Aprovechamos nuestra visita a la primera parada de los Scott Experience Days para probar una de las grandes novedades de la temporada en la firma suiza, la Scott Solace eRide, una gravel eléctrica de última generación.
La Solace no es una plataforma nueva en el catálogo de Scott. Durante años fue la bicicleta Endurance o gran fondo de la marca. Pero esta temporada la Scott Solace regresa con el sello eRide, es decir, bajo pedaleo asistido, y está disponible en versiones para gravel y carretera.
La nueva Scott Solace eRide es una de las mejores e-bikes del momento, por su ligereza, autonomía y, especialmente, por un diseño ultra integrado de toda la unidad motriz.
El cuadro está fabricado en fibra de carbono HMX, el más sofisticado de la firma, y su diseño está inspirado claramente en la Scott Addict Gravel, el modelo de gravel no motorizado que probamos a fondo en este artículo. A pesar de tratarse de una bicicleta cómoda y destinada a acumular kilómetros, los tubos de perfil aerodinámico reflejan el carácter deportivo marca de la casa. El peso del marco, en talla M, es de tan solo 1.200 gramos.

Gravel y road
La plataforma se divide en cuatro modelos de gravel y dos más adaptados a ciclismo de carretera, aunque el cuadro sea común para ambas variantes. El motor escogido para propulsar la Scott Solace eRide es el nuevo TQ HPR50, con una potencia de 50 Nm, que destaca especialmente por la naturalidad en la entrega de potencia y, sobre todo, por la total ausencia de ruido durante la marcha.
La clave está en su sistema de transmisión armónico, que utiliza menos material que los sistemas por correa y, por tanto, produce menos fricción y ahorra batería. El peso del motor es de tan solo 1,8 kg.
La batería de la Solace eRide queda perfectamente oculta en el tubo diagonal y alimenta al motor con una capacidad de 360 Wh. No obstante, la autonomía puede ampliarse con la instalación de un extensor de la batería que aporta 160 Wh más y que alojamos en el portabidón vertical. El sistema de alimentación se adapta automáticamente para utilizar las dos fuentes de energía. Esto quiere decir que, cuando se usa el extensor de batería, el sistema le dará prioridad para agotarlo antes de recurrir a la batería del interior del cuadro.
De hecho, ambas baterías pueden cargarse en una sola carga y la Solace es capaz de almacenar el 80% de la batería en solo dos horas.
Completa el sistema motriz la unidad central con el display ubicado en el tubo horizontal. La pantalla ofrece, con absoluta nitidez información básica como la velocidad media, la autonomía restante o el nivel de asistencia escogido. Eso sí, cuenta con solo un botón para todas estas gestiones y requiere soltar el manillar para cambiar de modo.
Además, podemos vincular esta centralita con la App móvil de TQ y modificar la configuración de cada uno de los tres modos de asistencia, tanto el porcentaje de asistencia como la potencia máxima y la respuesta a la pedalada inicial.
Máxima integración
Por supuesto, el cuadro está plagado de detalles que destilan calidad. El cableado queda totalmente oculto incluso desde el manillar, tanto si equipa un cockpit integrado como uno convencional. Cuenta con multitud de orificios para cargar portabultos y guardabarros delantero y trasero. Acepta cubiertas de hasta 50 mm, medida que equipan de serie los montajes de gravel, mientras que los modelos de carretea optan por gomas de 38 mm.

De hecho, las diferencias entre ambas plataformas se completan con el desarrollo, siendo monoplato en la versión de gravel y de doble plato en la de carretera, así como el manillar, con mayor apertura en las puntas o flare en la versión de gravel.
Además, la Scott Solace eRide viene preparada para instalar luces alimentadas por la batería principal e incluso se puede montar una pata de cabra.
En marcha, toma de contacto
En marcha, la nueva Solace eRide brinda una experiencia muy equilibrada entre diversión y rendimiento. La asistencia del motor es muy suave y tan silenciosa que puede llegar a ser imperceptible. Además el factor Q es muy similar al de una bicicleta convencional, esto, unido a la ausencia de fricciones por parte del motor, nos permite rodar de forma muy natural.
Sin duda podemos rodar a ritmo suave gestionando la autonomía y disfrutando del perfil ciclo viajero de la bicicleta, pero es rodando a máxima velocidad, jugando con el límite de la asistencia, cuando sacamos todo su potencial. Además, su distancia entre ejes y el generoso balón de las cubiertas nos proporciona la estabilidad suficiente para afrontar terreno técnico y descensos rápidos en terreno suelto con plenas garantías.
En definitiva, una e-bike perfecta para quienes deseen combinar los beneficios de la asistencia suave y natural con la experiencia deportiva y absorbente de una gravel de última generación.
Si quieres conocer más detalles de la Scott Solace eRide puedes acceder a la web oficial de Scott.
Scott Solace eRide 10 / Ficha técnica
Precio: 9.999 €
Peso: 12.56 kg
Cuadro
Material: Carbono HMX
Horquilla: Carbono HMX Flatmount Disc
Tallas: XS49, S52, M54, L56, XL58
Colores: Único
Transmisión
Bielas: FSA eBike Carbon
Cassette: SRAM XPLR XG1251 10-44
Pulsador: SRAM FORCE eTap AXS HRD Shift-Brake
Cambio: SRAM FORCE XPLR eTap AXS
Cadena: SRAM FORCE
Motor: TQ HPR50 Mid Motor drive 50Nm
Batería: TQ Internal 360Wh + xTra Power Bottle Cage Battery 160Wh
Display: TQ HPR
Ruedas
Llantas: Zipp 303 Firecrest Carbon tubeless disc-brake
Neumáticos: Schwalbe G-One Overland EVO 700x50C
Componentes
Frenos: SRAM FORCE eTap AXS HRD Shift-Brake System 160/160 mm
Manillar: Syncros Creston iC SL X Carbon combo
Tija de sillín: Syncros Duncan SL Aero
Sillín: Syncros Tofino Regular 1.0 Cutout
Me encanta