El ciclista italiano hace historia al ser el primer hombre en completar la vuelta al mundo a través del océano Glacial Ártico, por todos los países que hacen frontera. Una aventura extrema que ha tardado en finalizar más de dos meses y en la que ha recorrido más 4.200 km.
Fotos: Omar di Felice
El 2 de febrero comenzó uno de los retos ciclistas más extremos del año, protagonizado por el ciclista italiano Omar di Felice. Exprofesional de carretera, Di Felice se centró en el ciclismo de ultra fondo una vez se retiró hace varias temporadas. Y ayer noche culminaba la gran aventura de su vida. Al menos la más extrema tanto física como mentalmente: pedalear alrededor del océano Glacial Ártico en invierno a lo largo de 4.200 km y atravesando más de ocho países, con sólo dos bicicletas (que enviaba a uno u otro lugar para iniciar las etapas) y sin ayudas externas.
La 1ª vuelta al mundo en bici por el Ártico ha acumulado 32.000 metros de desnivel positivo por las líneas fronterizas árticas. Todo ello con temperaturas que en algunos casos bajaron de -40 º C y en la que el ciclista tuvo que ser autosuficiente en temas de logística, avituallamiento y alojamiento. Un reto ligado además de un proyecto personal para concienciar sobre el cambio climático y el deshielo de los polos, enmarcado en el programa de la cumbre del clima COP26.
Di Felice: «He vivido momentos realmente duros»
El italiano habló desde Alaska, lugar donde terminó esta aventura, sobre las dificultades que se encontró en esta larga travesía en bici. «He llegado a pedalear bajo fuertes tormentas de nieve, a -42º C. Tenía que vivir de forma totalmente independiente, pedaleando y al mismo tiempo cubriendo todas mis necesidades. Nunca había cubierto una distancia semejante ni en estas condiciones, así que puedo decir que me he puesto a prueba a mí mismo», relató.
Di Felice afirma haberse enfrentado a numerosos problemas logísticos por las restricciones de la pandemia, además de sufrir intoxicaciones alimenticias que hicieron retrasar el final del viaje. Pero finalmente, puede contar a las generaciones venideras que fue el primer hombre en dar la vuelta al globo él sólo, sin más ayuda que dos bicicletas, una gravel y otra fatbike (para los trayectos con más nieve), varias bolsas de equipaje con ropa, comida y enseres. Y su instinto de supervivencia.
De Rusia a Alaska, pasando por Laponia
El ultrafondista ha pasado por todas las naciones que se encuentran dentro de las fronteras árticas. Di Felice comenzó a pedalear el pasado 2 de febrero en la península de Kamchatka, en el este de Rusia. Consiguió llegar hasta Laponia mientras estallaba la guerra de Ucrania. Noruega, Finlandia, Suecia o Islandia fueron países de la parte central de su aventura, para acabar finalmente en Alaska pasando por Groenlandia y Canadá.
Montado en su fatbike, pedaleó junto a osos polares, vio auroras boreales de gran belleza, rodó por volcanes cubiertos de nieve y recorrió algunos de los enclaves de la región helada como la península Snaefellsnes en Islandia, Kangerlussuaq, Sisimut (en Groenlandia) o la región de Yukón en Canadá. Pero no todo ha sido belleza y experiencias únicas. También sufrió gastroenteritis, fiebres altas o tuvo que improvisar refugios en bosques para resguardarse del intenso frío.
«La emoción de haber completado un reto tan ambicioso como complejo ha hecho que la fatiga acumulada desapareciera muy rápidamente», declaró el ciclista. Ahora, ya de vuelta a casa, iniciará un periodo de descanso activo en las tierras mucho más cálidas de su país, para completar la recuperación.