Reportaje de bicis infantiles: ¿Cómo elegir la bici ideal?

Reportaje de bicis infantiles: ¿Cómo elegir la bici ideal?

Se acerca una de las festividades marcadas en rojo en el calendario: la Navidad y los Reyes Magos. Un momento ideal para regalar bicis infantiles.

Y es que es muy probable que en las cartas reales se esconda la petición de una bicicleta, un regalo que jamás se olvida y que marca un antes y un después en la vida del niño.

No ya por la diversión única que le va a aportar la bici, sino porque además esta le va a servir de instrumento de desarrollo de las capacidades físicas, intelectuales y sociales, al interactuar con otros niños.

La compra de bicis infantiles es un paso casi obligado en la agenda de una familia, en el que se pueden cometer algunos errores, que bien pueden resumirse en dos: ahorrarse algo de dinero y querer correr demasiado, pensando que la bici infantil sea duradera para no tener que comprar una nueva cada vez que llegan las vacaciones.

Primero, el equilibrio

Suele ocurrir que vemos a algún padre o madre con su hijo en bici y pensamos que al nuestro ya le toca subirse a una. Puede que sí o puede que no.

Antes de dar el paso, hay que pensar que la mayoría de los niños aprenden a pedalear entre los 2,5 y los 6 años más o menos. Normalmente en ese rango de edades las bicicletas que van a utilizar abarcan ruedas de 12, 14 y de 16 pulgadas, para llegar después hasta las 26 pulgadas.

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En estas edades tan tempranas, la fuerza, la coordinación, el equilibrio y la velocidad son valores que va desarrollando el niño, de ahí que sea clave un buen debut, que el niño disfrute y se lo pase bien.

Y, cuando se suba a la primera MTB, lo ideal es que ya tenga nociones de equilibrio, que puede haber adquirido con los andadores y las bicicletas con ruedines. Dado este paso, llega el momento de elegir la bici. Difícil decisión.

¿Qué bici necesitamos?

Para saber si la bici en cuestión es de su talla, hay una regla sencilla: sentado en el sillín, la niña o el niño llegue bien con los dos pies al suelo.

A la hora de establecer una tabla de tallas, diremos que, por ejemplo, un niño de 4-5 años (de entre 100 y 110 cm), tendría que optar por una talla 16”; uno de 6 a 8 años (de entre 120 y 135 cm) por una talla 20, mientras que un niño mayor de ocho años, de entre 135 y 155 centímetros de altura, por una bici talla 24; variedad de opciones que queda recogida en el pequeño bazar de Scott que hemos seleccionado en este artículo, donde, como en todas las firmas comerciales que proponen propuestas para los peques de la casa, sus manillares, frenos, pedales, sillines, cigüeñales y empuñaduras están diseñados para edades concretas.

Diámetro rueda Edad Estatura (cm)
12" 2-3 87-100
14" 3-4 95-110
16" 4-5 110-120
20" 5-8 120-135
24" 8-11 135-145
26" 11+ 145+

La equipación de las mismas varía en función de la edad del niño y de lo que se busca, como la inclusión o no de la horquilla delantera, en muchos casos innecesaria, así como la trasera. Lo mismo sucede con los frenos, donde en función de la edad, con unos buenos V-brake ya basta.

Los puños y palancas de freno deben adaptarse a las manos de nuestros hijos para que las puedan accionar bien, en concordancia con los puños, que deben ser cómodos y ofrecer un buen agarre.

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El tipo de cambio va en la línea de lo citado con anterioridad; en muchos casos sobran algunas velocidades que no se utilizarán y en las unidades inferiores se suele apostar por el cambio gripshift, dada su facilidad de uso.

A medida que el niño va creciendo, la bici se va asemejando más a la de adulto, ya no solo en cuanto a diseño, sino en lo que respecta a los componentes; basta fijarse en la eliminación del protector de cadena y plato, pero lo que no debe cambiar nunca es la elección del casco. Es indispensable en los adultos, más aún en los niños, más frágiles a la hora de sufrir una caída, accidente o impacto.

Los 3 errores más habituales

- Comprar las bicis infantiles en una tienda no especializada, sin el personal especializado y con conocimiento suficiente para informar y asesorar bien al cliente.

- Comprar la bici más barata, pensando que al niño le va a durar cuatro días y que no vale la pena hacer un esfuerzo económico. No hay que volverse loco y tirar la casa por la ventana, pero tampoco pasarse al otro extremo. Basta pensar, por ejemplo, que a menor precio, peores componentes, más peso...

- Comprar una bici de talla mayor buscando que le dure más. Error, ya que si la bici es demasiado grande, le costará progresar y evolucionar.

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