fabricación de bicicletas, que le ha valido varias distinciones.
Gobik, la marca española de ropa ciclista, quiere también reducir el impacto medioambiental de su actividad. Para ello, ha lanzado Ride to Cut, un sello que identifica las prendas fabricadas con, al menos, un 60% de materiales reciclados.
‘Ride to cut’: los maillots de Gobik, confeccionados con materiales reciclados
Bajo el lema ‘Ride to cut’, Gobik ha puesto nombre a un movimiento en todas las direcciones que hace tangible su compromiso por el entorno, tanto en términos medioambientales, como sociales y laborales.
“La implantación de Ride to cut no es más que poner en valor algo que hace años que practicamos y que no comunicábamos de manera formal -explica Alberto García, CEO y cofundador de Gobik-. Con esta comunicación buscamos una mayor concienciación de la sociedad hacia estos temas”.
Así, con vistas al inminente lanzamiento de su Warm23, la colección de verano, Gobik ha extendido las premisas de Ride to cut a casi todo su catálogo. De esta forma, ha sacado a la calle una amplia propuesta de prendas confeccionadas con al menos en un 60% de materiales reciclados.
“Esto significa que una parte muy significativa de cada prenda va a tener fibras fabricadas a partir del reciclaje de botellas de plástico, o excedentes de producciones anteriores” explica Ángel Lencina, Product Development Manager de Gobik.
Menos etiqueta y embalaje reciclable
De esta manera, todas las prendas ciclistas de Gobik llevarán un pequeño logo, identificando su origen en este tipo de materiales y una pequeña inscripción, dejando constancia del compromiso de la marca plasmado en la pieza. Casi todos los modelos que salgan a la venta para este verano lo harán con este sello de respeto por el entorno.
La reducción en el etiquetaje será también notoria. En sólo una etiqueta del maillot se reflejará todo lo necesario sobre la misma y un código QR que conducirá a la web de Gobik. Desde hace un tiempo, además, el embalaje es coherente con el mensaje, primando bolsas de origen reciclado y reciclable.
Ride to cut, más allá de la prenda
El movimiento pretende ser 360 para Gobik. Por eso, no sólo se ciñe a maillots y culottes y proseguirá el camino emprendido con acciones ya en marcha desde hace tiempo, como las homologaciones Standard 100 by OEKO-TEX. Una distinción que asegura que los hilos, tejidos o espumas no contienen ningún elemento nocivo para la salud.
Gobik ha priorizado también proveedores cercanos, que disminuyan el impacto que significa la logística del aprovisionamiento, implantando de forma paralela el sistema “bluesing”. Este incide en la seguridad de las personas y la reducción del impacto medioambiental como primeras prioridades. En este sentido, la marca centra su actividad en Yecla, Murcia, el lugar de su origen. Un ‘cuartel general’ cuyo funcionamiento se basa en el autoconsumo con la dotación de placas solares.
Bravo por estas inciativas. Y la más importante para mi: ropa fabricada en España.