El nuevo motor de buje Mahle X20 mejora el diseño y las prestaciones de su predecesor para situarse a la cabeza en registros de peso e integración. Un alarde tecnológico nacido para propulsar las e-bikes urbanas, de gravel y carretera más ligeras del mercado.
Durante años, el motor Mahle X35 se convirtió en la referencia absoluta entre los sistemas de buje, al servir como propulsor de las bicicletas eléctricas de carretera más ligeras y mejor integradas. Con la experiencia adquirida durante este tiempo, la firma alemana (con sede española en Palencia) ha evolucionado su unidad motriz, que ha dado lugar al nuevo y extraordinario motor Mahle X20.
El proyecto no es una mera renovación, sino un profundo salto cualitativo en su armadura exterior y en el hardware interno, al lograr mejoras en todas las características sobre su predecesor e incluir más opciones de configuración. Obviamente, Mahle permanece fiel a su sistema de buje y, gracias a ello, han desarrollado el motor para bicicletas eléctricas más ligero del mercado. Si atendemos a cifras de peso, el sistema completo declara 3,2 kilos, lo que supone una rebaja de 300 gramos sobre el X35.
Y si nos centramos solo en el motor, su peso es de tan solo 1,39 kilos, gracias a un diseño más compacto y a funcionar como buje libre. Además, el sistema permite el montaje con ejes pasantes de 12x142 o 148 mm. Y es compatible con transmisiones Shimano, SRAM y Campagnolo, incluso de 13 velocidades. Poco después de su lanzamiento, comenzaron a llegar al mercado las primeras bicicletas eléctricas con pesos por debajo de 10 kilos, un nuevo precedente en la industria que marcará el camino que seguir por el resto.
Motor e-bike Mahle X20: potencia y batería
En cuanto a las cifras de potencia, mantiene los registros normativos de 250 W nominales y el corte europeo a 25 km/h. Sin embargo, lo más interesante está en el aumento de la potencia, pasando de 18 a 23 Nm. El torque central es la cifra obtenida si equiparamos esta entrega con los sistemas de transmisión en el eje de pedalier en lugar del buje trasero, siendo en este caso una potencia de 55 Nm frente a los 40 Nm del anterior sistema X35. La eficiencia en la entrega de la asistencia mejora el feeling en marcha y aumenta la autonomía de la batería.
Cabe destacar que todo el sistema funciona mediante cableado interno, lo que, unido a las compactas dimensiones de todos los elementos, permite una estética limpia y totalmente integrada de las bicicletas que equipen el motor Mahle X20. Nuestro test se ha realizado sobre una espectacular 3T Exploro Racemax Boost (9.499 €), una bicicleta de gravel de diseño aero que oculta a la perfección tanto el motor en la rueda trasera como la batería en el tubo diagonal.
Otra de las novedades reside precisamente en las baterías internas, puesto que ahora se ofrecen dos opciones con diferente capacidad de almacenamiento. La batería iX250 proporciona 236 Wh, mientras que la iX350 aumenta hasta los 350 Wh. Por si no fuera suficiente, Mahle ha desarrollado una batería externa con cable anclado al puerto de carga de la bicicleta que añade 172 Wh más. Este range extender pesa 1,1 kg y añade una autonomía estimada de 60 km más.
La batería se alimenta con un cargador Active Charger, que permite ajustar la intensidad de la carga hasta 4,5 A, e incluye un puerto micro-USB para cargar otros dispositivos. En una hora puede cargar el 80 % de la capacidad de la batería.
Más allá de la ingeniería aportada por el motor y la batería, el cerebro del Mahle X20 es la Head Unit, ubicada en el tubo horizontal y perfectamente integrada. Regula el encendido del sistema y proporciona de forma visible. Y mediante un código de colores información del modo de asistencia escogido, así como del estado de la batería restante. También envía al ciclista alertas del sistema. Todo ello en un diseño limpio con una sola línea, para visualizar rápidamente esta información durante la marcha.
