PRUEBA: BMC roadmachine 01 Ultegra Di2

El deseo de todo aquel aficionado al ciclismo que sencillamente busque una bici que vaya; extraordinariamente bien.

PRUEBA: BMC roadmachine 01 Ultegra Di2

FOTOS: Rubén Vigil

Por increíble que parezca, la nueva BMC Roadmachine reescribe los conceptos de comodidad, rigidez, integración y comportamiento dinámico en una misma bicicleta. El último modelo de la marca suiza supone un gran paso adelante dentro del segmento endurance.

La BMC Roadmachine 01 montada con Ultegra Di2 (6.999 €) se encuentra en el segundo escalón de la gama endurance de BMC empezando por arriba. Se trata, por tanto, de un modelo realmente vanguardista en el aspecto tecnológico y que será la delicia de todo aquel aficionado al ciclismo que sencillamente busque una bici que vaya extraordinariamente bien. Y es que si no vas tras una bici de competición pura y dura, pocas opciones encontrarás tan interesantes como esta BMC, al menos en cuanto a funcionamiento.

Si se pudiese destacar algo entre tanta exuberancia, dedicaríamos especial atención a su gran compromiso entre rigidez y comodidad. Del mismo modo, el diseño y acabados de la bici son de máximo nivel. En este sentido, el gran trabajo realizado en la integración de los distintos elementos tiene buena parte de responsabilidad. Por último, la elección de componentes ha sido completamente acertada; frenos de disco, cambio electrónico, ejes pasantes y cubiertas de 25 mm completan un cóctel ganador.

Poco, muy poco tiempo necesitaremos para notar cada una de las bondades de esta Roadmachine 01. Para empezar, la bici nos propone una posición de conducción bastante corta y una dirección más elevada si la comparamos con otros modelos más racing. El resultado final es el de una montura muy cómoda y realmente poco exigente en el aspecto postural, algo de esperar a expensas de su categoría cicloturista. Aunque la realidad es que sorprende lo exageradamente fácil que resulta acostumbrarte a sus geometrías si eres alguien que monta regularmente en bici de carretera.

No solo notaremos su comodidad postural. Elementos como el uso de la tecnología Tuned Compilance Concept (TCC) en la fabricación del cuadro o el montaje de cubiertas de 25 mm confieren a la bici unos niveles de absorción sin precedentes. Esta tecnología empleada en la construcción del cuadro, denominada TCC, es la encargada de ofrecer la máxima flexión vertical a la bici, sin perder de vista la rigidez lateral de la misma. Es decir, mediante unos tubos superiores más finos, la bici absorbe todas las vibraciones (grandes y pequeñas) que nos llegan desde el asfalto a través de ella. A su vez, un pedalier y tubos inferiores mucho más gruesos mantienen una gran rigidez a la hora de transmitir nuestra fuerza sobre los pedales, de modo que es sumamente fácil jugar a cambiar de ritmo con ella.

Esto no es nada nuevo, y en realidad es algo que realmente ya buscan la mayoría de las bicis en la actualidad, pero llegar a estas cotas de rendimiento en ambos parámetros es realmente sorprendente. La absorción y comodidad son brutales; la rigidez, superior.

Si hay marcas que destacan por avanzarse a los tiempos, BMC es una de ellas. Y es que desde hace unos pocos años, estas marcas punteras son las precursoras de conceptos tales como la integración de componentes en la bicicleta. En este sentido, la marca suiza sigue haciendo avances a pasos agigantados y nos ofrece este modelo cicloturista sin un solo cable a la vista. Ni uno solo.

Usando sus propios sistemas tecnológicos y patentes en el diseño del cuadro, horquilla y potencia, el sistema Integrated Cockpit System logra eliminar todo el cableado externo desde el manillar hasta el eje trasero de la bici. Un recurso realmente estético y limpio, que a su vez guarda algunos inconvenientes a la hora de montar o regular elementos como la potencia o los propios cables. Sea como sea, el resultado final es espectacular, y cualquier bici que ves luego con algún cable a la vista parece desfasada. Sin duda es el futuro.

