No todo es Tour, más aún en tiempos de pandemia y con un calendario tan comprimido. De lunes a lunes, aprovechando los descansos en la Grande Boucle –en RCS nada se deja al azar– se disputó la Tirreno-Adriático. Prueba que tradicionalmente en marzo se reparte con la París-Niza las grandes estrellas del pelotón, en el atípico 2020 congregó a los descartes del Tour, algunos aspirantes al Giro y una pléyade de clasicómanos y velocistas. Aquí, diez nombres propios de la Carrera de los dos mares.
1º. Simon Yates (Mitchelton-Scott). Ganador indiscutible pese a una exigua diferencia (17 segundos), el hermano bueno cimentó su triunfo final con la victoria en el Sassotetto, el único gran puerto del recorrido. En la contrarreloj final se defendió con éxito (6º), vengó a su gemelo Adam, que el año pasado perdió la maglia azzurra el último día y lanzó un aviso para octubre. El Giro le debe una desde 2018.
2º. Geraint Thomas (INEOS Grenadiers). El ocho del Tour que eligió Sir Dave Brailsford resultó no ser el adecuado. Mientras en Francia se acabó la dinastía Sky (ahora INEOS), el campeón de 2018 y segundo en 2019 transmitió muy buenas sensaciones en la Tirreno-Adriático. Un punto por debajo de Yates, el galés Thomas se tuvo que conformar con el segundo puesto. En la Corsa Rosa será una de las ruedas a seguir.

5º. Aleksandr Vlasov (Astana). Una de las sensaciones de la temporada, el nuevo talento soviético (24 años) dio un paso adelante en la jerarquía del equipo kazajo para el Giro. Su particular lucha interna con Fuglsang –no podemos llamarles compañeros– se resolvió a su favor en la Carrera de los dos mares. Lejos de Yates, en la montaña estuvo muy cerca de Thomas. Premio al mejor joven y top 5, buen botín
6º. Fausto Masnada (Deceuninck-Quick Step). Fichaje exprés para rodear a Remco Evenepoel en el Giro, el bergamasco tendrá la oportunidad de volar libre en octubre tras la escalofriante caída del prodigio belga en Lombardía. Masnada empezó con buen pie su andadura en la manada de Patrick Lefevere y solo se le escapó una victoria de etapa en Cascia por su generosidad y la mala compañía de Lucas Hamilton.
14º. Jakob Fuglsang (Astana). Decepcionante rendimiento del danés en la última prueba por etapas antes de su asalto al Mundial y al Giro. Ganador de Lombardía, bajó un par de escalones con respecto a otros escaladores, incluido su compañero Vlasov, con el que nunca se entendió. En la 8ª etapa protagonizó un movimiento valiente en busca de la victoria parcial, pero se le escapó el caballo ganador. Necesita mejorar.
19º. Vincenzo Nibali (Trek-Segafredo). El Tiburón tiene algo más de dos semanas para mejorar un estado de forma que no convence. El primer día de media montaña cedió tiempo con los mejores, una situación que se repitió en las dos jornadas siguientes. Acabó a ocho minutos de Yates, un mundo. Y más pensando que será uno de sus rivales en el Giro. Las esperanzas italianas recaen sobre sus hombros.

45º. Mathieu van der Poel (Alpecin-Fenix). El debut del fenómeno neerlandés en una vuelta por etapas del World Tour estuvo marcado por su carácter combativo. Evitó meterse en las llegadas masivas, con el paso de los días mejoró, eligió la fuga buena y en el muro de Loreto conquistó el triunfo parcial con una de sus exhibiciones, una remontada agónica. En la contrarreloj final transmitió sensaciones positivas.
91º. Chris Froome (INEOS Grenadiers). Si Brailsford se equivocó dejando a Thomas fuera del Tour, la baja de Froome estaba justificada. El africano blanco es una sombra de lo que fue y en el primer día con rampas exigentes se le vio sufrir en el pelotón y relegado a un rol de gregario, subiendo bidones para sus compañeros. Todavía tiene un mes para preparar la Vuelta, pero la imagen es preocupante.
116º. Filippo Ganna (INEOS Grenadiers). El campeón italiano de contrarreloj voló sobre los 10 kilómetros en San Benedetto del Tronto, tradicional final de la Tirreno-Adriático. Cubrió el recorrido a 56,6km/h siendo el único capaz de bajar de los once minutos. Sus próximos objetivos: el Mundial y la primera maglia rosa del Giro.
133º. Pascal Ackermann (BORA-hansgrohe). El alemán se impuso con claridad en las dos primeras llegadas masivas de la Tirreno-Adriático. A destacar la segunda, con una remontada espectacular pegado a las vallas y sentado. El tercer esprint lo perdió también por su mala colocación. El azote de Gaviria.
