Probamos a fondo la nueva Lapierre XR 9.9, una bicicleta que se ha renovado por completo para adaptarse a la exigencia del XC de competición actual. Es ligera, sencilla y muy deportiva, cualidades perfectas para convertirse en toda una súper ventas.
Estamos, sin lugar a dudas, en la temporada de las bicicletas de Cross Country de doble suspensión. Es la modalidad que más evoluciones está presentando esta campaña, una consecuencia directa de la proximidad con la cita olímpica que tendrá lugar el año que viene. En esta ocasión hemos probado a fondo una de las bicicletas más relevantes del año, especialmente para el mercado español. Nos referimos a la nueva Lapierre XR 9.9, una mountain bike de competición que rompe por completo con su predecesora para adaptarse a la exigencia del XC actual. Te lo contamos también a través de esta video prueba:
No obstante, la nueva Lapierre XR fue presentada la pasada temporada, en un exclusivo evento para medios al que tuvimos el privilegio de acudir en la sede de Lapierre, en Dijon, y que os mostrábamos en este artículo. Aquella experiencia fue una buena toma de contacto que ahora hemos podido expandir probando la Lapierre XR durante más tiempo para desgranarla en detalle.
Mucha historia, pocos miembros
Pero antes de introducirnos de lleno en la nueva Lapierre XR, repasemos brevemente la historia de este modelo. La Lapierre XR nace en 2013 como sustituta de la X-Control, con una propuesta muy deportiva y ligera, que además ya entonces exploraba las propiedades de flexión del carbono (5 mm) en la suspensión trasera.

Hubo que esperar hasta 2017 para conocer a la segunda generación Lapierre XR, el modelo que hemos conocido hasta esta última evolución. Aquella bicicleta destacaba por su geometría radical, lo que ha permitido mantener su vigencia durante tanto tiempo. Además, contaba con un particular diseño del esquema de la suspensión, donde el amortiguador atravesaba el cuadro (algo similar sucedía en la primera versión) y dotaba de una fuerte personalidad estética a ese modelo.

Cinco años después, y con la enorme evolución sufrida en el Cross Country de última generación durante este tiempo, Lapierre se ha visto obligada a desarrollar una nueva versión XR totalmente rupturista y adaptada a la competición actual. De hecho, en su regreso a la Copa del Mundo XC, este modelo será el que utilice el nuevo equipo Lapierre Unity Mavic (en la versión de 120 mm).

Y es que, en primer lugar, es necesario destacar que la plataforma Lapierre XR se divide en dos versiones, la más racing, con 100 mm de recorrido, como el modelo que llevamos a prueba en este artículo; y una alternativa orientada al Maratón y al Down Country, con 120 y 110 mm delante y detrás, denominada Lapierre XRM. En un término medio se ubica la exclusiva versión Lapierre XRM 75th, con 110 mm delante y detrás.
Nueva Lapierre XR: las claves
El principal objetivo de la firma de Dijon con al nueva Lapierre XR ha sido lograr una bicicleta lo más ligera posible. Desde el esquema de la suspensión hasta el propio proceso de fabricación, en cada punto de la XR se ha rebajado el peso de su predecesora. De este modo, el cuadro SLI Team, que sólo está disponible en esta Lapierre XR 9.9 y en la edición especial 75 aniversario, el peso es de 1.772 gramos sin amortiguador ni tornillería, o de 2.038 gramos con todo el hardware. Una rebaja de más de 300 gramos sobre su predecesora. En el resto de la gama, el peso del cuadro es de 1.970 gramos ‘desnudo’ y 2.236 gramos con amortiguador y accesorios. En esta gráfica puedes comprobar el peso de cada versión y el ahorro de peso respecto a la segunda generación XR.
Versión alta gama | Versión entrada de gama | |
Cuadro sin amortiguador ni tornillería | 1.772 g (-307 g) | 1.970 g (-109 g) |
Cuadro con amortiguador y tornillería completa | 2.038 g (-393 g) | 2.236 g (-195 g) |
El segundo punto clave es la cinemática de la trasera. Lapierre ha abandonado el sistema de suspensión basado en un punto de giro Horst Link en las vainas para apostar por un clásico monopivote, que oscila con una pequeña bieleta más la que actúa como extensor del amortiguador, la opción más extendida en esta categoría. Como es habitual, este sistema requiere de la flexión de los tirantes para completar su recorrido.
