Pioneros del MTB: Miguel Llorente

Pioneros del MTB: Miguel Llorente

Año de nacimiento: 1950

Lugar: Madrid

Trabajo actual: Presidente de Macario Llorente, S.A.

Palmarés MTB: Participó en competiciones desde niño, corría con bicicleta Macario, pero no había equipos como tal. Después, sí que compitió en categoría Juvenil en el equipo La Casera-Bahamontes, con el que llegó a ser campeón de España por regiones en la prueba de contrarreloj por equipos. En cuanto pudo y por tradición familiar se incorporó a la empresa, Macario, que dirigía su padre, junto a su hermano mayor Jaime. Fue un joven inquieto, se doctoró en Químicas, estuvo dos años investigando en Estados Unidos y llegó a ser profesor de la Universidad Complutense de Madrid a su regreso, hasta que la empresa creció tanto que tuvo que hacerse cargo de la misma. Solicitó una excedencia en la universidad, hablamos de principios de los noventa, y hasta ahora.

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Miguel Llorente llega fresco a la cita después de levantarse temprano y salir de las 07.30 horas a las 09.30 horas en bici con la eléctrica de montaña.

Macario es una de las empresas clave en el desarrollo del ciclismo en España. La fundó su padre en el año 1959.

Empezó de mecánico, haciendo cuadros artesanos, a ser mayorista de grandes marcas, hasta que llegó Shimano. Miguel nunca ha escondido que a ellos siempre les habían gustado las marcas japonesas.

A finales de los ochenta, con el boom del mountain bike, el crecimiento de Shimano se adivinaba enorme, como así fue. Al principio Shimano nombró tres distribuidores en España y así fue durante varios años, hasta que en 1994 Macario Llorente ya se quedó el negocio en exclusiva.

A partir de entones, “fuimos cambiando nuestra filosofía. Decidimos centrarnos en tener pocas marcas e importantes, explica Miguel Llorente.

Shimano es la marca número 1 del mercado. De las 75 personas que trabajan directamente en Macario, más los 25 representantes, 17 trabajan para Shimano.

Miguel ha visitado Japón unas cuatro veces y todavía recuerda la última vez que fue. “Nos invitaron a visitar la última fábrica de Shimano en Osaka, en la sede central. Lo que más me llamó la atención es que había muy pocos empleados, y la gran cantidad de robots y vagonetas que había en toda la fábrica”, recuerda.

Una modernización que no ha impedido a Shimano mantener su esencia y sus valores, que comparte con Macario

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