A pesar de su tamaño, la patilla de cambio es una de las piezas fundamentales para el funcionamiento de la transmisión de tu bicicleta. Te explicamos por qué es conveniente que lleves siempre una de repuesto en tus salidas.
La patilla de cambio es una pequeña pieza metálica que une el cuerpo del desviador trasero con el cuadro de la bici. Evita dañar tanto uno como otro en caso de impacto. No es muy frecuente que se fisure o parta, pero cuando lo hace provoca que la transmisión quede inoperativa. Y arruine así tu día de ciclismo.
Por qué llevar una patilla de cambio de repuesto
Debido a su función protectora de componentes más complejos y esenciales, contar con una patilla de repuesto en una bolsa de herramientas o mochila, mientras sales de ruta, es una decisión muy inteligente. Puede salvar tu salida, la transmisión e incluso evita volver a casa a pie.
Lo bueno es que ocupa muy poco espacio y apenas pesa. Lo malo es que hay muchos tipos y diseños de patilla de cambio y no es un recambio fácil de obtener en las tiendas, aunque su precio, por lo general, sí es asequible (10-20 €). Sin embargo, en 2020 surgió la patilla de cambio 'universal' de SRAM, la UDH, fácil de adquirir y compatible con la mayoría de bicicletas nuevas de los últimos años, además de con desviadores de otras marcas aparte de SRAM, como Shimano, BOX o Sunrace.
Por lo general, la patilla, también llamada puntera, puede doblarse, fisurarse o partirse. Te explicamos cómo actuar y qué reparaciones hacer en todos los casos.
Patilla doblada: cómo enderezarla (sin tener que cambiarla)
El primer síntoma de que la patilla del cambio está doblada es que el cambio se desajusta, salta la cadena y se hará muy difícil pedalear de forma correcta. Habrá que enderezarla para alinear de nuevo las roldanas del desviador y poder continuar con la ruta, aunque el cambio no volverá a funcionar correctamente hasta que no se cambie la puntera por una nueva.
¿Se puede enderezar una patilla? Se puede, aunque es una operación que requiere algo de tacto y estaría considerada como una reparación de urgencia. Esto significa que, tras completar la ruta, deberás llevarla al taller para hacer una reparación adecuada, o una sustitución. Recordamos que, tras doblar la patilla después de un golpe o caída, no funcionará correctamente. Pero enderezarla podrá mitigar el desajuste y poder cambiar con relativa normalidad.
Bastaría con tener a mano una llave multiherramienta, usar la llave Allen compatible con el tornillo de la patilla y hacer fuerza hacia arriba con ella encajada en el tornillo, para intentar enderezar la pieza. Recuerda que, previamente, deberás liberar el cable del cambio de su tornillo prisionero. Procura hacer fuerza hacia arriba de forma uniforme, sin movimientos bruscos ni tirones, para evitar dañar el desviador, o fisurar la propia puntera.
Patilla fisurada o rota: sustitución
Con una patilla fisurada es posible terminar la ruta sin demasiados desajustes de la transmisión. Pero, o la cambias por la puntera de repuesto en el momento de la avería, o deberás sustituirla antes de una nueva salida. Si está rota, el cambio no va a funcionar y tendrás que instalar una nueva. Por eso es tan importante contar con este repuesto.
En caso de romper la patilla y no tener recambio, existe una reparación de urgencia. Consiste en desinstalar el desviador trasero, incluyendo cable y funda, tronchar la cadena, cortarla y unirla de nuevo con un tronchacadenas para rodar con una sola marcha engranada o en singlespeed. Una reparación eventual que evitará quedarse tirado en medio del monte o de la carretera.