Pero Lapierre ha querido buscar una diferenciación sobre sus competidores mediante un diseño particular. Los tirantes presentan una ligera tensión antes de montarnos sobre la bicicleta, de tal forma que, con el ciclista sobre la bicicleta en una posición de SAG al 26%, los tirantes adoptan una tensión neutra, en estado natural. Así, cuando el amortiguador se comprime los tirantes flexan de forma progresiva ganando en sensibilidad. Para lograr estas propiedades han debido diseñar unos llamativos tirantes muy delgados y planos, con unas vainas sobredimensionadas más reforzadas.
Geometría
La geometría de la Lapierre XR es uno de los apartados que más necesitaba una renovación. La firma gala ha apostado por ángulos lanzados y líneas muy deportivas, pero sin trazar una geometría extrema, una forma de abarcar tanto a perfiles muy competitivos como a usuarios de corte más recreativo.
Prueba de ello es la dirección, lanzada a 67º en esta versión de 100 mm o las vainas de 435 mm en ambas versiones y en todas las tallas. En comparación con su predecesora, la nueva Lapierre XR cuenta con un reach más largo, un ángulo del sillín más vertical y una dirección más abierta. En esta imagen puedes ver las principales cotas de la geometría de la Lapierre XR 9.9.
Detalles técnicos
A pesar de tratarse de una propuesta sencilla y casi minimalista, encontramos multitud de detalles técnicos que resultan muy prácticos en la marcha.
El cuadro deja espacio para instalar dos portabidones, el cableado cuenta con guías internas para facilitar su instalación y evitar ruidos durante la marcha, además la línea de la cadena es de 55 mm lo que deja espacio para montar cubiertas de hasta 2.4 pulgadas con garantías de paso de rueda suficiente. Incluso está preparado para montar platos de hasta 38 dientes para los ciclistas en mejor estado de forma, dejando clara su concepción de bicicleta ultra deportiva.
No obstante, en el apartado de la integración, creemos que Lapierre ha sido demasiado conservadora, con una entrada de los cables muy visible, al igual que en el punto de transición entre el triángulo principal y el basculante o en el bloqueo del amortiguador.
Además, carece de bloqueo del giro del manillar, aunque Lapierre cuenta con un práctico protector de goma que evita impactos del manillar sobre el cuadro.
Gama completa
Como indicábamos al inicio del artículo, la gama Lapierre XR se divide entre los modelos de 100 mm (XR) y los de 120/110 mm (XRM). Es importante tener presente que en el catálogo actual de la marca conviven algunos montajes de 2022 con los de 2023. Tal es el caso de la Lapierre XR 9.9 que hemos probado (6.899 €). Nuestro modelo de test es la unidad correspondiente a 2022, pero también hay una alternativa de 2023, identificable por su color diferente en el cuadro, algunas modificaciones en el montaje y, sobre todo, por su precio superior (7.599€).
De este modo, si excluimos la edición especial 75 aniversario, cuyo importe asciende a 8.699 €, ésta Lapierre XR 9.9 es la cúspide de la gama. En este enlace puedes consultar todas las opciones disponibles de la plataforma XR, cuyo precio de entrada es de 3.099 €. Puedes consultar la gama completa en el site oficial de Lapierre España.
Montaje Lapierre XR 9.9
Centrándonos en nuestra unidad de test, destaca en primer lugar el set de suspensiones RockShox SID en la horquilla y el amortiguador, en ambos casos con el acabado Ultimate de alta gama y prestaciones muy deportivas.
Es evidente que estamos ante una bicicleta destinada a la competición y, en la búsqueda de un registro en báscula muy competitivo, se ha eliminado cualquier concesión que pueda hacernos pensar que estamos ante una down country. Además de los 100 mm de recorrido, los fenos SRAM Level son de 2 pistones y destaca la presencia de fibra de carbono en todos los componentes periféricos, desde el manillar firmado por FSA, hasta la tija del sillín (convencional, no telescópica) bajo el sello de la propia Lapierre o el juego de ruedas Lapierre carbon XC SL.