Completan el set del sistema de forma opcional los pulsadores eShifter y el display PulsarONE. Los primeros son perfectos para manillares curvados de carretera o gravel, puesto que se integran en la cinta y el cableado se oculta dentro. Además, emiten alertas por vibración con cada pulsado. El display, por su parte, es inalámbrico y ofrece la información detallada de la marcha o el estado de la batería y la asistencia. Lástima que no sea una pantalla a color.
Nuestra primera experiencia con el motor Mahle X20 fue confusa, pensábamos que se trataba de un error y que nos había llegado una 3T Exploro o Racemax sin motor. La integración de todos los elementos del sistema es tan sobresaliente que se hacen imperceptibles a la vista. Una vez en marcha, sorprende la entrega de sus 23 Nm de par motor. La asistencia es muy suave y natural, lejos de la artificialidad de los motores más potentes habituales en Mountain Bike, pero la potencia aumenta progresivamente su contundencia hasta dar una entrega notable, teniendo en cuenta el peso tan liviano del conjunto.
Aquí entran en juego los sensores de cadencia y de potencia (torque) que incluye el sistema Mahle X20 integrados en el eje de pedalier. Ambos sensores hacen una lectura durante la marcha de la potencia aplicada por el ciclista en cada pedalada para ofrecer el soporte de asistencia necesario a cualquier cadencia, incluyendo altas revoluciones, adaptándose así a cualquier cambio de ritmo.
Esta es una de las ventajas de contar con un motor en el buje. Pero también hay que poner en valor la ausencia de fricción. Podemos anular la asistencia y la sensación de pedaleo es la misma que con cualquier otra bicicleta superdeportiva, pero, con el motor encendido, una vez superamos los 25 km/h, carece del habitual tirón del corte de asistencia, lo que nos ha permitido alcanzar (y mantener) velocidad punta con suma facilidad.
Por ende, este sistema se caracteriza por su silencioso funcionamiento. Según cifras dadas por la marca, el motor emite sonidos por debajo de 35 dB y, aunque a máxima asistencia el sonido se hace más presente, en el resto de los modos cuesta reconocer el ruido del motor. Es evidente que tal nivel de integración y ligereza es la mejor puerta de entrada para seducir a las mejores marcas del sector a la hora de diseñar sus e-bikes de carretera.
Pero, a nuestro juicio este sistema cobra más sentido si cabe en bicicletas de gravel. El reparto de pesos está muy bien equilibrado y aporta un plus de estabilidad a la marcha que es muy útil en terreno sin asfaltar.
Además, la naturalidad en la entrega de potencia multiplica el carácter aventurero y explorador inherente a esta modalidad. Por último, el sistema de motor en el buje y con todo el cableado oculto minimiza el riesgo de avería y facilita las labores de mantenimiento. El futuro de las e-bikes pasa por este sistema y su invisibilidad.
LO MEJOR
· El sistema logra un nivel de integración y ligereza insuperables.
· Entrega de potencia muy natural, suave y silenciosa.
· Motor inteligente; aprende y se adapta al propio ciclista.
LO PEOR
· La tapa del puerto de carga es muy blanda y poco estanca.
· Display sin pantalla a color.
Potencia: 250 W/23 Nm
Batería: 236 Wh (probada) / 350 Wh
Range Extender: 172 Wh
Peso: 1,39 kg (motor), 3,2 kg (sistema completo)
Sonido: < 35 dB
Cargador: Active Charger 4A
· Fe de erratas
En el último número especial Solo Bici E 10, de venta en quioscos, informamos erróneamente de la entrega de potencia de este nuevo motor Mahle X20. Mencionamos por error que el par motor de salida se reduce de 40 Nm a 23 Nm con respecto al Mahle X35. Cuando en realidad aumenta de 18 a 23 Nm, como explicamos correctamente en esta versión web del test.