Puños para el manillar, ¿de qué materiales me convienen?

Puños para el manillar, ¿de qué materiales me convienen?

Los puños del manillar de una MTB, o de cualquier otra bici, son el punto de contacto entre ciclista y la bicicleta y por ello es importante tener los ideales para tus necesidades. Aspectos como su dureza, tamaño o diseño influyen tanto en la comodidad como en la prevención de lesiones. Pero nos ahora nos centramos en otra característica muy importante, ayudándote a elegir los puños más adecuados según sus materiales. 

Más allá de su forma, con cierre lock-on, convencionales, con relieves o ergonómicos, la elección de un puño para el manillar de la bici viene determinada también por su material. Es casi su aspecto más importante, que influye en el tacto del manillar, el manejo, la comodidad, la duración y vida útil del puño.

En el mercado actual existe una gran abanico de modelos en función del material empleado para su fabricación. Si estás pensando en cambiar de puños, o adquirir una nueva bici y este aspecto te interesa, te explicamos cuáles son los que mejor resultado te pueden dar.

Materiales de los puños, ¿cuál elegir para mi manillar?

Existen tres opciones de puños según su material: goma, espuma o silicona. Cada uno de ellos con diferentes propiedades, ventajas y desventajas:

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Los puños clásicos del MTB, mayoritarios en bicicletas de gama media y baja. Destacan por su mayor variedad de relieves y texturas, para garantizar la adherencia de la palma de la mano. Proporcionan así un buen agarre y firmeza, pero también son pesados y con el paso del tiempo se suelen despegar del manillar. Por esto último surgieron los puños lock-on (foto), con abrazadera mediante tornillo que quedan fijados en el tubo del manillar sin riesgo de despegarse o moverse.

  • Ventajas: fijación y agarre. Duraderos.
  • Inconvenientes: peso y absorción de vibraciones.

Recomendados para: bikers a los que les guste sentir más el tacto del manillar al rodar, que no se preocupen por el extra de peso y quieran un modelo sencillo, fiable y duradero. No recomendados para ciclistas con dolor frecuente de manos o muñecas.

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Los puños de espuma son algo más sofisticados y técnicos que los de goma, aunque la diferencia en precio no es muy sustancial. Eso sí, aparecen con menos frecuencia en bicicletas de serie que los de goma. Están hecho con espuma de neopreno o foam, que crea una superficie y forma lisa, si relieves para el agarre.

Son puños un poco más ligeros que los de goma y permite tener variedades en función de su espesor, para mayor nivel de personalización. Así como colores para ir a juego con los del cuadro. No obstante, su gran contrapartida es que es un material que se degrada con mayor rapidez que la goma. Y al mojarse con frecuencia pierden su tacto original. No son unos puños para manos sudorosas.

  • Ventajas: ligereza, comodidad y personalización.
  • Inconvenientes: durabilidad.

Recomendados para: bikers preocupados por reducir peso, que pidan unos puños de tacto suave o que deseen un mayor nivel de personalización. No recomendados para manos que suden mucho.

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Los puños más avanzados y los últimos en llegar si hablamos de antigüedad. Podríamos decir que son un híbrido entre los de goma y espuma. Su fuerte es la comodidad y la absorción de vibraciones, con una buena dosis de agarre a la mano. Además, se pegan mejor al manillar que los otros dos, siendo muy complicado retirarlos del mismo. En cuanto a precios, son los más caros, aunque la diferencia con los anteriores no es sustancial.

  • Ventajas: Ligereza, agarre, fijación al manillar y absorción de vibraciones.
  • Inconvenientes: precio más elevado.

Recomendados para: bikers que monten mucho en bici, para competir o se atrevan con rutas muy largas o técnicas. Además, permiten un grado de personalización en colores y espesores muy altos. Muy adecuados también para evitar callos o dolores de manos o muñecas.

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Más de uno os habréis encontrado alguna vez complicaciones para montar los puños en el manillar. Por eso os explicamos algunas de las mejores soluciones para que no te bloquees con su instalación.

El truco popular y ortodoxo es usar el alcohol o limpiacristales para adherirlos al tubo del manillar. Además de empapar la superficie de este donde vaya a ir pegado el puño, también debemos hacer lo mismo con el interior del puño, con generosidad. Veréis que el puño entra sin problemas y se puede adecuar a su posición óptima.

El limpiador de frenos también es otra alternativa. Pero hay que instalarlo deprisa, puesto que se seca con rapidez y nos da menos margen de maniobra. Por último, si tenéis compresor de aire con pistola, siempre podemos ayudarnos del aire situando la boquilla al lado del puño e ir jugando con éste. De todas maneras, esta última operación es más efectiva para sacar el puño que para meterlo.

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