Resetea todo lo que sabes y has oído sobre potencias, manillares y ángulos de dirección. Esta Foxy te sorprenderá en cuanto cojas la primera curva a fondo y veas que su geometría no tiene límites. Puede que hasta se te escape un grito de esos de yuhuuuu cuando te des cuenta de que la rueda delantera sigue teniendo grip a pesar de haber entrado pasado…
Y es que nada más sacar la Mondraker Foxy XR de su caja ya nos damos cuenta de que tenemos algo diferente delante. La bici, con su triángulo delantero extralargo, nos ofrece una estética a la que no estamos acostumbrados, magnificado este efecto por la joroba que forma el tubo horizontal al unirse a la pipa de dirección.
Una vez montados en la bici, nueva sensación: ¿qué hace esa rueda delantera tan avanzada? ¿Es un efecto visual consecuencia de la corta potencia? Pues no son visiones, y realmente podemos apreciar, ya de forma evidente, que la rueda se proyecta hacia delante de forma que la sensación de control y seguridad nos invade ya desde un inicio, junto con una postura de conducción propia de las más cómodas bicis de enduro.
Geometría adelantada (a su tiempo)
Y es que, a pesar de que la bicicleta cuenta con grandes soluciones tecnológicas, como su sistema de suspensión ZERO, del que hablaremos más tarde, la verdad es que su curiosa y revolucionaria geometría Forward Geometry es su rasgo más característico y el que otorga una personalidad propia a este modelo. La influencia en el comportamiento de la bicicleta de este nuevo sistema es tal, que casi nos hace olvidar que hay un cambio de diámetro de ruedas a 27,5”, aunque ése es también otro punto que tiene que ver con las buenas aptitudes de esta nueva Foxy XR. Es ésta una bici que representa la consolidación de un modelo que ha sido clave en la evolución de Mondraker, y una de sus bicicletas estrella. Y es que, simplificando, la Forward Geometry se basa en alargar el tubo horizontal y compensar esa longitud extra montando una potencia ultracorta que puede ser de 10 o de 30 mm (nosotros hemos probado la de 10 mm). Ello consigue aumentar la distancia de ejes de la bicicleta y avanzar el eje de la rueda delantera, que le otorga una mayor estabilidad, pero sin restarle agilidad, ya que la potencia queda posicionada encima de la dirección, y ello contribuye a una dirección ágil y eficaz. El hecho de tener la rueda delantera tan avanzada respecto al manillar brinda (mucha) seguridad bajando en zonas técnicas y te asegura que nunca saldrás volando por delante del manillar. A ello también ayuda el ángulo de dirección de 66,5 ̊, que aumenta esa confianza en los descensos más técnicos.
Estabilidad máxima.
Nos atreveríamos a decir, incluso, que Mondraker ha sido una de las marcas más influyentes en las tendencias actuales en cuanto a geometrías se refiere. Y es que se habla mucho de que las bicis de enduro más efectivas ahora son las de tubo largo, potencia corta, pedalier bajo y vainas ajustadas…pero es que precisamente eso es lo que Mondraker ha estado haciendo con estos modelos ya desde hace unos años, y especialmente con la Forward Geometry desde el año pasado,algo que, por nuestra parte, merece un gran reconocimiento.
¿Todo ventajas?
En teoría todo son ventajas con esta solución. La geometría nos ayuda a descender con seguridad, pero no nos penaliza en las subidas, y es que la rueda delantera se muestra plantada en el suelo y no tiende a encabritarse, excepto en los tramos más inclinados. Como desventaja podríamos comentar que hay que ser cuidadoso al escoger la talla si estamos entre dos medidas, ya que aquí no podremos realizar ajustes de última hora con la potencia, ya que sólo disponemos de la opción de 10 ó 30 mm. Así, hay que decidir qué potencia vamos a usar y quedarnos con ella, puesto que al cortar el tubo de dirección de la horquilla a la medida correcta para una de las dos potencias, la medida para la otra se ve descompensada. Pensad que la potencia Stoic de 10 mm es muy alta, pues incluye en su interior la propia tapa de dirección y, por tanto, forma parte indisoluble del ajuste de esta. Esto quiere decir que si cortamos el tubo de dirección de la horquilla para que la potencia de 10 mm no quede tan alta, cuando queramos pasar a potencia de 30 mm, puede ser que el manillar quede demasiado bajo. Hay que elegir y decidirse desde un inicio. Mondraker recomienda la de 10 mm para usuarios más racing o experimentados, y la de 30 mm para un manejo más clásico, no tan diferente de la geometría clásica.
El chasis
El cuadro dispone de las últimas golosinas habituales, como el eje de 142×12, dirección tapered, roscas para ISCG 05, desviador direct mount y una construcción muy reforzada que le otorga una rigidez envidiable para una bici que Mondraker no llega a categorizar de enduro sino de all mountain. Pero la verdad es que, aunque su modelo de enduro es la Dune, nosotros no tendríamos ningún problema en montarle a la Foxy unos neumáticos High Roller de 2,40 y usarla para cualquier prueba de enduro sin ningún complejo.
Y es que los 140 mm de recorrido trasero se hacen largos, tragones y eficaces, y unido a la divertida conducción de la bici, permiten apurar al máximo la geometría y recorrido de la bici. A pesar de darle caña en nuestra prueba, en ningún momento echamos de menos esos milímetros de diferencia respecto a la Dune u otras bicis de enduro mas gordas. Evidentemente, la horquilla FOX CTD Performance de 160 mm colabora a esa sensación de poderío bajando, pero sin descompensar en ningún momento el comportamiento de la Foxy (las versiones Foxy R y Foxy vienen montadas con horquilla delantera Fox de 140 mm, lo que les brinda un carácter mas rutero). A pesar de no ser la versión Factory Kashima, nos gustó su tacto en la versión de este año, con mejor control de los ajustes CTD y la rigidez habitual en las Fox 34. ¿Alguien se acuerda de las Fox 36?