Fue en 2002 que Alejandro Valverde, entonces conocido como ‘el Imbatido’ por mor de su dominio en categorías inferiores, subió a profesionales con el conjunto Kelme. El 9 de abril del año siguiente estrenó su palmarés UCI con una etapa de la Vuelta al País Vasco. Desde entonces, la campaña en que más tarde ha inaugurado su recuento de victorias fue la 2009, enrarecida por la sanción del CONI; tuvo que esperar al 25 de marzo, tercera etapa de la Vuelta a Castilla y León. En el resto ha madrugado más, anotando su triunfo a principios de marzo, o en febrero, o incluso antes. Como este año, que ha tocado un 31 de enero.
Y eso que el día 30 acabó con una decepción. Era el Trofeo Andratx, final en una subida ideal para las características del superclase murciano como el Mirador d’Es Colomer. Movistar Team trabajó a la perfección para controlar la carrera hasta el pie de la cuesta final, en la cual Beñat Intxausti se fajó para secar los úlitmos demarrajes… Y sin embargo, Steve Cummings se escapó. El británico, recién integrado en MTN-Qhubeka tras unas temporadas desiguales en BMC, es un corredor relativamente alto y corpulento que no obstante se desenvuelve a la perfección en este tipo de finales. El murciano hincó la rodilla y se dijo “contento por el resultado, triste por los compañeros”.
El 31 se resarció a lo grande. En el Trofeo Serra de Tramuntana tanto él como su equipo tomaron una actitud completamente distinta: atacaron desde el primer metro y forzaron una carrera dura por la montaña mallorquina, con uno y mil cortes en cuya vanguardia estuvo siempre Valverde. El último en aguantar sus acometidas fue el eritreo Merhawi Kudus, cuya meteórica cadencia de pedaleo no valió para contener las piernas sobresalientes del ganador del último UCI World Tour. La gesta, un centenar de kilómetros escapado con 30 de ellos en solitario frente a un pelotón tirado por Sky y Cannondale-Garmin, pasa directamente a figurar entre los mejores momentos de la carrera deportiva del ciclista de Las Lumbreras.
¿Por qué Valverde madruga cada año para estrenar su palmarés? En primer lugar vive en Murcia, un enclave privilegiado meteorológicamente hablando, cuyo invierno es tan pedaleable o más que el verano. En segundo, disfruta de la bicicleta, del entrenamiento y de la competición como pocos profesionales. Laurens Ten Dam dice de él, admirado, que “está en forma todo el año”. Si normalmente una victoria tempranera suele suponer un buen presagio destacable, en el caso de Valverde no es así: éste es uno de los extraordinarios que para él resultan normales.
Pelucchi sabe esprintar
Extraordinario era también el elenco de velocistas que presentaba esta Challenge de Mallorca: el pichichi André Greipel, el boxeador Nacer Bouhanni, los pisteros Bryan Coquard, Theo Bos y Elia Viviani, la bala irlandesa Sam Bennett… Pese a la calidad y variedad de ases, las dos ‘volatas’ planteadas tuvieron el mismo vencedor. Matteo Pelucchi, esprínter unidimensional de IAM, ganó sobrado en el Trofeo Santanyí y con más apuros pero igual solvencia en el Trofeo Palma. Será difícil verlo levantar los brazos en el World Tour, donde chocará con recorridos más complicados y escuadras más trabajadas que la suya orquestando las llegadas masivas. No obstante, el italiano es uno de los mejores ciclistas del mundo en velocidad pura y eso arroja réditos. En este caso, dos trofeos de la Challenge.
Impresión positiva de Murias Taldea
Por primera vez desde 2010, un equipo ha nacido en España. Se llama Murias Taldea e inspira ilusión porque insufla oxígeno al siempre potente ciclismo vasco y otorga una oportunidad en el profesionalismo a doce jóvenes promesas. Los hombres de Odriozola debutaron en Mallorca y estuvieron a la altura de las expectativas, activos, con presencia e impacto. En la jornada conclusiva, el Trofeo Palma, tiraron del pelotón para neutralizar una fuga que no les interesaba y forzar otra en la cual se introdujo el ganador de la pasada Copa de España amateur, Unai Intziarte, que gracias a la misma se impuso en las clasificaciones de Montaña, Sprints Especiales y Combinada. Para un equipo Continental como éste, lucir maillot en el podio de la primera carrera de su historia es un auténtico éxito.