Nueva Olympia F1-X una espectacular doble suspensión para XC con el amortiguador semi integrado

Nueva Olympia F1-X una espectacular doble suspensión para XC con el amortiguador semi integrado

La firma italiana se suma a la tendencia de integrar el amortiguador en el cuadro con la nueva Olympia F1-X, su bicicleta de doble suspensión para competición de XC que ahora es más ligera y con geometría más agresiva.

La veterana marca Olympia, que esta campaña cumple 130 años de historia, se caracteriza por una fuerte innovación en el desarrollo de sus bicicletas con diseños arriesgados, habitualmente lejos de la tendencia reinante. No importa si se trata de e-bikes, bicicletas de carretera o, como el modelo que acaban de presentar, bicis de alta competición para Cross Country. Una Olympia es una bicicleta diferente y la nueva Olympia F1-X es la última demostración.

Al igual que hizo Scott la pasada temporada con la nueva Spark, Olympia ha resuelto la compleja convivencia entre el anclaje vertical del amortiguador y la posibilidad de integrar dos portabidones, ocultando el amortiguador en el propio tubo vertical de la F1-X. Sin embargo, como veremos a continuación, los italianos han optado por algunas soluciones diferentes y muy ingeniosas.

Semi integrado y muy bajo

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A pesar de su vanguardista diseño, realmente a nivel estructural el esquema de la suspensión mantiene una línea continuista con la anterior Olympia F1-X, una bicicleta que ha brillado en la Copa del Mundo XC a bordo de bikers como Claudia Peretti, Filippo Fontana o Daniele Braidot.

Así pues, el amortiguador se conecta con el basculante a través de un sistema monopivote con una bieleta de carbono y tres puntos de giro, así como la posición vertical e invertida del amortiguador. En el anclaje inferior, se utiliza un único eje de acero que conecta tanto el punto de giro del basculante como el propio amortiguador. Una forma de ahorrar material y peso, concediendo más rigidez a la estructura.

Como se puede apreciar, el amortiguador queda semi integrado dentro del cuadro rebajando notablemente su posición y, por tanto, el centro de gravedad, lo que repercute en un mayor control y estabilidad durante la marcha. La integración no es completa puesto que la barra de fricción del amortiguador queda expuesta en la zona superior y protegida por una junta de goma.

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Esta solución deja espacio para un segundo portabidón pero no anclado en el tubo vertical sino bajo el tubo horizontal, un diseño que ya hemos visto en otras ‘dobles’ como la Ghost Lector FS SF. Además, ocultar el amortiguador aísla a la suspensión de la entrada de agentes externos y permite un trabajo más fluido de todos los puntos de giro.

Con este diseño Olympia no ha olvidado detalles de importancia, como la puerta trasera practicada en el cuadro que da acceso a la válvula de compresión o el cable de bloqueo de la suspensión.

Geometría de Copa del Mundo

La nueva Olympia F1-X adopta una geometría más lanzada y, de hecho, se suma a la tendencia de aumentar el recorrido de la suspensión, en este caso de 110 mm en la horquilla, aunque ésta viene preparada para configurarse en 120 mm. En la trasera, aunque no se ha modificado el recorrido, también aumenta espacio para el amortiguador, con medidas de 190x45.

Sus cotas se adaptan al tamaño del biker. De este modo, el ángulo del sillín comienza en 76,5º en la talla S aumenta progresivamente en medio grado en cada talla posterior. En el eje frontal, el ángulo de la dirección se abre en 1,5º respecto a su predecesora para ubicarse a 67,5º, reflejando su condición de bicicleta apta para el XC de última generación. La horquilla aumenta en el offset y las vainas se reducen hasta solo 430 mm, gracias al diseño de la suspensión trasera, buscando un comportamiento muy equilibrado y reactivo.

Sello premium

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En cuanto a la construcción del cuadro, la nueva Olympia F1-X está elaborada a partir de cuatro tipos de fibra de carbono: T1000, T800, T700 y M40J y durante su fabricación se ha seguido un proceso EPS a través del cual se elimina cualquier material sobrante en el interior de la estructura monocasco.

No faltan detalles que destilan calidad, como la nueva dirección de 1.5/1.5 desarrollada por Olympia junto con FSA. Cuenta con orificios a cada lado que sirven como entrada para el cableado facilitando el deslizamiento y sin entorpecer el giro del manillar, todo ello sin tener que practicar aguieros en el cuadro.

Todas estas soluciones, lejos de aumentar el peso del conjunto, ha conseguido rebajar en 100 gramos respecto a la anterior versión de la Olympia F1-X.

De momento no se ha hecho público el precio de la gama 2023, pero sí que habrá dos montajes iniciales con transmisión SRAM GX Eagle AXS o con grupo Shimano XT.

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