¿Qué cubiertas de carretera comprar? Tipos, tamaños y compuestos

¿Qué cubiertas de carretera comprar? Tipos, tamaños y compuestos

Si las cubiertas de serie de tu bicicleta de carretera comienzan a desgastarse es posible que te estés planteando desde ya comprar unas nuevas. Los neumáticos o cubiertas son un componente capital para practicar ciclismo. De su buen estado depende la estabilidad de la bicicleta, la seguridad y comodidad de marcha del ciclista.

Por eso es importante que, a la hora de hacer un cambio de cubiertas para tu bici de carretera, tengas en cuenta factores como el tipo de neumático (con cámara, tubulares o tubeless), anchura, el dibujo o el compuesto. Con esta sencilla y práctica guía de compra de neumáticos de carretera podrás dar con los adecuados para ti.

Tipos de cubiertas de carretera

Para empezar con tu búsqueda, deberás tener en cuenta que para rodar por el asfalto hay diferentes tipos de neumático, dependiendo de si llevan cámara o no o si neumático y cámara vienen unidos, como es el caso de los tubulares.

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Son las más usadas por el grueso de ciclistas aficionados, por su buena relación entre precio, facilidad de montaje y duración. A la hora de instalar la cubierta sobre la llanta, hay que introducir entre ambas una cámara de aire adaptada al diámetro de la rueda y al ancho del neumático.

Las cubiertas convencionales en carretera se pueden subdividir en dos clases según el tipo de aro que alberga el talón (los bordes inferiores de la cubierta que se pegan a la llanta): rígidas o plegables. En las primeras, los aros son alambres o hilos de acero, mientras que en las segundas se usan filamentos de aramida o Kevlar, más flexibles.

Las cubiertas rígidas suelen ser más económicas, pero también más pesadas y peores al trazar curvas. Mientras que las plegables son más caras, pero también más flexibles, ligeras y fáciles de transportar.

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Algunas marcas las incluyen dentro de la categoría de cubiertas convencionales, sobre todo para diferenciarlas de los tubulares. Tienen una sección transversal más abierta y unos talones específicamente adaptados para unirse a la llanta y lograr un conjunto hermético, en el que no hace falta usar cámara de aire. Para evitar los pinchazos, bastará con añadir líquido sellante en el interior del neumático.

Las cubiertas tubeless, muy extendidas en el MTB por su alta resistencia ante los pinchazos, son, sin embargo, minoritarias en el ciclismo de carretera. Esto es debido primero, a su poca implantación entre ciclistas profesionales, por preferir aún los tubulares (más ligeros y efectivos con altas presiones).

Y, segundo, por el menor número de incidencias por pinchazos que en el MTB, que acaba decantando la balanza por la cubierta convencional para los ciclistas aficionados. Montar una cubierta convencional es más simple y su mantenimiento más sencillo que el tubeless, ya que en este último habrá que cambiar el líquido sellante al menos cada tres meses, puesto que va perdiendo propiedades o se seca.

Así son las cubiertas tubeless de carretera R3 de Bontrager

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Es el estándar clásico de cubiertas para la bicicleta de carretera, usado desde hace décadas, especialmente en las carreras. Se trata de una sola pieza cámara-neumático, que se pega con un pegamento a una llanta especial compatible. Esta llanta no tiene las hendiduras o carriles laterales de las convencionales.

Su principal ventaja es su poco peso, 100 gramos menos de media por tubular que una cubierta convencional con cámara. Además, proporciona una buena relación entre velocidad y agarre a altas presiones, aunque tiene el inconveniente de que se desgastan más rápido y pierden la presión con el uso. No obstante, en caso de pinchar, esa presión irá disminuyendo más lentamente que con una cubierta, por lo que es posible acabar la ruta o entrenamiento aún con aire en las ruedas.

El gran inconveniente de los tubulares es su precio. Cuestan el doble que sus equivalentes en cubierta. Además, su instalación en la llanta es más complicada y requiere de una habilidad especial para sellarlos sin que aparezcan saltos o irregularidades. En este vídeo del equipo profesional Jumbo-Visma, uno de sus mecánicos muestra el proceso de montaje de un tubular.

https://www.youtube.com/watch?v=VEfM_ySzKOM

Cubierta convencional Tubeless Tubular
Precio  Económico Intermedio Elevado
Mantenimiento Bajo Alto Alto
Pinchazos Baja resistencia Alta resistencia Buena resistencia
Uso Cicloturismo Cicloturismo gran fondo Competición

Cubiertas de carretera: elegir el diámetro y ancho correctos

Teniendo claras las ventajas e inconvenientes de cada tipo de cubierta para tu bici de carretera, toca elegir el tamaño adecuado de la misma, en función de los recorridos que realices o del perfil de ciclista que seas. En este punto deberás fijarte en dos medidas: el diámetro del neumático y su anchura.

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En el ciclismo de carretera sigue imponiéndose el estándar de medición tradicional o francés, expresado en milímetros y no en pulgadas como el anglosajón, que es el dominante en el MTB. Así, el diámetro más usado sigue sigue siendo el 700C, que equivale a 700 mm de diámetro exterior de la rueda, incluido el neumático.

