En la última parada de la copa del mundo, en Meribel (Francia) la familia Orbea ha presentado en sociedad su nueva bici de rally doble suspensión; una completamente renovada Oiz en 27.5 y 29”.
Una historia exitosa
A excepción del nombre (Oiz es el nombre una esbelta cima que se divisa desde las instalaciones de Orbea y que para ellos simboliza el duro espíritu de la competición) y sus 95 mm de recorrido poco más comparte con el modelo de 26” que tan buena acogida obtuvo en 2012 irrumpiendo en el mundial con dos victorias consecutivas por estreno. La nueva Oiz ha echo un esfuerzo por mantener la esencia de esa bici de 26” pero adaptándola a los nuevos diámetros de rueda.
La nueva Oiz estará disponible las primeras unidades a mediados de septiembre en seis tallas y dos medidas de rueda: S, M y L en 27.5” y M, L y XL en 29”, exactamente de igual manera que ocurre su archiconocido Orbea Alma. Y es que los ingenieros de la casa de Mallabia (Bizkaia) han querido emular la plataforma y talante deportivo de la rígida que tan buen resultado les ha dado.
Para los amantes de los números bajos.
Decir que la nueva Oiz sobresale por su contenido peso de 1.650 gr en talla S, en 27.5 y sin amortiguador. La misma talla en cuadro de 29” nos han asegurado que tan solo incrementa el peso en torno a unos 75 gr más, pero no hemos tenido la ocasión de contrastarlo.
Este excelente peso viene dado por varios motivos. El primero es que es un cuadro, basculante y bieleta realizado íntegramente en carbono. Son cuatro moldes distintos para confeccionar un cuadro mediante la tecnología monocasco, una tecnología que garantiza una pieza más rígida pudiendo repartir las fibras en los puntos más críticos. El basculante en cambio son dos piezas asimétricas y unidas a diferencia de la bieleta que acomoda el amortiguador producida en carbono. El cuadro posee garantía vitalicia y sólo está disponible en carbono desde 2.799 euros de su modelo con el montaje más básico, el M50.
Con sello y tecnología propia
Mención a parte merece su basculante trasero, una seña de identidad inconfundible en sus modelos pretéritos. Mediante la tecnología U-Flexion de Orbea han eliminado el punto de giro en el eje trasero, creando una sola pieza con el menor número de rodamientos posibles y el ahorro de peso y mantenimiento que conlleva. Aprovechan las propiedades del carbono para desarrollar un tirante flexible verticalmente, hasta 7 mm de flexión, que incremente la sensación de comodidad del triángulo trasero. Un tipo de tecnología muy empleada en la F1, por ejemplo.
Y otro recodo interesante de la nueva Oiz es la tecnología apodada “Tensegrity”. En su parte inferior podemos observar un robusto radio, un tensor que se encarga de reducir las fuerzas excéntricas que produce el cuadro para garantizar su solidez y permitir que la estructura de la bieleta se pueda realizar íntegramente en carbono, rebajando así el peso final en la báscula.
Además de todo ello el nuevo cuadro alberga todos los avances técnicos exigibles a una bici de estas características y categoría: guiado de cables DCR -logran ahorrarse unos 40 gr de peso en fundas guiando el cable internamente mediante una minimalista guía de teflón-, compatible para albergar la batería y cableado del Shimano XTR Di2 o las horquillas FOX i (electrónicas), o pedalier Press Fit (PF92) y pipa de dirección tipo Tapered (cónica) para garantizar una buena dosis de rigidez.