Nos ha sorprendido encontrar un grupo de trasmisión SRAM XX1 Eagle de accionamiento mecánico. Este grupo de alta gama del fabricante norteamericano está en desuso por el protagonismo que han tomado las alternativas AXS electrónicas e inalámbricas. Su funcionamiento es exquisito y ayuda a rebajar el peso final, pero nos hubiera gustado contar con un equipamiento máximo a una bicicleta de alta gama de su factura.
En este sentido, Lapierre ha dejado únicamente a su montaje 75 aniversario como la opción con transmisión electrónica. Nuestro modelo, por cierto, equipa un plato de 34 dientes, un desarrollo exigente y totalmente coherente con el perfil deportivo de la bicicleta.
Y, ahora sí, el peso de este modelo, en talla M y sin pedales, es de 10,4 kg.
En marcha
Es evidente que la firma francesa ha querido imprimir mucho nervio y sensaciones deportivas a la nueva Lapierre XR 9.9. Se siente compacta e invita a rodar rápido y a lanzar fuertes aceleraciones, gracias a la posición tan vertical del tubo del sillín. Se maneja con suma agilidad en terreno revirado y es suficientemente estable en zonas técnicas, aunque insistimos en que la rigidez del conjunto, especialmente en la trasera, nos obliga a dar lo mejor de nosotros como ciclistas.
Tal y como promete la marca, la suspensión trasera es muy sensible en el tramo inicial, para dar paso a un tacto más seco progresivamente. Es cierto que no es ni mucho menos la suspensión más sensible de su categoría y, en cambio, esto concede un pedaleo muy firme, sin una compresión indeseada, lo que ha supuesto que tengamos que recurrir al bloqueo de las suspensiones sólo en momentos puntuales.
A nuestro juicio estamos ante una bicicleta que parece haber sido concebida para satisfacer las necesidades del grueso de los aficionados al XC españoles. Una propuesta sencilla, que pretende escapar de las complicaciones derivadas de tecnologías más complejas, para centrarse en la ligereza y el rendimiento.
Lapierre ha preferido no situarse a la cabeza en integración o vanguardia, pero no cabe duda de que su apuesta por ir sobre seguro ha sido un acierto pleno. Si buscas una plataforma ‘clásica’, con un eficaz sistema de suspensión monopivote, recorridos de 100 mm y altas prestaciones sobre el firme, esta Lapierre XR 9.9 es una excelente candidata.
Lo mejor
- Geometría muy deportiva pero de agradable conducción.
- Peso muy ligero.
- Componentes de carbono, incluyendo el set de ruedas.
- Suspensión sensible aunque con pedaleo firme.
- Propuesta sencilla y eficaz, sin elementos superficiales.
Lo peor
- Poca integración del cableado.
- Sin bloqueo del giro en el manillar.
- El sillín no está a la altura del montaje.
- En su rango de precio esperamos transmisión SRAM electrónica.
Relacionado: La Lapierre XR de Vera Looser, ganadora de la Titan Desert Almería.
Lapierre XR 9.9 / Ficha técnica
General
Precio: 6.899 €
Peso: 10,4 kg (talla M, sin pedales)
Cuadro
Material: Fibra de carbono, team layup
Tallas: S, M (probada), L, XL
Suspensión
Horquilla: RockShox SID Ultimate Charger Race Day 100 mm
Amortiguador: RockShox SIDLuxe Ultimate 210X50 / 100 mm
Transmisión
Cambio: SRAM XX1 Eagle, 12s
Manetas: SRAM XO1 Lunar Eagle 12s
Bielas: SRAM XX1 Carbon Eagle BOOST 148 34d
Cassette: SRAM XG1275 10-52d 12s
Cadena: SRAM XO1 Eagle 12s
Frenos: SRAM LEVEL TLM 2 pistones
Ruedas
Llantas: NEW Lapierre carbon XC SL 29» Boost XD driver
Cubiertas: Maxxis Rekon Race EXO TR 29×2.35 120 TPI 3C MaxTerra
Periféricos
Manillar: FSA Carbon 750 mm
Potencia: Lapierre
Tija de sillín: Lapierre carbon light, 31.6mm, L: 400mm
Sillín: Fizik Taiga Black
Más información
Website: Lapierre España