En el neumático que quieras comprar, sin embargo, la medida 700C vendrá indicada en el flanco mediante la nomenclatura ISO (ETRTO), seguido del ancho de cubierta correspondiente, de esta forma: 622-23, 622-25, etc. 622 es el diámetro interno (expresado en mm) de la cubierta válida para rueda 700C. Es importante conocer este detalle para evitar confusiones.

Por otro lado, buena parte de las cubiertas de carretera más vendidas del mercado cuentan con su versión 650B, cuyo diámetro interno es de 584 mm. Son ruedas más pequeñas, su uso es más minoritario y están recomendadas para ciclistas de baja estatura. También son una buena opción a la hora de dejar más espacio en el paso de rueda y poder montar así neumáticos más anchos, para rutas de larga distancia, con asfalto irregular o gravel. En esta última modalidad las cubiertas 650B están teniendo una mayor aceptación y crecimiento.

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Es una medida clave a la hora de decantarse por una cubierta u otra. El ancho del neumático determinará la resistencia a la rodadura del mismo, el comportamiento en curva o la mayor o menor absorción de las irregularidades del terreno.

Los anchos de neumáticos más usados en los últimos años siguen siendo de 23 o 25 mm. Pero recientemente las marcas de bicicletas han potenciado el montaje de llantas y neumáticos de 28, 30 y 32 mm, por su mejor compromiso entre resistencia a la rodadura y absorción. Puede parecer paradójico, pero una cubierta ancha, de 28 o 30 mm, adopta una forma cónica que acaba teniendo menos contacto con el asfalto que una más estrecha, inflándolas ambas a la misma presión.

23 mm 25 mm  28 mm  30 mm 32 mm o superior
Liso y seco X X
Rugoso y seco X X
Liso y mojado X X X
Rugoso y mojado X X X
Grava X X

Por otro lado, una cubierta más ancha aportará mayor confort de marcha y estabilidad sobre la bici, especialmente al afrontar descensos de puertos, en asfaltos rugosos o mojados. Su mayor hándicap, especialmente para profesionales, donde cada gramo cuenta, es el aumento de peso, de 15 g por cada 2 mm que se aumenta el balón.

No obstante, este incremento es tan pequeño que no tiene apenas importancia para hacer cicloturismo. Otro de los inconvenientes de aumentar la anchura del neumático es el menor rendimiento aerodinámico de la bicicleta que si se montaran cubiertas más estrechas.

¿Qué cubiertas de carretera comprar según el compuesto?

El tercer aspecto en el que hay que fijarse a la hora de comprar un nuevo juego de cubiertas de carretera es con qué compuesto está hecho el neumático. Es decir, su material y grado de dureza, que determinará el nivel de agarre y desgaste. Lo podemos identificar con dos valores:

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En los flancos del neumático suele venir grabado su TPI o número de hilos por pulgada cuadrada de la carcasa interior. Estos hilos, hechos de nailon, se mezclan con la goma o compuesto para formar la carcasa. A más densidad o mayor TPI, la cubierta será más ligera y tendrá menor resistencia a la rodadura. Pero también puede pinchar más fácilmente y desgastarse más rápido.

En cambio, un TPI bajo indica que es una cubierta con mayor cantidad de goma, más pesada pero más cómoda y resistente, sobre todo en asfalto irregular. En carretera, la mayoría de cubiertas tienen un TPI entre 60 y 120, aunque en los tubulares es superior, llegando hasta 300.

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Es una característica de la cubierta que no se tiene tanto en cuenta como el tamaño o el TPI, pero sigue siendo muy importante, sobre todo para determinar su nivel de agarre.

Los compuestos más usados en la superficie exterior de la cubierta de carretera es el caucho. Aunque hay marcas que lo mezclan con materiales especiales como el sílice o el grafeno para reducir la fricción, manteniendo los niveles de agarre. Para identificar las propiedades del compuesto y qué beneficios puede aportarte, habrá que atender a su nivel de dureza, situado entre 60a o 70a.

Cuanto menor es este valor, más agarre tendrá el neumático, aunque se desgastará más rápido. En cambio, un compuesto más duro, en torno a 70a tiene menor fricción, rueda mejor, pero tendrá menos agarre. Lo ideal para principiantes es optar por un compuesto de 60a e ir subiendo en dureza conforme se ascienda de nivel.

Cubiertas según el dibujo

Por último, el dibujo hace referencia al tipo de superficie o banda de rodadura de la cubierta, si es lisa o tiene hendiduras o pequeños relieves. Sobre la oferta actual podemos identificar tres clases principales:

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Su banda de rodadura es completamente lisa y están recomendados para asfalto seco. Ruedan mejor que los de dibujo pero tienen peor agarre en terreno irregular o mojado. Son los recomendados para entrenamientos de alta intensidad o competición.

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Son neumáticos lisos en su parte central pero se les añade una línea continua de pequeños relieves, como tacos minúsculos en los laterales, para incrementar el agarre en las curvas. Aumentan también la adherencia en asfalto irregular o mojado.

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Muy recomendados para cicloturistas. Poseen pequeñas hendiduras sueltas o continuas a lo largo de la banda de rodadura para incrementar la adherencia y evacuar el agua y la suciedad. Sirven para todo tipo de condiciones, aunque su fricción será mayor y no favorecerán tanto la velocidad como los lisos.

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