Volviendo al tema que nos ocupa, cabe decir que la potencia integrada (ICStem) de la Roadmachine viene en cinco longitudes distintas (90, 100, 120, 120 y 130 milímetros) para adaptarse a cualquier tipo de ciclista. La abrazadera de cables y el sistema de cubierta de la misma no son difíciles de montar, pero complican más las cosas que si tuviésemos que instalar una potencia convencional. A su vez, la cara frontal de la potencia ICStem es adaptable, con el fin de poder alojar ciclocomputadores y cámaras de acción.

Antes de acabar con este punto, hay que señalar el espectacular nivel de acabados de la bici, y lo ingenioso del sistema de anclaje integrado para la tija de sillín, en forma de D.

Otro aspecto donde la BMC actúa a las mil maravillas es en relación con su comportamiento dinámico. La sensación de estabilidad, la rapidez y corrección de movimientos de la bici y el control sobre la misma son sencillamente excelentes. La bici siempre responde a nuestra voluntad y de forma noble, con un gran aplomo sobre el asfalto. En este sentido, cabe destacar el buen trabajo que realizan tanto las ruedas 3T Discus C35 Team Stealth Carbon como la combinación de los ejes pasantes (12 mm) con la potencia de frenado de los frenos hidráulicos de Shimano. Mención aparte merecen las cubiertas Continental GP4000S II de 25 mm, que sencillamente logran que la bici se agarre al asfalto como un gato.

En este apartado brilla con luz propia el grupo Ultegra Di2 de Shimano; en este caso, en su versión de discos hidráulicos. El funcionamiento del grupo en sí es sencillamente impecable, solo se ve por detrás de su hermano mayor Dura-Ace en cuanto a peso y quizá algo de finura. Estamos hablando de unos niveles de rendimiento altísimos.

Para el resto, nada nuevo. Como hemos citado anteriormente, las ruedas 3T ruedan exageradamente finas y otorgan un extra de rigidez al conjunto, las cubiertas Continental le dan el diez al conjunto. El desarrollo de la bici es completamente adecuado, con un 50-34, junto con un casete de 11 velocidades (11-32), con el que podrás realizar todos los recorridos que te propongas.

Es una bici claramente enfocada a un uso cicloturista o endurance, su peso la delata. Pero si nos atenemos únicamente a las sensaciones que nos ofrece, solo podemos decir que es una bici para cualquier persona que le guste disfrutar del ciclismo. Si ya te gusta ir en bicicleta, sobre una BMC Roadmachine, aún te gustará más. Lo tiene absolutamente todo... menos un precio accesible a la mayoría de los bolsillos.

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Confort

Polivalencia

Conducción dócil

Frenos de disco

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Cableado exterior, perjudica la estética

Solo disponible en tres tallas

Vibración de los cables al rodar rápido sobre terreno irregular

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Maillot: Thompson Red, 44 euros

Culote: Thompson Red, 60 euros

Gafas: NorthWave Switch sunglasses, 85, 27 euros

Zapatillas:  Northwave Galaxy, 25,99 euros

Calcetines: Northwave Speed, 11,90 euros

Casco: NorthwaveAircrosser, 89,95 euros

Guantes: Northwave Galaxy, 33,00 euros

Precio 6.999 euros
Peso 7,65 kg (talla 51 sin pedales)
Material TCC 01 Premium Carbon, con tecnología Angle Compliance Technology
Tallas 47, 51, 54, 56, 58, 61
Horquilla Roadmachine 01 Premium Carbon, Integrated Cockpit, específica para freno de disco
Pedalier Shimano Ultegra, 50-34T/Bielas 175 mm
Casete Shimano Ultegra, 11-32T, 11v
Cadena Shimano Ultegra
Menetas de cambio Shimano ST-R785 Di2, Hydraulic
Cambio trasero Shimano Ultegra Di2, 11v
Desviador Shimano Ultegra Di2
Llantas 3T Discus C35 Team Stealth Carbon , 32 radios delante y detrás
Bujes 3T Discus C35 Team Stealth Carbon, Thru Axle (12mm)
Neumáticos Continental GP4000S II, 25mm
Frenos Shimano BR-RS805
Discos SM-RT81-SS Rotors, 160 mm delante y 140 mm detrás
Manillar 3T Ergonova Team, 42 cm
Potencia BMC ICS 01 - Integrated Cockpit Design
Tija de sillín FSA V-Drive de aluminio/31,6 mm
Sillín Fizik Aliante R5, kium
Contacto info@bmc-switzerland.com
Web www.bmc-switzerland.com
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