Hace unos días publicábamos nuestras impresiones tras probar el producto estrella de Shotgun, el sillín de montaje delantero y el manillar infantil ajustados en una bicicleta de adulto.
Ahora es el turno de probar otro de sus productos especializados en mejorar la experiencia en bicicleta entre niños y adultos, la cinta de remolque Shotgun para Mountain Bike acompañada de una riñonera para su almacenaje.
Comencemos poniéndonos en situación. Decidí probar la cinta de remolque con mi sobrino de 8 años (casi 9) pensando que quizá sería un poco mayor para este producto, y más teniendo en cuenta que tiene predilección por salir de las pistas forestales y rodar por senderos estrechos; “caminos secretos” como los llama él.
Afortunadamente, como veremos más adelante, me equivocaba. Shotgun no especifica un límite de edad en su producto y, de hecho, soporta una carga nominal de 225 kg, por lo que es válido incluso para el remolque de adultos.
Fácil almacenaje
Antes de comenzar a usarlo rodamos durante varios kilómetros por separado, aprovechando que contábamos con la riñonera específica para transportar la cinta. El precio de esta riñonera es de 35 € y bajo nuestra experiencia es recomendable (aunque no imprescindible) su adquisición como un combo completo, puesto que facilita el almacenamiento de este producto y lo que queramos incluir, gracias a su compartimentación con dos bolsillos de cremallera. Además, los pequeños podrán usarla en cualquier otro momento gracias a su divertido diseño animal.
La riñonera cuenta con una correa ajustable a la cintura con un mínimo de 38 cm y un máximo de 110 cm. Sus dimensiones son de 22,5x8x10 cm (largo, ancho, alto) y pesa 200 gramos. La zona de contacto con la espalda está acolchada por lo que resulta muy cómoda y transpirable tras la acumulación de kilómetros.
Montaje rápido e intuitivo
Después de unos pocos kilómetros de ruta, con algún repecho en el que tengo que esperar a mi sobrino porque necesita poner pie a tierra, decidimos hacer uso de la cinta de remolque Shotgun antes de encarar varias subidas por pista que tenemos por delante.
El montaje del sistema no puede ser más sencillo. Revisé el vídeo de instalación que ofrecen en su página web y las instrucciones (en español) que incluyen en la caja, pero realmente es tan intuitivo que no hubiera sido necesario. Basta con introducir un extremo de la cinta en la punta del sillín de la bici adulta, sin necesidad de extraer la tija, y ajustar el lazo a la potencia de la bici infantil y al mosquetón en el lado opuesto.
Y ya está. No conté el tiempo empleado pero hablamos de segundos, lo que nos permite retirar la cinta y recurrir a ella cuantas veces queramos durante la ruta sin que sea un incordio en ningún momento.
La longitud de la cinta elástica es de 1,7 metros sin estirar y hasta 3,3 metros estirada. Su peso, incluyendo el mosquetón, es de 250 gramos.
Un nuevo horizonte
Reconozco que tenía cierto temor a la primera arrancada. No sabía cómo respondería mi equilibrio con la tensión de la cuerda y, lo más importante, si nuestra posible falta de coordinación podría provocar una caída de mi sobrino.
Afortunadamente la elasticidad de la cinta y del lazo amortigua la tensión, de tal forma que en ningún momento transmite un tirón brusco sino una suave tensión que el adulto percibe cuando la pedalada cuesta más.
Lo que hasta ahora estaba siendo una salida rutinaria de pronto se convierte en una nueva experiencia mucho más divertida. No sólo estamos subiendo por un camino que hubiera ralentizado al pequeño, sino que permanecemos juntos todo el tiempo, lo que nos permite compartir la experiencia constantemente.
Otra consecuencia del uso de la cinta de remolque Shotgun es que, de pronto, me estoy esforzando. Las rutas con mi sobrino son divertidas y didácticas, pero normalmente no necesito siquiera beber agua porque apenas requieren esfuerzo físico por mi parte. Remolcar a un niño de 30 Kg obliga a exprimirme en las pendientes más pronunciadas, lo que hace de estas salidas un entrenamiento improvisado donde ambos disfrutamos y nos exigimos.
Una vez coronada la sucesión de rampas, decidimos permanecer ‘atados’ con la cinta de remolque Shotgun precisamente porque nos permite rodar con una separación inferior a tres metros. Podemos montar en paralelo o bien en fila, de tal forma que el niño puede seguir mi trazada cuando hemos de pasar por algún tramo técnico o complicado.
Prueba de fuego
Para finalizar, decidí poner a prueba la cinta de remolque Shotgun en una rampa dura de verdad. Una pendiente que me obliga a dar el máximo cuando trato de superarla durante mis propios test de bicicletas y que no siempre he conseguido completar sin echar el pie por falta de ‘grip’ en los neumáticos.
Esta prueba de campo me ayudó a entender que el uso de la cinta de remolque puede ser contraproducente en este tipo de ascensiones. Nos vimos obligados a parar la marcha a mitad de la subida y recuperar de nuevo la inercia fue muy complicado. Mantener el equilibrio sin poder ganar velocidad y coordinar el ritmo de ambos era tan difícil que decidimos intentarlo en otra ocasión.
Más allá de este escenario casi imposible, mi sobrino no necesitó bajarse de la bici en ningún momento. Completó no sólo subidas que no habría alcanzado sin la cinta de remolque Shotgun, sino también bajadas a un ritmo generoso gracias a poder seguir mi rueda y comprobar la escasa dificultad del terreno.
Su confianza estaba por las nubes, la diversión al máximo y el test de la cinta y la riñonera, superado con nota.
Puedes adquirir ambos productos en la página web de Shotgun y consultar todas sus características técnicas, así como visitar el resto de colecciones que componen su catálogo.