“Lo único que escuché en el pinganillo hoy fue: ‘Viene viento de costado, moveos a cabeza del pelotón’ y ‘¡¡Caída caída caída!!’”. Resumía el novato Louis Meintjes el estado de ánimo de la etapa de ayer, un rejón de castigo para el ya cansado pelotón del Tour de Francia. La altimetría era amable, pero el viento soplaba fuerte y la lluvia mojó carreteras recién asfaltadas para convertirlas en pistas de patinaje. La primera caída puso los nervios en el cielo. A expensas de esto, los equipos se organizaron por bloques para situarse en cabeza de un pelotón configurado en filas paralelas; había que evitar los posibles peligros. La velocidad aumentó por la inercia. Y así se estableció una marcha forzada y cansada hasta Amiens.

De todos, los más castigados fueron los Cofidis. En un tramo favorable, a casi 50 por hora, uno de los miembros del bloque rojo tocó el freno y se fue al suelo, arrastrando consigo a gran parte de sus coequipiers: Florian Sénéchal, los españoles Luis Ángel Maté y Dani Navarro… y Nacer Bouhanni. El velocista galo no se volvió a montar en la bici y fue trasladado en ambulancia a un hospital en el cual descartaron fracturas. Bouhanni es quien da sentido a Cofidis, el primer líder de verdad en varias temporadas para una escuadra que desde la partida de los emblemáticos Dumoulin y Moncoutié hasta la llegada del explosivo boxeador había atravesado una época infeliz y errática. Pese al complicado carácter que dificulta su acomodo en equipos de mayor enjundia, Bouhanni había logrado ensamblar en torno a sí un bloque compacto que se presentaba en este Tour con seis victorias en el haber de su jefe de filas. Desvanecido éste, será un reto para Cofidis rehacerse y brillar este mes de julio. “Estamos jodidos, jodidos”, expresó Maté, una de las mejores bazas por su oficio y su paulatina progresión.
La otra gran historia de la jornada fue el esprín, el primero puro que se ve en este Tour de Francia, con unos últimos kilómetros de largas rectas apenas perturbadas por dos curvas y unas pocas rotondas. Los ‘trenos’ no pudieron lucir por el desgaste previo. Etixx trató de lanzar a Mark Cavendish, pero la falta de gas de Stybar mermó la ejecución y la paradójica desconfianza de su ariete en su hombre de confianza Mark Renshaw hizo el resto. Giant-Alpecin tuvo buenos gregarios, pero chocó de frente con la realidad de que a John Degenkolb le faltan caballos para una ‘volata’ pura. Cuando Alexander Kristoff aprovechó la falta de patrón para tomar la cabeza a 300 metros de meta y realizar su característico remate de dos arrancadas, fue precisamente Degenkolb quien obligó a Peter Sagan a esprintar en diagonal, evitando que iniciara su esfuerzo desde la rueda de un perfecto André Greipel que aprovechó perfectamente a sus dos únicos gregarios (Tony Gallopin y Marcel Sieberg, providencial) y acertó en todas sus decisiones para imponerse por centímetros sobre el eslovaco de Tinkoff-Saxo, poderoso como nunca en este Tour de Francia.

La etapa de hoy promete ser mucho más agradable para el pelotón. Pese a transcurrir en gran medida pegada a la costa, con el perfil ondulado inherente, el viento estará más relajado y el sol debería acompañar el pedaleo de los ciclistas. El final consiste en 500 metros de falso llano ascendente precedidos de un kilómetro de cota y subida irregular, lo cual amplía el abanico de posibles ganadores.
El Tour de Francia es retransmitido en directo por Teledeporte y Eurosport, que conectan cada día en torno a las 14:00. Podéis encontrar las altimetrías en inrng y la lista de participantes en ProCyclingStats. El hashtag en Twitter es #TdF2015. En Arueda.com os ofrecemos información, análisis y anécdotas en la sección Rock n’Tour.